Papi, ¿es verdad que tú eras un terrorista?

¿Es el padre de Pablo Iglesias un terrorista del FRAP? La polémica saltó ayer tras un rifirafe parlamentario entre Pablo Iglesias y Cayetana Alvarez de Toledo. El primero señaló los ancestros nobiliarios de la portavoz del PP como una tacha y la segunda, en respuesta, afirmó que el líder de Podemos es el hijo de un terrorista del FRAP.

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Respecto a toda la polémica parece que hay dos hechos ciertos y son que el padre de Pablo Iglesias fue militante del FRAP y que el FRAP practicaba la violencia. Lo primero porque el propio Pablo Iglesias lo reconoce en un artículo sobre Carrillo (al que conoció durante una entrevista) titulado “El último secretario general”, en el que por cierto considera a Carrillo como un “comunista de derechas”. O sea, si Carrillo fue un comunista de derechas imaginen dónde habría que colocar en el espectro ideológico a Pablo Iglesias. En todo caso ésta es la mención a su padre en el artículo citado, reconociendo su militancia en el FRAP.

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https://blogs.publico.es/pablo-iglesias/98/el-ultimo-secretario-general/

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Que el FRAP era una organización violenta tampoco está en cuestión puesto que al menos 6 personas fueron asesinadas por ella entre 1973 y 1975, todos ellos policías nacionales y un guardia civil. El logo del propio grupo resulta bastante ilustrativo también respecto a la adhesión a las armas y la violencia. La argumentación que se está utilizando para excusar al padre de Pablo Iglesias, precisamente, es que los asesinatos fueron llevados a cabo en tiempos de Franco y contra miembros de las fuerzas de seguridad del estado.

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Algunas personas podrían comprar el argumento anterior bajo la premisa de que es legítimo luchar contra una dictadura y que el régimen franquista era dictatorial. Sin embargo, la falacia de este argumento ya la hemos visto claramente en el caso de ETA, por poner un ejemplo de sobra conocido. Es decir, ETA mataba en tiempos de Franco pero no por la libertad, sino para imponer su propio ideario. O sea, no todo el que lucha contra un régimen totalitario, usando la violencia para ello, lo hace de manera legítima. Imaginemos un grupo neonazi que atentara contra un gobierno dictarorial comunista o un grupo comunista que atentara contra un gobierno dictatorial nazi. Lo que estaría en disputa sería la implantación de una dictadura nazi o de otra comunista, no de luchar por la libertad. En ninguna caso se trataría por tanto del uso de una violencia legítima ni de heroicos luchadores por la libertad.

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Respecto a las ideas del FRAP, efectivamente era un grupo que se autoubicaba a la izquierda del PCE (Partido Comunista de España) y que reivindicaba el régimen soviético y la figura de Stalin. No es por tanto extraño que hayamos podido ver a Pablo Iglesias con una bandera de la URSS.

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El periodista Hermann Tertsch fue condenado el año pasado en primera instancia por haber atribuido al padre de Pablo Iglesias la participación en un atentado del FRAP. Efectivamente, el padre de Pablo Iglesias no participó en ese atentado; de hecho, estaba en la cárcel en ese momento. No puede afirmarse por tanto que el padre de Pablo Iglesias fuera el autor material de ningún crimen, pero sí cabría preguntarse cuál es la responsabilidad de una persona que milita en una organización que comete asesinatos por esos asesinatos. Malamente podrá sostenerse que la responsabilidad es cero.

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El recordatorio de Alvarez de Toledo sobre la militancia del padre de Pablo Iglesias vino precedido por una introducción que quizá conviene recordar, y es que “los hijos no somos responsables de nuestros padres, ni siquiera los padres somos del todo responsables de lo que vayan a hacer nuestros hijos”. Ante lo que en todo caso nos encontramos por tanto, una vez más, es con las enormes dificultades que tiene la izquierda para deslegitimar la violencia cuando la ejerce la izquierda. Así como el doble rasero social que aún hoy mide con una vara de medir totalmente distinta a los dictadores de izquierdas y los de derechas, o la violencia política que practican grupos de ultraderecha o grupos de ultraizquierda.

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Por lo demás está muy bien que la derecha responda al fin a los insultos  y la supuesta superioridad moral de la izquierda. De este modo, hoy no estamos discutiendo lo marquesona que es o no es Cayetana Alvarez de Toledo sino lo terrorista o no que era la banda a la que pertenecía el padre de Pablo Iglesias. Curiosa y alterada también la reacción del padre del vicepresidente cuando se le preguntó por esta cuestión.

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Si me preguntan si pertenezco al FRAP, de no ser cierto lo desmiento de inmediato y condeno la violencia terrorista.
Pero al padre de Pablo Iglesias lo que le cabrea es que saquen a la luz su pasado.
A lo mejor no se arrepiente de su escabroso currículum.https://t.co/FjlckxDE0H

— Guaje Salvaje (@GuajeSalvaje) May 27, 2020

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