Hace unos días fallecía la etarra Gloria Rekarte, mereciendo este hecho una notable cantidad de referencias en los medios nacionalistas y de la izquierda abertzale. Desde luego no podría esperarse otra cosa del Gara, medio en que la etarra era colaboradora y en el que, aparte de taparse o disimularse su pasado criminal, se la pinta como una mujer “comprometida”. En el titular del Noticias la asesina se convertía en una mera “activista por los presos”.
Desde luego de la redacción inicial de la noticia (que provocó reacciones indignadas en las redes sociales), o especialmente de los titulares, no podía deducirse otra cosa sino que había fallecido Nelson Mandela. Si se mencionaba que había pasado 19 años en las cárceles del estado español, se evitaba explicar el porqué. Más tarde y ante las quejas señaladas, en el interior de la noticia y evitando el titular, se empezó a mencionar su pertenencia a ETA, pero sin aclarar tampoco la clase de vinculación sanguinaria que tenía con esta organización.
Un paso más allá fue todavía Sortu, que recordemos es la fuerza dominante dentro de Bildu, agradeciendo a la etarra su aportación a la construcción de Euskal Herria.
El hecho sin embargo es que Gloria Rekarte fue condenada por pertenecer al comando Nafarroa de ETA y por haber participado en al menos dos asesinatos, el de un policía que trataba de desactivar la bomba que habían colocado en una gestoría de Pamplona, y el del dueño de la cafetería Mohicano, también en Pamplona y también por la colocación de una bomba en su establecimiento. Hablamos por tanto de una asesina en toda regla. ¿Cómo puede reseñarse su perfil evitando este hecho? ¿Cómo se puede mencionar su paso por la cárcel pero sin explicar, como si fuera una presa política, cuál había sido el motivo de dicho paso por la cárcel? ¿Como se puede tratar de definir como activista a una terrorista en un titular?
Semejantes omisiones o desvirtuaciones de la realidad resultan particularmente llamativas entre quienes, por otra parte, encabezan asuntos como la resignificación y purificación del callejero, señalando por otro lado todo lo que no puede ser purificado ni resignificado sino que debe ser directamente destruido y erradicado. Al menos de momento ocultan los crímenes de la etarra en vez de presumir de ellos al redactar su panegírico. Avanzamos sin embargo en una dirección en la que acabaremos agradeciendo el historial de compromiso de los asesinos de los comandos de ETA con la construcción de Euskal Herria. Ya lo hacen Bildu-Sortu y forman parte del poder establecido como socios de honor del sanchismo.
