El portavoz de VOX en el Parlamento de Navarra, Emilio Jiménez, exigía hace unos días la dimisión de la consejera de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera, Ana Ollo, tras las informaciones que se publicaron sobre la financiación del Gobierno de Navarra a los campamentos organizados por Euskal Udalekuak, como el del escandaloso caso de Bernedo.
Según las resoluciones sobre las subvenciones que otorga Euskarabidea, Navarra lleva financiando desde 2015 con fondos públicos partidas a la Mancomunidad de la Sakana, dirigida por Bildu, para el fomento del euskera a nivel municipal, las cuales acaban sosteniendo campamentos como el citado en Bernedo organizado Euskal Udalekuak. En virtud de las ayudas del dinero proveniente del Gobierno de Navarra, las familias podían recuperar 125 euros por hijo al apuntarlos a estos campamentos.
🏕️ Chivite lleva 6 años financiando el campamento denunciado en el que los monitores se iban a la ducha desnudos con menores
— EL ESPAÑOL (@elespanolcom) October 3, 2025
👉🏻 Las familias podían recuperar hasta 125 euros por hijo si los llevaban a estas colonias de verano
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Para Emilio Jiménez, parlamentario de VOX, “esta señora no puede seguir un día más al frente de esta consejería, está financiando con dinero de todos los navarros la perversión de menores”. VOX ha registrado dos preguntas dirigidas a Ana Ollo sobre si tiene conocimiento de que del dinero destinado por parte del Instituto Navarro del Euskera a la Mancomunidad de la Sakana se ha utilizado para subvencionar estos campamentos, y sobre cuánto dinero público se ha destinado a financiar estas colonias durante los últimos diez años.

Bildu y el euskera
VOX también ha puesto el punto de mira en el Instituto Navarra del Euskera denunciando que “Es un chiringuito separatista que hay que cerrar”, anunciando que el partido va a fiscalizar “todas y cada una de las partidas y subvenciones destinadas por este organismo durante los últimos años, a quién han ido a parar y para qué”. Emilio Jiménez denuncia que Bildu es “el caballo de Troya en Navarra, con consentimiento y la financiación de Chivite”, y ha exigido también la dimisión del presidente de la Mancomunidad de la Sakana: “Aitor Larraza, bilduetarra y presidente de la Mancomunidad, debe también dimitir ahora mismo por promover directamente estos campamentos macabros que atentan contra los niños navarros”.
Lo cierto es que la izquierda abertzale presume con cierta frecuencia de la ausencia de casos de corrupción en su entorno. Esto de entrada no es del todo exacto pero por otro lado se compadece bien con el funcionamiento de una colmena. En la izquierda abertzale no existe el pensamiento o el comportamiento individual sino un cerebro colmena. La corrupción por tanto en el partido del líder condenado por secuestro es mucho más estructural y consecuentemente más grave que si fuera particular. En gran medida, en este sentido, podríamos decir que la corrupción de la izquierda abertzale es el euskera, o al menos el euskera es la tapadera. El euskera justifica constantemente ayudas, subvenciones y publicidad, cuando no directamente la creación de todo tipo de organismos que a su vez reparten dinero, de todo lo cual es beneficiario un muy concreto segmento de la sociedad. Si todos los pelirrojos fueran hindúes, subvencionar la cultura hindú sería una forma indirecta de regalar dinero a los pelirrojos. Algo así es lo que sucede con el euskera y la forma en que en nacionalismo riega y favorece a sus simpatzantes con el dinero del presupuesto.
Como etiquetar una partida presupuestaria como destinada al fomento del euskera la convierte en sagrada e intocable, casi nadie se atreve a preguntar ni cuestionar nada. Cuando un partido como Bildu exige dinero a cambio de su apoyo parlamentario, lo cobra en forma de financiación del euskera, y después sus ayuntamientos y sus plataformas lo reparten a conveniencia. De este modo, por ejemplo, todos los medios afines a Bildu cobran cantidades de dinero público fenomenales que en primer lugar seguramente de entrada no estarían justificadas, y en segundo lugar no se corresponden ni reparten con criterios de audiencia. Lo que sucede con el campamento de Bernedo es que se trata de un caso extremo, aunque por otro lado consecuencia lógica de esta falta de fiscalización de todo el dinero con el que se compra el apoyo de Bildu o que se cubre bajo el paraguas del apoyo al euskera.
Un comentario
Uno de los mentores de estos campamentos ha dejado bien claro que su objetivo es trasformar a los niños heterosexules en transfeministas. Ahora, que pruebe cualquiera a sostener la postura de que hay que reconvertir a los transfeministas en heterosexuales…y verá cómo le cae una denuncia por odio…
Por cierto, ¿para cuándo un artículo sobre sobre esa luminaria literaria y musical llamada «Raimundo el Canastero»?. Ahora que la Justicia ha avalado la legitimidad de su ingeniosa canción sobre la Alcaldesa de Estella, podemos respirar satisfechos y aliviados, como esforzados y auténticos demócratas que somos…