Este domingo pasado, coincidiendo con la Fiesta de los Mártires del Siglo XX, la catedral de Barbastro acogió la ceremonia de apertura de la fase diocesana de la causa de beatificación de 252 mártires, asesinados por las milicias republicanas durante la Guerra Civil: 210 sacerdotes, cinco seminaristas, tres clarisas y 34 laicos.
La @DioBarMon abre mañana la causa de beatificación de 252 mártires.
👉 «Si no hemos hecho mal a nadie, ¿cómo nos van a matar?», dijeron dos curas de un pueblo de la zona. «Pues sí, fueron a por ellos, y murieron perdonando», explica el obispo.https://t.co/Qq8CzlcqOF
— Alfa y Omega (@alfayomegasem) November 5, 2022
Esta lista de mártires se suma a los ya 79 beatos mártires de la Guerra Civil en Barbastro, encabezados por el entonces obispo de la diócesis Florentino Asensio. La diócesis de Barbastro fue una de las más castigadas de España por la persecución religiosa que llevó a cabo la izquierda durante la Guerra Civil, aunque a menor escala esa persecución ya había comenzado antes de la Guerra Civil. Se estima que durante la persecución religiosa del año 1936 la diócesis de Barbastro perdió el 88% de su clero. Nos encontramos por tanto ante una persecución sistemática, un auténtico genocidio ideológico, que no se puede explicar sin la acción directa o la permisividad absoluta de todas las fuerzas del bando republicano.
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Obviamente no es la intención de la Iglesia recordar estas matanzas con afán revanchista. Por el contrario, la publicidad de la Asociación Católica de Propagandistas con motivo de la fiesta de los Mártires del Siglo XX, incide en la idea de que «España es el país donde más personas han muerto perdonando a sus verdugos». Señalando esta realidad se han instalado carteles en más de 40 ciudades españolas en los que se recuerda que durante el siglo XX, en España, murieron más de 10.000 personas por no renunciar a su fe cristiana, fe por la que precisamente murieron perdonando y sin odio.
Hoy celebramos la fiesta de los Santos Mártires de la persecución religiosa del siglo XX en España, por la que miles de católicos se entregaron en sacrificio por no renegar de su fe.
Aquí nuestro pequeño homenaje 👇 https://t.co/2qAmbh6t5e
— ACdP (@acdp_es) November 6, 2022
Existe sin embargo algo perturbador por desajustado al conectar esta realidad con otros sucesos que están teniendo lugar en relación a las llamadas políticas y leyes de memoria histórica.
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-Los asesinos de todos estos mártires y los responsables políticos e ideológicos de aquellos crímenes sí descansan tranquilamente en sus tumbas.
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-A los asesinos de todos aquellos mártires, sus partidos, sus organizaciones y quienes los toleraban ahora les llamamos luchadores por la democracia.
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-Todas las condenas del franquismo a los verdugos han sido anuladas.
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Desde luego la premisa de que España es el país donde más personas han muerto perdonando a sus verdugos no puede ser más adecuada. Pero recordando aquello que hubo que perdonar y recordando también que hubo verdugos. Desde luego no deberíamos estar todo el día recordando lo sucedido en 1936, pero si nos ponemos a ello tampoco llamemos memoria a borrar la mitad de lo sucedido, ni reconciliación a desenterrarle los muertos al vecino. Para no pervertir el lenguaje y para no re-renfrentarse con el vecino.
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Un comentario
En sentido estricto y cabal no fueron verdugos sino asesinos.
Los verdugos ejecutan una sentencia de un tribunal legal y los muertos no fueron reos de ningún delito.
Por fuerte que suene fueron asesinados por ser creyentes.