El socialismo ya no puede decir aquello de menos mal que nos queda Portugal, o no mucho. O sea, los socialistas acaban de sufrir un infarto político en el país vecino. La Justicia portuguesa investiga al presidente del gobierno portugués, António Costa, y a dos ministros de su gabinete por un posible caso de corrupción, lo que ha determinado la dimisión de Costa, una crisis de gobierno y una inminente convocatoria electoral. Lo que pasa es que los socialistas portugueses son unos pardillos, o acaso unos socialistas democráticos. Para evitar una investigación de la Fiscalía que te pueda perjudicar, lo primero que tienes que hacer es nombrar a una ministra de tu absoluta confianza Fiscal General del Estado. Después buscas a los magistrados más significados de España por su activismo ultraizquierdista y los colocas en el Constitucional, y a su frente pones el más sectario y dispuesto a embarrarse la toga de todos ellos. ¿De qué delito te acusan? Pues lo borras del código penal, o te autoindultas, o te amnistías. Resiliencia sí, dimisiones no. Es que los socialistas no se enteran en Portugal.
La dimisión de Costa aboca a Portugal a adelantar las elecciones a 2024 https://t.co/a3beMNyqQg
— elEconomista.es (@elEconomistaes) November 7, 2023
La convocatoria electoral es algo más que un contratiempo para el socialismo internacional, ya que la derecha puede arrebatarle el poder a los socialistas con una coalición similar al equivalente en España del PP y VOX. El socialismo portugués, eso sí, cuenta con la ventaja de ser un socialismo que, si el socialismo fuera envidiable, envidiaríamos aquí. Para empezar la izquierda portuguesa ni reniega de Portugal ni está dispuesta a vender Portugal por fascículos a los enemigos de Portugal.
Portugal puentea a Moncloa para atraer inversiones de Iberdrola, Endesa y Repsol.
Por @AlberSanzz https://t.co/S6vOtUW5qx
— Vozpópuli (@voz_populi) May 26, 2023
No sólo es que la izquierda portuguesa ha evitado a los portugueses bochornos como la ley sueltavioladores de Otegui, Sánchez y Montero, sino que en términos económicos Portugal se ha convertido para los inversores en un destino atractivo respecto a España. Con personajes como Ione Belarra o Yolanda Díaz en el gobierno, representando lo que representan, el dumping económico y fiscal no se lo está haciendo Ayuso a los comunidades socialistas, sino Portugal a España. Incluso con un gobierno socialista, Portugal es más business friendly que España, y además tiene las cuentas públicas más apañadas.
Portugal prevé un déficit de solo el 0,9% aun bajando los impuestos https://t.co/R2rrx400au
— elEconomista.es (@elEconomistaes) October 13, 2022
Seguramente Portugal no sería el referente que elegiríamos para España frente a otras opciones más jugosas como Irlanda, pero el hecho es que en los últimos años la brecha entre España y Portugal se ha reducido de forma significativa. El PIB per cápita español en 2022 fue de 28.280 euros frente a los 23.530 de Portugal, o sea que todavia está un 20% por encima del portugués, pero es que en 2014 el PIB per cápita de España era de 22.780 euros y el Portugal de 16.640. La brecha ha pasado del 36% al 20% en menos de una década. Portugal lo está haciendo mejor que España. En realidad todo el mundo menos Venezuela o Argentina lo está haciendo mejor que España. El debate a este paso dentro de unos años no será si a los portugueses les podría interesar volver a formar parte de España, sino a lo mejor si nos dejan pasar a formar parte de Portugal. Sólo falta que ahora gane la derecha para que den un nuevo acelerón mientras aquí nos tiramos de cabeza al precipicio. O sea, da un poco de apuro viendo la situación que tenemos aquí llamar crisis política a lo que está sucediendo ahora mismo en Portugal. ¿Cómo llamamos entonces a lo que está pasando ahora mismo aquí? Y ya no añadimos más no nos vayan a gasear.
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Un comentario
Para que podamos realizar alguna comparacion.El art. 22.2 de la Ley Fundamental de Bonn(Const. Alemana) dispone que «seran anticonstitucionales los partidos que en virtud de sus objetivos o del comportamiento de sus miembros se propongan menoscabar el orden basico demoliberal o poner en peligro la existencia de la República Federal alemana»
Más relacionado con la noticia,el art 51.4 de la Constitución Portuguesa establece que «no pueden formarse partidos que,por su designación o por sus objetivos programáticos,tengan índole o ambito regional».
Sin un respaldo constitucional explicito,pero al amparo de sus valores y principios,lo mismo sucede en Francia.Que prueben los audaces catalanistas a organizar un partido separatista en Perpignan! No siauiera les está permitido utilizar el idioma catalán en las sesiones municipales!
!Igualito que aquí!