Allá en octubre de 2018, hace por tanto dos años, Osasuna abría una cuenta de Twitter en esukera. Pasados dos años podríamos concluir que se trata de un plazo suficiente como para poder empezar a medir el éxito del seguimiento de esta cuenta. Digamos antes de nada que la cuenta de Osasuna en Twitter en español tiene 243.500 seguidores. ¿Y la cuenta en euskera? ¿La mitad? ¿La décima parte? En realidad sólo 2.985 seguidores, o sea poco más del 1% de los seguidores de la cuenta en español. Pero claro, a nadie le pagan una subvención ole dan un empleo por seguir una cuenta en Twitter. El seguimiento de la cuenta de Twitter en Osasuna es seguramente por tanto más o menos lo que sucede en el mundo real, fuera de la burbuja del poder público, la ingeniería social pagada con el dinero de todos y las imposiciones político-normativas a través de la administración foral.
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Otra prueba interesante es comprobar la demanda de euskera en Navarra en un portal referencial de búsqueda de empleo como infojobs. Nos encontramos con que hay 540 anuncios demandando empleo en Navarra, de los que en sólo 11 se pide el euskera. O sea, sólo en el 2% de las demandas de empleo se pide saber euskera.
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Más aún, de esos 11 empleos que se demandan uno es del CPEN, la corporación pública empresarial del Gobierno de Navarra, y otros 3 son de la Caja Laboral/Laboral Kutxa.
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Desde luego esta pequeña indagación no pretende sustituir a estudios más sesudos, pero parece difícil negar que los resultados son significativos y que, fuera del ámbito de lo público y de las imposiciones gubernamentales, la demanda real del euskera es absolutamente escasa, al menos en el ámbito laboral. La pregunta entonces es si está justificada ya sea en términos económicos y de gasto, ya sea en términos de justicia en el acceso al empleo público, ya sea en en términos de obsesivas políticas lingüísticas, esa burbuja artificial en torno al euskera que sólo existe a la sombra de la administración, pagada con el dinero de todos y por imposición gubernamental. A la vista del fracaso que revelan estos porcentajes, pese a las enormes cantidades de dinero invertidas en incrementarlos, ¿no sería mucho mejor para el vascuence, ya puestos, una política lingüística basada en la libertad y la despolitización?
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3 respuestas
Le llaman cultura, y no es más que un conjunto de códigos de comunicación que limita ésta a unos pocos, casi todos engañados.
Le llaman nuestra lengua, y si alguna vez lo fue, ésta murió cuando importaron el batua que, así como el cangrejo americano se comió a los pocos que quedaban en nuestros ríos, el batua se comió al poco eskera que quedaba.
Le llaman Lingua Navarrorum, sin pensar que quienes le pusieron el nombre eran unos romanos, extranjeros, que pasaban por ahí. Y a saber qué es lo que oyeron esos romanos.
Lleva siglos en la UCI, y nunca saldrá de ahí, a pesar de los millones que le dedican.
Para lo único que sirve es para crear división. Les encanta meternos temas que nos dividan.
Entre los métodos empleados por los separatistas para lograr sus objetivos con respecto a Navarra está la infiltración de sus elementos en diferentes estamentos sociales. Esta metodología es la misma que la empleada sistemáticamente por la Internacional Comunista; En sus manuales puede leerse: «Entre las principales actividades legales para asaltar el poder se encuentra la infiltración de miembros del Partido en organizaciones no-partidistas con el fin de utilizarlas para ejercer influencia a favor de la subversión… Los objetivos de infiltración más importantes tendrán como destino los sindicatos, la función pública, el gobierno, el ejército, los medios de comunicación y las asociaciones civiles, científicas y religiosas. El objetivo último es poner a todos ellos al servicio de la intriga”.
Con respecto a Osasuna, hace tiempo que un grupo de activistas logró infiltrarse en la Asamblea de Socios Compromisarios y, desde la misma, consiguieron imponer en loa nuevos estatutosuna serie de cuestiones completamente ajenas al futbos
(Perdón por el salto involuntario).
Quería decir que, con respecto a Osasuna, hace tiempo que un grupo de activistas logró infiltrarse en la Asamblea de Socios Compromisarios y, desde la misma, consiguieron imponer en los nuevos estatutos una serie de cuestiones completamente ajenas al futbol, como p.e. «la difusión y defensa del euskera».
Esa misma metodología es la que se ha empleado en diferentes ámbitos civiles como, por ejemplo, las peñas de Pamplona o la difusión del Olentzero por todo Navarra.