Hace sólo un par de días, durante su intervención en el desayuno informativo de Europa Press, la presidenta Chivite hacía una declaración dolorosa para UPN, expresando que: “UPN se queda en la barricada mientras Bildu decide ser útil con los Presupuestos”. La declaración indignó con razón a UPN por la transmutación moral que Chivite viene practicando hace tiempo. Ahora que su socio es Bildu, los que están en una barricada son los que se oponen al PSN.
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Para empezar, parece que se hace preciso explicar que una cosa es estar en desacuerdo y otra estar en una barricada. Media Navarra está en contra de Chivite, pero no está en una barricada. En una barricada está la izquierda abertzale. Por supuesto en el pasado, pero también en el presente. Desde las txabaladas de Alsasua a la violencia de la huelga general nacionalista, pasando por los moxaurres del Carnaval, Bildu sigue sin condenar en absoluto la violencia nacionalista. No ha necesitado hacerlo para convertirse en la pata que sostiene el sillón presidencial de Chivite. O sea, que quienes literalmente están en la barricada son los socios de Chivite, UPN simplemente está en desacuerdo con el PSN.
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Pero es que además la propia Bildu viene a dejar en ridículo otra vez a Chivite y su discurso de que Navarra Suma no quiere negociar.
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Tan sólo un par de días antes de que Chivite acusara a Navarra Suma de estar en la confrontación y no querer dialogar ni negociar nada, el Diario de Noticias entrevistaba a Bakartxo Ruiz, la portavoz de Bildu en el Parlamento de Navarra, la cual decía, por si cabía alguna duda, que “Es imposible configurar una mayoría alternativa a la derecha en Navarra sin contar con EH Bildu”. Es más, concretamente en lo que se refiere a la aprobación de los Presupuestos, Ruiz señalaba que “No hubiéramos entendido en ningún caso que se hubiera establecido un intento de negociación paralela con Navarra Suma ”. Si Chivite va a salir a los micrófonos a decir que Navarra Suma está en la confrontación y no quiere negociar nada útil para Navarra, que por lo menos antes se lea las cosas que va diciendo Bakartxo Ruiz antes que ella, o que se pongan de acuerdo, para que no resulte evidente que es el PSN quien ni puede ni seguramente quiere negociar nada con Navarra Suma.
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No es además la primera vez que Bildu evidencia que no es que Navarra Suma no quiera dialogar, sino que el PSN ya ha elegido como socio a Bildu, que por otro lado es inevitable, ¿o pretendía sacar adelante todas las políticas pactadas con Podemos y Geroa con el apoyo de Navarra Suma? Unos pocos días que Bakartxo Ruiz, era Adolfo Araiz en el Parlamento de Navarra quien presumía de que los socialistas no tienen permiso para negociar con Navarra Suma si buscan el apoyo de Bildu “le dijimos al Gobierno de Navarra que tenía que mirar a la izquierda o a la derecha, que era imposible pactar con los dos a la vez las políticas públicas, y el Gobierno ha mirado a la izquierda y ha alcanzado un acuerdo político”.
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Al principio de la legislatura uno de los escenarios teóricos era que Chivite se apoyara en unas ocasiones en Navarra Suma y otras en Bildu, la famosa teoría del balancín. A este respecto había quien pensaba que se debía ser pragmático y, por el bien de Navarra, facilitar acuerdos a Chivite en asuntos como el AVE o el Canal de Navarra. Esta es la postura de quienes, por ejemplo, han echado un flotador a Chivite en la Ley de Símbolos. Por otro lado, otros muchos pensaban que lo mejor para el bien de Navarra es acabar con este gobierno cuanto antes, echándole cuantos flotadores de plomo fueran necesarios en los momentos de apuro con sus socios nacionalistas y de ultraizquierda. Eso sí, ni los partidarios del los flotadores buenos ni los partidarios de los flotadores de plomo estaban en la barricada, la patada en la espalda, la paliza o el varazo. Los de la barricada de verdad son los que mantienen Chivite en Navarra y a Sánchez en Madrid. El fin justifica los medios. Son útiles, que diría Chivite. Lo mismo que por cierto diría ahora mismo la izquierda abertzale del PSN.
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Un comentario
Nadie ha decepcionado políticamente tanto a tanta gente como Chivite. ¡Qué gran honor!