La guerra intestina en el PSN no cede ni ante la posibilidad de estorbar las propias candidaturas en el reparto que cargos institucionales. La reunión de cargos y militantes lizarbistas en Olite, para preparar la reunión del Comité Regional el próximo sábado, sirvió también para hacer circular la especie de un supuesto pacto secreto entre Sanz y Chivite. Y ello a pesar de las dos mociones presentadas en el Parlamento por el PSN, especialmente la del aborto, directamente dirigidas a la línea de flotación de UPN.
Lizarbe, preguntado al respecto, tiró la piedra y escondió la mano al responder: “creo que no hay pacto secreto, pero que no me pongan indicios que me hagan pensar lo contrario”. Él mismo acababa de considerar el posible éxito de la candidatura del socialista Javier Torrens como un indicio en tal sentido, al declarar: “un poco de seriedad. El presidente de la Mancomunidad tiene que ser alguien del bloque progresista, si es del PSN mejor, pero esas cruces dan mal que pensar”.