Respecto a la posibilidad de presentar una moción de censura contra Miguel Sanz, Lizarbe calificó esta opción como
"poderosa arma" y
"peligrosa". Afirmó que se debe usar
"con muchísima inteligencia, prudencia e inteligencia política". Añadió que es un arma que, si es posible, se debe usar
“por supuesto” antes de concluya la legislatura:
"si se puede antes de las elecciones de 2011, por supuesto, y si no habrá que esperar a 2011". Declaró, no obstante, que no se trataría de presentarla contra Sanz
"al mes de permitir su llegada al Gobierno", sino
"dentro de un tiempo razonable". Lo que Lizarbe considera un
“tiempo razonable”, muy bien pudiera ser transcurridas las próximas elecciones generales sea cual sea el resultado de éstas. Las elecciones generales, a fin de cuentas, han sido la piedra angular para la conformación del gobierno en Navarra. La moción de censura con la que amenaza Lizarbe, de hecho, muchos temen que la impulse Ferraz pasada esa fecha.
Lizarbe, por tanto, se ofrece a sí mismo como la herramienta perfecta para poner en la actual directiva del PSN toda la responsabilidad de haber hecho posible el gobierno de UPN, incluso exculpando a Ferraz. Se ofrece, además, para liquidar a esa dirección, consiguiendo con ello depurar a los supuestamente responsables de que gobierne Sanz y vengarse de quienes le arrebataron la secretaría general en 2004. También sería el hombre que podría unir a todos los socialistas y acallar al sector descontento puesto que, de hecho, él es el sector descontento. Finalmente, Lizarbe sería el candidato perfecto para recomponer el pacto con Nabai y formar un nuevo gobierno cuando Ferraz lo estimara oportuno.
Hay que señalar, por último, que el congreso ordinario del PSN tendrá lugar en julio del 2008, justo después de las generales. Un momento ideal para llevar a cabo todo lo anterior si ésa es realmente la voluntad de Ferraz.