Medios y figuras políticas del PSOE (recordemos que la Agencia EFE la controla el gobierno), en su peor tradición anticlerical, han arremetido contra el obispo emérito de Alcalá de Henares por relacionar en una homilía la discapacidad con el pecado.
No tengo palabras para calificar a este personaje. https://t.co/I50aAuEGSU
— Pilar Sánchez Acera (@psacera) May 19, 2025
Más allá del escándalo organizado alrededor de la homilía, el gobierno ha ido un paso más lejos y ha lanzado a la Fiscalía General, también bajo control del gobierno, contra el obispo previamente señalado por el gobierno.
El Gobierno denuncia ante la Fiscalía al obispo emérito de Alcalá que asoció discapacidad con pecado.https://t.co/ni4fzAMUtD pic.twitter.com/uZbkwLK0wt
— EFE Noticias (@EFEnoticias) May 20, 2025
La cuestión de entrada es cómo han entendido el gobierno y sus tentáculos las palabras del obispo. ¿Estaba diciendo el obispo que si unos padres tienen un hijo discapacitado es porque los padres son unos pecadores? ¿Estaba diciendo el obispo que si Pedro Sánchez es alto y guapo es por lo virtuosos que eran sus padres? Ni lo uno, ni lo otro.
Lo que decía el obispo es lo que sabe todo cristiano, o lo que sabía todo el mundo por cultura general o por las clases de religión hasta hace unos años. Inicialmente el hombre (Adán y Eva) vivía en un paraíso en el que no había muerte, ni enfermedad, ni facturas. Pero entonces llegó el pecado. ¿Por qué llegó el pecado? Porque esa es una posibilidad inherente a dotar al hombre de libertad, y por tanto de la facultad de hacer o no hacer el mal y de comer o no comer del árbol del bien y del mal. Desde el momento en que apareció el pecado original se vino abajo el paraíso terrenal y pasamos a vivir al Este del Edén en un escenario imperfecto, aunque libre. La enfermedad o la discapacidad de un hijo no tiene que ver por tanto con la virtud de los padres, sino que es una consecuencia de ese pecado original y del hecho de vivir desde entonces y temporalmente en un mundo imperfecto.
Naturalmente habrá personas que no compartan esta visión o esta explicación sobre el origen de nuestra presencia temporal en este mundo imperfecto tras una caída, pero eso es una cosa y otra meter en la cárcel a todo el que no tenga la visión del mundo que tiene el gobierno. A fin de cuentas si algo caracteriza a este gobierno es la fe. Son hombres y mujeres de mucha fe los que componen este gobierno. Porque efectivamente hay que tener mucha fe para creer todavía en el socialismo. De hecho la fe y la razón son caminos diferentes no opuestos, mientras que podría decirse que el socialismo no es exactamente una forma de fe porque sí que se opone a la razón y existe sobrada evidencia empírica del fracaso y falsedad de sus postulados. No obstante lo cual siguen existiendo contra toda lógica creyentes en el socialismo, pero tampoco se trata de mandar a la Fiscalía a perseguirlos.