UPN ha formulado una pregunta en el Ayuntamiento de Pamplona por los pagos del área de Participación Ciudadana a la empresa Nommad, por importe superior a 36.000 euros.
En marzo se produjo un pago de 2.640 euros en concepto de “Asesoría en análisis, definición y diseño del observatorio local de democracia participativa”.
En mayo se pagaron a esta empresa otros 6.267 euros para la “Definición y diseño de un proceso participativo en torno a la movilidad en el Casco Antiguo”.
Para culminar este in crescendo, en junio se pagaron 27.164 euros por un “Contrato de asistencia a proceso participativo sobre movilidad en el Casco Antiguo”.
UPN reclama al concejal delegado de Participación Ciudadana, Igualdad y Empoderamiento Social, Alberto Labarga, de Aranzadi, que «explique estos pagos y adjudicaciones y más teniendo en cuenta que los responsables de la empresa participan en prácticamente todos los proyectos que desarrolla Aranzadi/Podemos en el Ayuntamiento«.
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Podemos empoderando, nosotros pagando
Uno de los elementos llamativos de esta noticia es naturalmente el hecho de que, aunque a veces hablemos de abertzalismo de amiguetes, de capitalismo de amiguetes o de empoderamiento de amiguetes, siempre dentro de la legalidad (de amiguetes), en el fondo es siempre todo lo mismo aunque lo llamemos distinto. El otro elemento significativo es que existe una auténtica neolengua cuya florida existencia y único sentido parece directamente la justificación de cobros públicos, véanse los conceptos por los que ha cobrado la empresa Nommad del Ayuntamiento. Cada vez hay más estatalistas porque cada vez hay más personas conectadas al sistema de pagos de papá-estado, bajo los nombres más participativos y empoderados. ¿Alguien sabe qué es dedicarse a buscar “maneras de relación multidireccional que sirvan para generar procesos de transformación convergentes y distintos”? Cabe preguntarse qué pasaría si desconectáramos de la máquina de empoderar a todos estos beneficiarios tan hermosamente etiquetados, aparte de que todos nos ahorraríamos 36.000 euros.
3 respuestas
Coño con los perroflautas, han pasado de sisarte unas monedas para que callen con la dichosa flautita o el perro pulgoso no se te acerque demasiado, a sisar a lo grande, chorrada neocom copiada de wikipedia donde el rincón del vago podemita, valga la redundancia, y te sueltan un pastizal.
Si hasta algunos, y algunas sobre todo, y más en campaña electoral, han comenzado a ducharse y peinarse con estilo.
Bueno, es que con campaña, hasta la Barkatxo ha descubierto el maquillaje y los tonos cálidos y pasteles en la ropa. Un milagrito. Por lo menos ya no causa tanto susto al doblar la esquina y encontrártela. Salvo que vaya con Asirón el matón, ese si que mete miedo aunque se vista de seda.
Unos dando trabajo a una empresa con trabajadores y los que ahora protestan se adjudicaban dietas opacas por reuniones no celebradas.
En cuanto importes, mejor no comparar, no?.
Sois penosos. deberiais avergonzaros de lo que hicieron los vuestros y dejar hacer. Que cinicos.
Pues no, Hemengo, pues no. El ¡y tu mas! no es excusa.
Tan mal me parece lo de las dietas cobradas por reuniones no celebradas (entre las que se incluyen las cobradas por la ahora Presidenta del Gobierno de Navarra) como esto que está haciendo Aranzadi.
Porque vamos a ver.. ¿con que criterios exactamente se ha elegido esa empresa? ¿es porque tiene trabajadores, o es porque tiene ESOS trabajadores?
Lo dicho, tan mal me parece lo uno como lo como lo otro, pero sobre la falta se añade el agravante de que estos llegaron con la promesa de acabar con este tipo de conductas.