El asesino de Laura Luelmo recibió en prisión cursos de formación en violencia de género

Ni una de las falacias del discurso progresista resiste el contraste con la realidad

Nuevo dato relevante en torno alasesinato de Laura Luelmo. Según publicaba ayer Diario16, elviolador y homicida recibió durante su estancia en prisión cursosde formación en violencia de género. A la luz están losresultados.

Durante sus años de reclusión, el asesino de Laura decidió acudir voluntariamente a los cursos de formación en violencia de género que se imparten en prisión a este tipo de delincuentes y que sirven para sumar méritos de cara a reducir pena o acceder al tercer grado penitenciario. A la vista está que para lo que no sirven es para “educar a los monstruos”.

El dato de que el asesino hubiera recibido estos cursos de formación y concienciación sobre la violencia de género viene a desmentir totalmente la defensa de programas como SKOLAE, cuya imposición ideológica se justifica bajo la premisa de que este tipo de programas educativos (que por otro lado se aprovechan para saturarlos de otros contenidos ideológicos) acabarán con la “violencia machista”. Pues bien, ya vemos que no es así y que cuando alguien viola y mata alguien no es porque nadie le hubiera enseñado al pobrecito asesino que violar y matar está mal, sino porque le da igual y decide hacerlo sabiendo de sobra que lo que está haciendo es algo espantoso.

La izquierda no esta en lucha contralos asesinos reincidentes, esta en lucha contra la derecha

Por el contrario, ayer en el Congreso se debatió sobre este horrible crimen y la izquierda en tromba arremetió contra el PP por defender la prisión permanente revisable. Se veía a los diputados de izquierdas enfadados más allá de todo motivo razonable salvo si entendemos que se molestan de que les han quitado el monopolio de la utilización de los crímenes para suscitar un debate. Sólo ellos pueden lanzar mensajes a partir de un crimen, o a ver quienes nos hemos creído los demás para decir lo que queramos cuando queramos. El hecho objetivo, sin embargo, es que si al asesino de Laura se le hubiera aplicado la cadena perpetua, Laura ahora estaría viva. Como seguramente lo saben, por eso están también muy enfadados con quien lo está señalando.

El doctor Sánchez entra en acción

Pedro Sánchez protagonizó una intervención estelar en el debate argumentando que ya está en vigor la prisión permanente revisable y que eso no le ha salvado la vida a Laura. No, claro que no. el problema es que cuando se juzgó al asesino de Laura la prisión permanente no estaba todavía vigente. ¿Pretende Pedro Sánchez que las leyes resuelvan los problemas de cuando no estaban vigentes? Es ahora cuando el asesino de Laura no volverá a tener una tercera oportunidad de matar. Pero no gracias al PSOE, que en su día no la apoyó y ahora está a favor de eliminarla pese a la evidencia, qué más pruebas quieren, de que serviría para impedir más asesinatos como el de Laura.

Lo que desde luego no le ha salvado la vida a Laura es la vigente Ley de Violencia de Género ni todas las subvenciones a mansalva que reciben los colectivos femizurdos.

Por lo demás, por más horrible que sea el crimen de Laura, nos encontramos ante una auténtica campaña mediática, consciente o inconsciente, para alimentar una auténtica psicosis colectiva, de lo cual es bien ejemplo la portada de ayer del Noticias.

¿Cuántas mujeres han sido violadas y asesinadas en Pamplona por salir a hacer footing? ¿Hay que crear zonas acotadas en las que no puedan entrar hombres para que corran las mujeres? En los últimos 10 años, en Navarra, con 640.000 habitantes han muerto 0,7 mujeres al año por la llamada violencia de género. En Navarra es mucho más probable que una mujer muera por un accidente doméstico al producirse un incendio o resbalar en la ducha tras regresar de hacer runing que por ser asesinada mientras hace running. ¿Está justificado crear un clima de psicosis respecto a los asesinatos de mujeres? ¿Hace falta una campaña de concienciación permanente cuando, a diferencia de otras muertes en otros tiempos, el 100% de la población está en contra de que se asesine y viole a mujeres? Porque esa es otra de las mentiras y los falsos diagnósticos que se están repitiendo. No existe un respaldo social al asesinato de mujeres o las violaciones. Las violaciones y los asesinatos que tienen lugar, ocurren pese al unánime rechazo social.

Si alguien se dedicara a convertir en sospechosos a todos los inmigrantes, a todos los gitanos, a todos los musulmanes o a todos los vascos, por los delitos que cometen unos poquísimos, ya sabemos el nombre que recibiría. Pero si alguien hace eso mismo respecto a todos los hombres, se le llama feminismo y está bien visto.

En un mundo imperfecto es necesariocombatir el mal, pero también aprender a vivir con el mal

Obviamente la muerte de una sóla mujer asesinada ya sería demasiado, pero no podemos caer en el extremo de vivir en un estado de terror y frustración permanente por no ser capaces de eliminar totalmente la comisión de violaciones o asesinatos. Porque después de hacer todo lo posible para que no exista el mal en el mundo, seguirá existiendo a pesar de todo. Y en una serie de cuestiones en la vida, seguramente las más importantes, tenemos que asumir que vivir es vivir sometido a ciertos riesgos y ciertos peligros, la muerte el primero de ellos. Todos mañana podemos morir por enfermedad, atragantamiento, atropello, incendio, accidente, caída o asesinato. No dejaremos de intentar evitar que suceda. No conseguiremos evitar completamente que suceda. Y ya que no podemos evitar completamente la enfermedad ni la muerte, al menos no vivamos angustiados hasta que nos alcancen. Porque el miedo es un mecanismo de supervivencia que hasta cierto punto es útil, para cruzar la calle mirando antes a los lados, pero a partir de cierto momento deja de ser útil, tener más nivel de miedo no nos protege ya más y sólo nos hunde en un estado de angustia. Y los angustiados se mueren lo mismo que el resto, pero habiendo vivido sufriendo. Después de todo es probable que mañana nadie nos viole y nos mate. Que desaparezcan los monstruos es pedir algo imposible. Meterlos para siempre en un agujero para que ya no puedan hacer daño a nadie sí es en cambio una medida realizable y mucho más segura que darles un cursillito de feminismo. Y aunque encerrarlos en una cárcel y tirar la llave tampoco resuelve el problema del todo, a Laura le hubiera salvado aunque los progresistas nos prohíban decirlo.