Anda que el Parlamento de Navarra no se dedica a emitir resoluciones perfectamente prescindibles y extravagantes ya sea sobre la pobreza menstrual o los Sanfermines de 1978, pues ayer que podía haber aprobado una resolución mucho más enjundiosa y trascendente para Navarra resulta que no hubo forma de que saliera adelante.
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Resulta que, según publica Diario de Navarra, la coalición Navarra Suma tuvo la ocurrencia, nada menos, de presentar una moción instando al Gobierno de España “a tratar, en relación con el coche eléctrico, de igual manera a la planta navarra de Volkswagen que a la planta de la misma empresa en Martorell”.
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Pues bien, resulta que absolutamente todos los grupos votaron en contra de esta moción, y alguno incluso lo vino a hacer bajo la curiosa excusa de que elevar semejante instancia al Gobierno de España era “confrontar territorios”, lo que de ningún modo se podía admitir.
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O sea, que lo que se puede admitir es que a Landaben se le trate peor que a Martorell.
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Que a Navarra se le trate igual que a Cataluña es confrontar. Para no confrontar territorios echemos a unos cuantos cientos de trabajadores a la calle en Landaben.
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Esto lo dicen, además, una serie de partidos cuya característica fundamental es precisamente su dedicación a confrontar territorios. O a confrontar con cualquiera que no les siga la corriente o que no haga en su vida las mismas elecciones que harían ellos.
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A Esparza le cayó una reprimenda por citar algunos datos como que en Martorell se prevé aumentar en 200.000 unidades más la producción (un 33%) hasta 2022 mientras que en Landaben está previsto que se recorten 50.000 unidades (un 14% menos). Lo cierto es que los preocupantes datos que están trascendiendo los están desgranando los propios representantes de los trabajadores y los partidos del gobierno tampoco los negaron, sólo que consideraron de mal gusto traerlos a colación en el parlamento foral.
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Lo que maliciosamente podría deducirse de lo sucedido ayer en el parlamento foral, sin embargo, es que desgraciadamente para Landaben nadie representa a sus trabajadores en la mesa de “diálogo” entre Pedro Sánchez y la Generalidad. También podría pensarse que, desgraciadamente para Navarra, aquí no sólo tenemos el problema de que haya nacionalistas, sino que además son nacionalistas vicarios. Es decir, lo que hacen los nacionalistas vascos en Navarra se decide en la CAV. Si hay una serie de acuerdos con Sánchez nadie fuera de la oposición va a mover un dedo por los trabajadores de Landaben. Por supuesto tampoco el PSN, que no va a importunar a su líder por un asunto tan insignificante e irrelevante para su permanencia en la Moncloa como Landaben. Hablar de los trabajadores de Landaben en este momento es estar en contra del diálogo, confrontar y crispar. Centrémonos en la pobreza menstrual y en que entre los trabajadores de Landaben y sus familias seguramente nadie menstrúa. Pero cómo se le ocurre a Navarra Suma hablar en el parlamento foral de Landaben y Martorell pidiendo igualdad.
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Un comentario
Imagino que Navarra Suma, en lugar de continuar reivindicando el derecho al trabajo de los navarros, habrá aprendido la lección y a partir de ahora se mantendrá al margen del devenir de la primera empyde Navarra