La moción, presentada por Nafarroa Bai y apoyada por todos los demás partidos excepto ANV, muestra “toda su solidaridad y apoyo a los heridos y al pueblo de Durango”. Además, exige “el final definitivo de la violencia como medio de alcanzar objetivos políticos”.
La negativa de ANV a condenar el atentado, puesta de manifiesto estos días primero en Durango, ahora en Berriozar y también en otras muchas localidades, desmiente por la vía de los hechos la argumentación de que ANV condenaba la violencia, que sirvió al gobierno para justificar que no se pidiera la ilegalización de esta formación.