Análisis electoral de los resultados en Navarra

Los resultados de las elecciones en Navarra han representado fundamentalmente una catástrofe para el nacionalismo vasco. Esta debacle se traduce en el reparto de diputados (2 UPN-PP, 2 Podemos, 1 PSN) o senadores (3 UPN-PP, 1 Podemos), y también en los porcentajes de voto comparados con las forales.

Agur, Koldo. Agur, Sabino. Agur

Como consecuencia de las votaciones, el nacionalismo se queda en Navarra sin ningún diputado. Para visualizar la magnitud del descalabro del partido de Uxue Barcos, basta con pensar que Ciudadanos ha obtenido en Navarra un 7,05% de votos, apenas 1,6 puntos menos que el 8,68% de Geroa Bai. Koldo Martínez y Sabino Cuadra se quedan fuera del reparto de escaños. Koldo Martínez no ha sido capaz de revalidar el asiento que Uxue Barcos llevaba ganando desde 2004 y además se queda a mucha distancia de haberlo conseguido. Tampoco volveremos a ver escenas como esta, cuando Sabino Cuadra defendía desde la Tribuna del Congreso el derecho a decidir esgrimiendo una bandera de Navarr… Bueno, esgrimiendo una bandera.

Si Geroa Bai ha pasado del 16,14% de los votos al 8,68%, Bildu ha pasado del 14,53% al 9,9%. El conjunto del nacionalismo, como señalábamos, ha caído del 30,67% en mayo al 18,5%. Alguien podría interpretar que el nacionalismo ha prestado mucho voto a la izquierda en las generales, pero del mismo modo también alguien podría interpretar que la izquierda prestó mucho voto al nacionalismo en las forales. En todo caso, el hecho objetivo es una caída enorme del voto nacionalista en Navarra y la desaparición de sus representantes en el Congreso, casi hasta en el Senado.

La “debakle” en el Senado

El destrozo del nacionalismo ha sido histórico en el Senado, donde todo el cuatripartito concurría en una formación unitaria, lo que en principio le aseguraba sobre el papel 3 de los 4 senadores. Sin embargo, el candidato más votado al Senado ha sido el popular José Cruz Pérez Lapazarán, con 99,201 votos. El único senador y más votado del cuatripartito ha tenido 96.946 votos. EL representante de PP-UPN ha tenido más votos que el de todos los del cuatripartito juntos. Patxi Zamora, el objetivo e imparcial portavoz de Kontuz convertido en candidato al Senado por Bildu, se libra de la lluvia de euros que le iba a caer encima tras ser el azote de la CAN por tener que acudir a una de las dos cámaras del opresivo estado español.

La “debakle” en Pamplona

Los datos de la “debakle” nacionalista son similares en la capital a los del resto de la Comunidad Foral. El tetrapartito consiguió ayer un 46,04% de los votos en Pamplona, frente al 51,24% del resto de fuerzas significativas. Geroa Bai consiguió en Pamplona en 9,71% de los votos, exactamente el mismo porcentaje que Bildu, el partido del conflictivo alcalde Joseba Asirón. El partido del alcalde ha pasado del 16,6% en las forales al citado 9,71%.

¿Qué sucedería si trasladáramos los resultados de las generales a las forales?

Apenas seis meses después de haber ganado las forales, el tetrapartito ahora en el poder habría obtenido 23 diputados, es decir, perdería 3 diputados y la mayoría absoluta. Ciudadanos entraría en el Parlamento de Navarra con 3 diputados y la suma UPN+PP-PSN+Ciudadanos tendría 27 diputados, uno más de los necesarios para alcanzar la mayoría absoluta. En porcentaje de votos, el cuatripartito ya tiene actualmente, pese a tener más diputados, menos votos que el resto de fuerzas significativas, pero bajaría del 48,37% al 45,68%, pese al ascenso de Podemos. El resto de fuerzas que se le enfrentan subirían del 48,56% al 51,51%.

Como resultado de todo lo anterior, podemos concluir que el nacionalismo intensivo de gobierno de Uxue Barcos, con su paralización del PAI, sus ikurriñas, su debate sobre el derecho a decidir, sus impuestos y sus OPE discriminando a los castellanoparlantes, obviamente no ha tenido ninguna recompensa en las urnas. Podemos llegar a pensar que de hecho ha tenido un castigo escalofriante o que las generales no son extrapolables, pero desde luego lo que bajo ningún concepto ha habido es una recompensa. En este sentido, a Podemos le puede haber venido bien desmarcarse de muchas de estas decisiones de Barcos, por más que Barcos se lo reproche.

Otro tanto cabe decir de la labor de Asirón como alcalde de Pamplona. Si en Pamplona existe una sensación de agrado con la labor de Asirón, sus exposiciones ofensivas, sus falsedades y su tensionamiento de la conviviencia, no se refleja en las generales. El resultado catastrófico en los resultados sí sería compatible, en cambio, con que existiera un profundo desagrado a su labor. Si se comparan los resultados con la CAV en nuestro análisis de los resultados a escala nacional, puede verse que la “debakle” nacionalista pese al surgimiento de Podemos no es tan intensa allí como en Navarra.

Al PSN en cambio no le ha ido del todo mal fuera del tetrapartito. Respecto a las forales, sube del 13,63% al 15,53%, y pasa de quinta fuerza más votada a tercera, adelantando a Geroa y a Bildu.

Navarra envía aporta cero diputados nacionalistas al Congreso y sólo 1 de 5 senadores

A PP y UPN, por lo demás, les ha funcionado muy bien la estrategia de ir juntos. Han conseguido los 2 diputados a los que razonablemente podían aspirar, se han blindado frente a las vicisitudes electorales y, a excepción de una senadora, se ha sacado de la pista democráticamente a todo el nacionalismo.