Tu eres Petro, y sobre esta piedra edificaré mi Agenda

Podría parecer que esto de afirmar que la izquierda quiere a la gente pobre es una cosa nuestra, pero no. Quien ha realizado esta afirmación es Gustavo Petro, flamante presidente neocomunista de Colombia. El del sable de Bolivar.

https://twitter.com/JPabloReisch/status/1567280176207384576

La verdad es que la lógica de Petro es intachable y por otro lado nada original. Lo que dice Petro es indistinguible de lo que en el fondo dicen todos los dirigentes europeos. No es que Petro se haya europeizado, es que la izquierda mundial se ha radicalizado. Ya no hay apenas diferencia entre lo que dice un dirigente de la izquierda europea, no digamos española, y lo que dice el comunismo bananero de cualquier país en vías de desarrollo, o en vías de subdesarrollo en el momento en que llega al poder el comunismo.

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Petro afirma que “cuando los pobres dejan de ser pobres y tienen, entonces se hacen de derechas”, y que en ese momento empiezan a vivir “como en Miami”, y lo que hacen es “comprarse un carro”, y llegados a ese punto “se acaba la humanidad”.

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Efectivamente, la izquierda vive en la paradoja de pretender representar a los pobres contra los que no son pobres, pero entonces no puede acabar con la pobreza o desaparece, porque como Petro dice cuando la gente empieza a tener cosas, entonces se hace de derechas. O sea, que para que mande la izquierda siempre la gente no tiene que tener nada, que casualmente es lo que dice también la Agenda 2030. Petro ya no es una extravagancia continental de Hispanoamérica, es un portavoz más del nuevo orden mundial.

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Por si puede caber alguna duda, a renglón seguido Petro carga contra el coche. La izquierda está obsesionada con el coche. Hay que acabar con el coche. Pero es que cuando alguien tiene recursos para comprarse un coche, como explica el nuevo mandarín colombiano, ya empieza a estar perdido para la izquierda. Parece que el remedio es volver a convertir los coches en bienes inasequibles para el pueblo.

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Naturalmente la otra pieza del discurso de Petro es la premisa de que si la gente deja de ser pobre, empieza a tener cosas, a vivir bien y a comprarse coches, eso es el fin de la humanidad. La forma de luchar contra el calentamiento global es conseguir que todo el mundo vuelva a ser pobre, o no llegue a salir nunca de la pobreza. No ser pobre no es sostenible. O sea, que tiene que ser todo el mundo pobre para ser de izquierdas y para salvar al planeta. Por eso el calentamiento global es un mantra indiscutible de toda la izquierda global. Porque la lucha contra el calentamiento global es el pretexto para empobrecernos a todos, de modo que a la par que salvamos el planeta nos volvemos todos de izquierdas. Que hay un calentamiento global apocalíptico y antropogénico será verdad o será mentira, pero que la lucha contra ese calentamiento real o imaginario se ha convertido en una palanca para que la izquierda imponga en todos los países su forma de pensar no se puede negar. Si sólo la pobreza es sostenible, la lucha contra el calentamiento global es la forma de conseguir que todos nos volvamos pobres sin que nos rebelemos. Y la forma de conseguir que pensemos lo que ellos quieren sin resistirnos.

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