Se produce en España una conferencia de presidentes autonómicos con el presidente del gobierno y, tal como está el país, el foco del debate es sin embargo en qué lengua se comunican o quién se saluda con quién. Si alguien te llama asesino o mafioso, ¿te besas o abrazas efusivamente con él o ella a continuación? El ambiente político y nacional se encuentra lo bastante degradado como para que, pasados ciertos límites, reviente hasta la cortesía institucional. Lo normal sería reprochar este abandono de la cortesía pero, al punto en que han llegado las cosas, ¿realmente es sostenible la cortesía institucional? ¿Se puede recuperar esa cortesía sin reparar antes todo lo demás? La razón de que los políticos tengan que dimitir ante determinados escándalos es precisamente que, al margen de que después sean inocentes o culpables, no se deteriore la convivencia social e institucional. Como aquí el gobierno ha apostado por el atrincheramiento en el sillón, dentro de la olla no deja de subir la presión.
Como veis en los medios, Ayuso se ha negado a dar dos besos a Mónica García en la Conferencia de Presidentes. Lo que no sabéis es que ayer una diputada de Más Madrid dijo que firmó sentencias de muerte y encima la propia Mónica García le dijo sinvergüenza.
— Ismael Sirio López Martín (@ismaelquesada) June 6, 2025
¿Besos? Ni uno pic.twitter.com/aPX3LpjItC
Nuevo bulo de @MasMadrid__. Ahora dicen que Isabel Díaz Ayuso no ha saludado a Mónica García.
— Lorenzo Pérez Rojo (@Lorenescfan1) June 6, 2025
MENTIRA: Le ha dado la mano, como lo ha hecho con todos. Ha sido cortés y cordial.
Pero no está obligada a dar dos besos. pic.twitter.com/JJ8qnQchIU
Entre toda la sucesión de momentos de tensión , los más mediáticos han sido el saludo entre Ayuso y Mónica García, que había llamado asesina a Ayuso, y el abandono de la reunión de la presidenta madrileña al mantener el lehendakari su postura de usar exclusivamente el euskera, obligando al resto de presidentes a usar pinganillos y un equipo de traductores. Es por otro lado la misma postura que mantenía Illa. Illa por cierto se supone que no es un asesino, aunque era el ministro de cuota catalana, licenciado en Filosofía y metido con calzador en un ministerio que le era tan ajeno como el de Sanidad cuando le tocó en suerte una pandemia que dejó 130.000 muertos. ¿Hubiera sido otro el resultado con un ministro que hubiera sabido algo de asuntos sanitarios? ¿Hubiera sido otro el resultado si se hubieran tomado antes medidas de contención en vez de esperar a toda costa a celebrar aquel maldito 8M? En España hubo 130.000 muertos y no 7.291. En casi todas las comunidades, incluyendo las sanchistas, explícita o implícitamente se aplicaron protocolos de triaje cuando hubo más pacientes que camas UCI disponibles. En todas las comunidades murieron ancianos en residencias. Es más, ni Madrid fue la comunidad con mayor proporción de ancianos muertos en residencias, ni Madrid fue la comunidad con más fallecidos por habitantes al final de la pandemia. Llamar asesina a Ayuso y no al resto de presidentes y responsables, empezando por Pedro Sánchez o Illa, no tiene ninguna lógica. ¿Pero estamos en todo esto en algún momento en el terreno de la lógica? La pregunta es quizá por qué estamos hablando todavía de la pandemia y sólo de la pandemia en Madrid cuando todo tipo de escándalos y corruptelas rodean al gobierno de Pedro Sánchez. Pues precisamente por eso. Eso es lo que pretende el gobierno. La derecha además tiene la delicadeza de no contestar a la izquierda echándole encima todos los fallecidos del conjunto del país o al menos los de las comunidades donde gobernaba el sanchismo.

¿Han sido todo malas caras? No, Juanma Moreno Bonilla, el presidente de Andalucía, se ha mostrado en cambio extraordinariamente efusivo con los líderes socialistas. No parece afectarle demasiado que llamen asesina o corrupta a su compañera de partido. Tampoco que Feijóo llame mafia al gobierno y que el PP se vaya a manifestar bajo ese lema este fin de semana. La cuestión es si sonríes al que llamas mafioso porque eres un falso o porque no te crees que sea mafioso.

Toda la conferencia de presidentes, por lo demás, conviene recordar que es un invento de Zapatero del año 2004. O sea, la Conferencia de Presidentes es una reunión que ni se celebraba hasta entonces, ni tiene respaldo constitucional, ni aparece en los estatutos ni en el Fuero, sino que como vemos hoy es un evento perfectamente inútil y prescindible, del que no sale nada provechoso y sirve como cortina de humo y fuente de conflictos. El único mensaje final discernible es el de Pedro Sánchez anunciando que no adelantará elecciones y que la legislatura acabará en 2027.
En esta conversación, Oskar Matute no te dice las cosas en euskera, y tú no le respondes en catalán. No hay nadie que te vaya traduciendo al oído, porque tenéis una lengua común.
— Chopenawer (@dchopenawer) June 6, 2025
¿Entiendes lo absurdo del pinganillo? https://t.co/bfYLG3g2nJ pic.twitter.com/75BSPKuCWj
El conflicto estrella de la reunión ha sin duda el de las lenguas. ¿Qué sentido tiene tener que recurrir a traductores cuando se reúnen los presidentes de las comunidades autónomas de España? Cuando todos los presentes conocen una lengua común, no tiene lógica alguna tener que usar pinganillos. Tener que recurrir a traductores es tan sólo el resultado de que haya presidentes que se niegan a usar la lengua común, el español. En un grupo de españoles en el que sólo uno habla gallego, es absurdo que uno se empeñe en hablar en gallego negándose a hablar español. Cuando Pradales se encuentra con Illa, no usan traductores sino que hablan en español. Si se reúnen en una habitación un saudí, un alemán, un chino y un paraguayo, y todos hablan inglés, no se les ocurre contratar taductores en vez de hablar en inglés, porque no odian el inglés. Tener que usar traductores hablando una lengua común, que además es propia, es algo que sólo pasa con los nacionalistas no porque amen el euskera o el catalán, que pueden hablar cuanto quieren entre catalanoparlantes o vascoparlantes, sino porque odian el español.
Un comentario
«Arte diabólica» es que un burgalés de pura cepa ,como Pradales, hable el vascuence; y que lo haga en una reunión donde todos los asistentes se expresan habitual y correctamente en español, especialmente él, constituye una zafiedad, que alguien ha respondido de forma apropiada.
Ese Catedrático Emérito de Antropología Cultural, Don R. R. , algunas veces da en el clavo. Con ese gracejo natural de sus prístinas raíces andaluzas y en la lengua que le es propia, ha venido a decir que Ayuso «dice y hace » aquello que esperan sus votantes que diga y haga. Esto es, la esencia misma de una representación democrática.¡¡ Que cunda el ejemplo!!