Pegar a VOX

Que se agreda a VOX es algo normal porque es el proceso lógico, inevitable, de pasarse el día criminalizando a VOX. Cuando además hay una agresión a VOX, la condena no es unánime. Hay quien de hecho alienta y justifica abiertamente estas agresiones. Si se estuvieran buscando estas agresiones, no se actuaría de otro modo. Si hay gente que para hacer política tiene que correr el riesgo de ser agredida y gente que no, es evidente que existe una desigualdad importante a la hora de hacer política y hay partidos a los que les gusta jugar con esta ventaja y están acostumbrados a tenerla. Sólo sucede que en Navarra, Cataluña o el País Vasco esta violencia y esta desigualdad es mayor.

Los que van a agredir a la gente de VOX están organizados, no es gente que aparece individualmente allí de casulidad. ¿Quién los organiza? Es quizá una pregunta pertinente a la luz de los últimos sucesos. A reventar los actos de VOX acude una masa segura de poder imponer su violencia y la fuerza de su número. Todo eso no se deja a la improvisación. ¿Van a condenar el resto de partidos la agresión contra VOX o el resto de partidos van a mirar para otro lado cuando no van directamente a legitimar, como en el 34, que se actúe violentamente contra sus rivales políticos?

Si a esos mismos que tiraron botellas a VOX, aplaudidos por cuentas en redes sociales de izquierdistas de toda España, les preguntas quién es fascista, responderán que UPN es fascista, que PP es fascista, que Ciudadanos era fascista, y que todo lo que no esté de acuerdo con ellos es fascista. Llaman fascista a llevarles la contraria y al hacerlo legitiman la violencia contra todo el que les lleva la contraria.

Como denunciábamos no hay libertad y no hay igualdad de condiciones para hacer política en Navarra. No nos extrañemos por tanto de unas encuestas y de un mapa político que es resultado de décadas de esa falta de libertad. Han desactivado el nivel matar, pero siguen teniendo activados todos los demás niveles de violencia de menor intensidad a matar.

Llama la atención en todo este asunto que VOX no va a hacer esto mismo a los mitines o las carpas de los demás. ¿Quiénes son entonces la amenaza a la libertad? ¿Quienes son los que realmente usan métodos fascistas para tomar el control de la calle y amordazar a los que piensan diferente? Da igual que alguien que practica el fascismo lleve una camiseta antifascista. Al fascismo lo definen sus actos y no las declaraciones impostadas.

La violencia abertzale sigue existiendo y sigue teniendo, como hemos visto este fin de semana, sus escuadristas, sus milicianos y sus txabales, por eso salieron en masa a apoyar a los ultras de Alsaua, porque quieren seguir teniendo entrenados y operativos a los grupos violentos a sus órdenes, con las ventajas que les da esa violencia para imponer su ideología en el paisaje urbano para su uniformdidad de pensamiento.

No es lo menos preocupante de todo que el PSOE señale como fascistas a sus rivales mientras gobierna de la mano de gente que llama a usar la violencia contra los señalados como fascistas