El de Ayuso es un caso peculiar. Por más que se esfuerce Feijóo, a quien la izquierda percibe como su rival en el PP es a Ayuso, no a Feijóo. Y sin embargo, ¿no es seguramente la izquierda quien sabe mejor que nadie quién es su verdadero rival? Entonces, ¿en qué lugar queda Feijóo?
La última polémica es que Ayuso no quiere ir a Moncloa a reunirse con Sánchez, en la ronda que el presidente está llevando a cabo con los presidentes de las diversas autonomías. En esto Ayuso se enfrenta a Sánchez, pero también al propio PP. ¿Debería acudir Ayuso a la Moncloa por una cuestión de respeto institucional? Parece en este sentido que existe una cuestión previa en cuanto a respeto institucional. Malamente te puede exigir nadie que hagas tal o cual cosa por respeto institucional cuando por otro lado te está llamando loca, asesina o corrupta sin ningún respeto institucional. Todo ello por no hablar de que el PP no parece enterarse de que vivimos en un estado de excepcionalidad y subversión institucional.
¿Es el novio de Ayuso un delincuente confeso tal y como repite el gobierno? No exactamente. Para empezar, confesar un delito no implica automáticamente la culpabilidad. La confesión de culpabilidad es sólo un elemento de prueba más. Por ejemplo, un padre puede confesar un crimen del que en realidad es culpable su hijo, para encubrirlo y protegerlo. Seguramente no es el caso del novio de Ayuso pero lo que queremos decir es que la confesión de un delito no es lo mismo que una sentencia condenatoria, sino un elemento probatorio más del juicio.
Por otra parte, el novio de Ayuso no se autoinculpa de un delito sin más, sino en el marco de un acuerdo con la fiscalía. Es decir, es como si dos partes pactan la compraventa de una vaca por un precio. En este caso una parte acepta declararse culpable a cambio de que la otra parte rebaje hasta cierto nivel la pena que reclamaba. Si el acuerdo se rompe la parte que no entrega el dinero no puede quedarse la vaca. La autoinculpación del novio de Ayuso también decae por tanto si la otra parte rompe el acuerdo. No puede ser que la otra parte rompa el acuerdo pero la autoinculpación siga vigente.
Por supuesto todo esto afecta a una persona que no era pareja de Ayuso en el momento de los hechos y a unos actos en los que Ayuso no tuvo participación alguna. Lo que alternativamente a la dimisión habría que pedirle a Ayuso sería que rompiera con su pareja. ¿Tiene sentido sin embargo que el PSOE o Podemos puedan pedir la ruptura de la pareja de Ayuso? ¿O qué responsabilidad le quedaría Ayuso si rompiera con su pareja? Esto no es como lo de Begoña, donde lo determinante es que la captadora de fondos del gobierno fuera la presidenta del gobierno. O que Sánchez llevara a cabo alguna actividad en calidad de presidente para favorecer a Begoña.
¿Es un indeseable el hermano de Ayuso por vender mascarillas en la pandemia? Aquí la cuestión no puede ser particular sino general. ¿Eran malos todos los que vendían mascarillas en la pandemia? ¿Estaba bien entonces buscar a un malo para comprarle mascarillas? ¿Por qué era un malo? ¿Porque había pocas mascarillas? ¿Porque los demás no podía encontrar mascarillas para venderlas? La cuestión sería que las mascarillas fueran deficientes, pero parece que las mascarillas vendidas por el hermano de Ayuso eran mascarillas perfectamente operativas. También sería reprochable que se le hubieran comprado mascarillas al hermano de Ayuso en vez de a otro, pero en pandemia faltaban vendedores, por lo que se compraba todo a todos, no por ser el hermano de Ayuso. Tampoco parece que al hermano de Ayuso se le compraran las mascarillas más caras que al resto, ¿dónde está entonces el problema con el hermano de Ayuso?
Dice el PSOE que Casado cayó por denunciar la corrupción del hermano de Ayuso, ¿pero qué corrupción? ¿Qué pruebas tenía Casado? ¿Por qué no fue el PSOE con esas pruebas a denunciar a Ayuso o a su hermano? Lo anormal fue que Casado montara un caso a Ayuso sin pruebas. ¿Y por qué Casado entró en un estado de paranoia respecto a Ayuso? Porque le pasaba lo mismo que a Feijóo, que la izquierda consideraba que su rival en el PP era Ayuso, no Casado. A Casado le empezó a entrar el terror de que esa misma percepción también la tuvieran los simpatizantes del PP, y a lo mejor es lo que le empieza a pasar a Feijóo. La pregunta es por qué el líder del PP no es la persona que la izquierda y el electorado del PP ven como la mayor amenaza para la izquierda.
¿Qué pasaría si cayera Ayuso? El principal beneficiado seguramente sería VOX. Hay muchos votantes del PP en Madrid que entre Ayuso y VOX votan a Ayuso, pero entre Feijóo y VOX a lo mejor votaban a VOX. Esto que sucede en Madrid, seguramente pasaría en muchos otros lugares de España. Es decir, en la medida en que Feijóo desplace al PP más a la izquierda, dejando más espacio a la derecha, más espacio electoral le queda a Abascal. Así que por un lado a Feijóo no le interesa destruir a Ayuso, al menos electoralmente, por el desplazamiento a la izquierda que experimentaría el PP, salvo que Feijóo piense que sería más lo que ganara moviéndose a la izquierda que lo que perdiera por la derecha. Por lo que sí le interesaría a Feijóo defenestrar a Ayuso es por afianzar su liderazgo. El problema para la derecha es que no puede estar liderada por las personas que mejor le parezcan a la izquierda. Esto tendría tan poco sentido como que la alineación del Real Madrid la hiciera el entrenador del Barcelona, el cual pondría de portero a Mbappé. La pregunta es si el PP no está poniendo de portera a Ayuso y de delantero a Thibaut Feijóo.
Un comentario
Ha respondido al chuleta tal como se merece.