La Fiscalía de Navarra ha archivado la denuncia presentada contra VOX por el inefable Ramón Alzórriz, portavoz en el parlamento foral del PSN. Alzórriz acudió el pasado 2 de octubre al Palacio de Justicia en Pamplona a hacerse la foto presentando la denuncia junto a Ainhoa Unzu y Ángel Moleón. La denuncia acusaba a VOX de un presunto delito de odio por una moción presentada en el Parlamento de Navarra sobre la inmigración ilegal y su relación con el aumento de la inseguridad. Esta moción incluía además la petición de expulsar a los inmigrantes en situación irregular, cerrar el centro de acogida de inmigrantes de Marcilla, o dejar de apoyar a las ONG que colaboren con el tráfico de personas. La Mesa del Parlamento, con el veto del cuatripartito, se negó a admitir a trámite esta moción y el PSN fue todavía un paso más allá, presentando la citada denuncia por delito de odio que se acaba de archivar.
Es evidente que tenemos un problema económico, social y de seguridad con la llegada masiva de inmigrantes ilegales. Pero tenemos un problema no menor que este con la deriva totalitaria de l a izquierda. ¿Qué es lo que pretendía el PSN? Convertir en ilegales los planteamientos que no coinciden con los suyos. Empezar a perseguir penalmente a la gente que no piensa como el PSOE. Hay una serie de ideas que son indiscutibles, las del PSOE, y una serie de gente que debe empezar a ser perseguida, la que no piensa como el PSOE. Delito de odio es todo lo que no piensa el PSOE, porque el PSOE tiene una etiqueta para criminalizar toda postura que no coincide con la suya. En unos casos la etiqueta será de machista, en otras de xenófobo, en otras de clasista, en otras de negacionista, fascista, homófobo… No hay postura discrepante con algo que piense el PSOE que no tenga su etiqueta criminalizadora, que no convierta en intolerable cualquier discrepancia con el PSOE, y que no merezca incluso ser perseguida penalmente, a través del delito de odio. Para odio sin embargo el que le tiene el PSOE a todo el que le lleva la contraria o le puede sacar del poder.
Pese a que la denuncia ha sido archivada, lo cierto es que su mera presentación o la existencia penal de esa difusa categoría de los delitos de odio sigue siendo una amenaza real para expresar cualquier discrepancia con la izquierda. De momento nos encontramos sólo frente a avisos, pero estamos frente a un proceso en continua progresión. Esta progresión avanza por un lado a través de las normas que penalizan la discrepancia o limitan la libertad de expresión, y por otro a través de la eliminación de la separación de poderes y la colonización del poder judicial.
Aunque la denuncia haya sido archivada, la moción de VOX sigue bloqueada en el Parlamento de Navarra lo que también constituye una notable anormalidad. Se le aplica a VOX un régimen de marginación que no se aplicaba ni a Batasuna. Pero no se trata además de que a VOX se le aplique un régimen de excepción, sino que la mayoría pueda vetar y bloquear a placer las propuestas de la oposoción. Un parlamento es un instrumento de control del gobierno y de la mayoría en el poder. O es eso o es una pantomina. Si es la mayoría de gobierno la que usa el parlamento para controlar y bloquear a la oposición, entonces la vida parlamentaria prácticamente se reduce a que el gobierno decida graciosamente si alguna de las cosas que hace son discutibles y quién las puede discutir. Vivimos gobernados por gente que odia la libertad.