Marte nos ataca. Pero no los marcianos, sino el propio Marte como planeta. Un estudio publicado en la revista Nature señala que el planeta rojo influye notablemente sobre el clima de la Tierra a través de las interacciones gravitacionales de ambos planetas, acercándonos o alejándonos del Sol y provocando alteraciones perceptibles en la temperatura.
La gravedad de Marte calienta el clima en la Tierra de forma cíclica, según Nature.
Un estudio de los datos de los últimos 65 millones de años muestra que Marte empuja a la Tierra más cerca del Sol cada cierto tiempo, elevando su temperaturahttps://t.co/fPBvHosQEo
— El Confidencial (@elconfidencial) March 13, 2024
¿Explica esto el calentamiento global? Pues a lo mejor no. El problema es que esto del clima es muy difícil de explicar. Lo que evidencia este estudio es que el clima es el resultado de una enorme cantidad de variables, que además no se llaman variables por casualidad, cuya cantidad e influencia ni siquiera tenemos muy claras, y que básicamente además escapan a nuestro control.
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Supongamos que de repente durante unos años hubiera una fuerte actividad sísmica o volcánica, que excediera en un cierto porcentaje la actividad sísmica o volcánica promedio de las décadas anteriores. ¿Pensaríamos que es por la acción humana? Buscando una causa humana, ¿podríamos acabar relacionando el aumento de la actividad sísmica con el paralelo aumento de la población china? Y para evitar un apocalipsis volcánico, ¿podríamos imponer en nombre de la salvación del planeta un carísimo proceso de transición racial a los chinos para disminuir su número? ¿Podrían imponer los creadores y beneficiarios económicos de este proceso de conversión de los chinos en negros (más ecosostenibles) una Agenda política, económica y social a través de un foro suizo al que todo el mundo prestara devoción?
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Naturalmente todo lo anterior no es más que una distopía incalificable, siquiera porque la realidad funciona un poco al revés. Son los chinos los que de algún modo están logrando que los blancos transicionemos hacia una forma de vida más costosa, eléctrica y ecosostenible para lo que los chinos nos proporcionan coches, baterías y dispositivos que ellos fabrican de forma barata y no ecosostenible emitiendo CO2 a todo trapo. Eso los coloca a ellos en el lado del growth y a nosotros en el del degrowth. Puede que todo eso acabe en un mundo más ecosostenible o sólo en un mundo en el que China sea la potencia dominante y nosotros unos mandados.
Los 146.000 millones de litros de vapor de agua que expulsó a la atmósfera el volcan Hunga Tonga podrían llegar a alterar el clima de la Tierra hasta el punto de calentarla durante los próximos cinco años, afectando también a la capa de ozono [28-7-22]. https://t.co/osM0qh3Apg
— Carlos (@futuropasado) June 27, 2023
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Mientras tanto el Sol pulsa con sus fabulosas tormentas y sus imprevisibles fogonazos, la bolita sobre la que construimos nuestros castillos de arena corre disparada a velocidades alucinantes por el espacio, el magma se mueve tras una fina cáscara solidificada bajo nuestros zapatos y Marte nos contempla con sorna mientras nosotros creemos dirigir los designios del universo.
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Un comentario
Según muchos investigadores, entre ellos algunos «premios Nobel» los ciclos climáticos se han producido por razones naturales mucho antes de la industrialización del planeta. El pico de temperatura del Período Cálido Romano a comienzos de nuestra era pasamos a una época más fría alrededor del 500 para subir de nuevo hacia el año 1.000 y volver a caer súbitamente hasta alrededor del año, en la llamada Pequeña Edad de Hielo. Desde entonces la temperatura del planeta habría subido de nuevo hasta cifras ligeramente superiores a la de los anteriores picos. Evidentemente en 1700 la actividad humana no generaba CO2. Vamos que pretenden manipularnos y manejarnos con dudosas situaciones.