Los españoles conocemos bien al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Es el que derribó la “Doctrina Parot” y permitió la salida en masa de las cárceles de etarras y violadores. Muchos de estos violadores volvieron a reincidir. Pero es que esta vez el Tribunal Europeo de Derechos Humanos se ha superado a si mismo llegando a unas cotas de bajeza difíciles de superar.
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El origen de esta noticia nos lleva a Francia y nos retrotrae al año 2014 cuando, para conmemorar el Día Mundial del Síndrome de Down, se comenzó a emitir en la televisión francesa un anuncio en el que aparecían familias felices con un hijo con síndrome de Down. El nombre de la campaña era «Querida futura Mamá».
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La muy republicana, supuestamente democrática, teóricamente libre e hipotéticamente humanista Francia, decidió prohibir esta campaña televisiva a través de su Consejo Superior Audiovisual. Se argumentó que la campaña podía traumatizar a las madres que habían decidido abortar o podían abortar en el futuro a un hijo con síndrome de Down.
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El Consejo de Estado francés ratificó la censura del Consejo Superior Audiovisual, por lo que una serie de organizaciones francesas decidieron elevar el caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo. Pues bien, este órgano se ha pronunciado y lo ha hecho bendiciendo la censura y la prohibición de normalizar, amabilizar y dignificar a los niños con Síndrome de Dawn.
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Del Tribunal europeo de los "derechos humanos".
Europa, das vergüenza. pic.twitter.com/xo2Qsxy90n
— Nacho Narváez, SJ (@NarvaezSJ) September 5, 2022
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Hay ocasiones, como esta, en las que el vocabulario se queda corto o entraría en lo delictivo para calificar la acción de un tribunal. O sea, que la gente tiene que tener la idea de que una familia en la que hay un niño con síndrome de Down necesariamente ha de ser infeliz, y no se pueden enseñar familias felices (que no es lo mismo que sin problemas) con un niño Down para que ninguna mujer embarazada decida tenerlo en vez de abortarlo, o para que no se traumatice viendo familias felices con un niño Down después de haberlo abortado. La de cosas que por lo visto hay que ignorar y negarse a ver para que el aborto acabe pareciéndote bien. Pero eso sí, celebremos todos hipócritamente el Día Mundial del Síndrome de Down
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+1 Dedicada al Tribunal de Estrasburgo y a la Justicia Francesa. Las personas con síndrome de Down son felices y tienen derecho a decir que lo son. Y sus madres también. A mi no me vais a callar. Dais vergüenza. No sabéis lo que es justicia. Estáis hundiendo la UE a pulso https://t.co/nj8J5nH23d pic.twitter.com/mU47QpNKdj
— Ana Stafford (@anamstafford) September 5, 2022
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Cabe sospechar que tampoco podrán mostrarse entonces imágenes de familias felices con un niño ciego, o con un enano, o con un parapléjico, o con un enfermo de ELA, o con un anciano con Alzheimer. Esto podría provocar también un trauma a las personas que los abortan o a las que, como alternativa a la indignidad de su existencia, les ofrecen humanísticamente la pendiente hacia la eutanasia.
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Con cariño al Tribunal Europeo de Derechos Humanos https://t.co/vwT0Eu9oWa pic.twitter.com/w54FVFa9nN
— Mariana 🖕🏻 Real 🐝💚+=+= (@MJaureguireal) September 5, 2022
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Hay desde luego un vídeo que, por publicidad engañosa, para no humanizarlos y normalizarlos, de ninguna manera debería emitirse en ninguna televisión de ningún país del mundo. El de una familia feliz en la que uno de sus miembros es magistrado del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Desgracia y gorda tener un hijo magistrado en este tribunal inhumano.
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https://www.youtube.com/watch?v=U6YTM2H1cIo
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