El igualitarismo que predica la izquierda resulta incompatible con la libertad, y esto afecta en definitiva lo mismo a los hombres que las mujeres. Pero si hoy toca hablar de la mujer, entonces hay que decir que el igualitarismo de la izquierda resulta incompatible con la libertad de la mujer.
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La izquierda anda muy preocupada, por ejemplo, por el hecho de que pueda haber más niñas jugando a las muñecas que a fútbol, o por que haya más ingenieros que ingenieras, o más directivos del IBEX que directivas, o más presidentos de comunidad autónoma que presidentas. Pero esta es una forma equivocada de defender la igualdad y la libertad (ambas cosas, no sólo una) de las mujeres.
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Puede haber dos motivos para que haya más ingenieros que ingenieras. Un motivo es que a las mujeres se les impida estudiar ingeniería, el otro que las mujeres elijan menos la ingeniería que los hombres. Lo primero es un problema, lo segundo una libre elección de las mujeres. La libertad de las mujeres no puede ser un problema. ¿Alguien por cierto reivindicará hoy la maternidad o ser mujer lo vamos a convertir ahora en cualquier cosa menos en elegir ser madre?
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Si el resultado de que las mujeres puedan elegir juguete, carrera o profesión es un 50-50, o un 40-60, o un 30-70, no importa porque eso es lo que sucede como fruto de la libertad. Si en todos los campos existiera una distribución por género del 50-50 eso exigiría una programación y una imposición. Lo que debe importarnos es que las mujeres puedan elegir, no lo que elijan. ¿A quien le vas a obligar a que no sea médica sino ingeniera para que se complete la cuota de ingenieras? Y en los campos como el derecho, la sanidad o el funcionariado, donde las mujeres son amplia mayoría, ¿vas a imponer cuotas para forzar la igualdad de los hombres? ¿Vas a dejar fuera de un puesto a una mujer que es mejor para que haya un 50% de hombres? ¿O estamos ante una nueva era de androfobia en la que no puede haber más de un 50% de hombres en ningún ámbito pero puede haber un 70% de mujeres en cualquiera?
Siete de cada diez empleados de la Administración de Justicia son #mujeres, según un informe https://t.co/bRePiIf4AJ pic.twitter.com/9QgkNwrfkQ
— infoLibre (@_infoLibre) November 30, 2017
En un día como hoy se van a multiplicar sin apenas oposición bulos como el de la brecha salarial. Hay dos cosas que podemos estar bastante seguros de que ningún empresario hace. Primero pagar más a un hombre por hacer lo mismo que una mujer. Si una mujer hace lo mismo que un hombre por menos salario, ningún empresario contrataría a un hombre para hacer ese trabajo. No por feminismo, sino por amor a los beneficios. La segunda cosa que un empresario tampoco haría nunca sería nombrar para el consejo de administración de su empresa a un directivo que le hiciera vender menos que una mujer. Los beneficios no tienen género. Si hay una diferencia salarial es porque o el trabajo, o la cualificación, o la antigüedad o las horas no son las mismas. Si hasta en la administración pública donde todo está perfectamente regulado hay una brecha salarial entre los funcionarios, es porque cuando se paga distinto salario no es por el mismo trabajo.
Cada vez más gilipollas 🤦 pic.twitter.com/iJF7op2UGS
— navaja mariposa (@NavajaMariposa) March 7, 2023
Por lo demás el gobierno aprieta pero no ahoga, te pone la soga pero te ofrece una alternativa. La mitad de tu consejo directivo se inscribe en el registro como mujer y asunto resuelto, al menos hasta que la paridad sólo tenga que ser entre hombre y mujer y no los otros 37 ó 47 géneros ya oficialmente reconocidos.
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Un comentario
Con respecto al último parrafo, ya se comenta en foros especializados lo que va a ocurrir en las próximas oposiciones a bombero en Madrid. Algunos van a pasar primero por el juzgado para declararse mujer y hacer las pruebas con los baremos de mujer teniendo pelotas como su padre. Todo un poema la cara de las candidatas a bomberas, se lo aseguro