La pasada semana Diario de Navarra publicaba una noticia en relación con la fijación de las fechas del juicio que, por el asunto de la muralla, llevo esperando casi dos años y medio. En la pieza no se limitaron a informar de la novedad del señalamiento, sino que se adornaron con un pequeño -y sesgado- resumen de las incidencias de la instrucción del caso. Al final del recuadro apuntaban un supuesto elemento inculpatorio contra mi persona. Según se decía, en uno de mis ordenadores se había instalado un programa llamado Paralels que supuestamente servía para enviar correos electrónicos y que, siempre según ellos, era además el sistema que se había utilizado para mandar el presunto chantaje a Asiain. Lo dicho por Diario de Navarra era una completa mentira, en ningún caso una confusión. Ni Paralels sirve para gestionar conexiones (basta ver la web del producto para comprobarlo) ni se sabe cómo mandaron el email que presuntamente recibió el denunciante.
La pieza, digo, no era inocua. Ni casual. A la injuria añadían cobardía, puesto que no estaba firmada por ningún redactor. La burda cuestión del Paralels es una insidia que en su momento puso en circulación la acusación de mi caso, a la que el periódico presta de nuevo su altavoz. Y por no variar, la noticia venía ilustrada con una foto que me hicieron un día a la salida del juzgado, cuando un fotógrafo me esperaba en el momento en el que me deslumbraba el sol tras el quicio de la puerta. En ella aparezco, lógicamente, con el ceño fruncido y la expresión extraña. Es su foto favorita.
Algunas personas me recomendaron ejercer acciones judiciales contra el periódico editado en Cordovilla, pero al final opté por requerir una rectificación a través de mi abogado. En efecto, al día siguiente no les quedaba más remedio que reconocer que ni Paralels sirve para gestionar conexiones, ni se sabe cómo mandaron el presunto email al denunciante. Pero el daño ya estaba hecho. Ocioso es decirlo, la rectificación se situaba en una mala página par, con menos espacio que la infamia inicial.
Porque aun con la rectificación, la pieza que me dedicaron es igualmente injuriosa y cobarde. Y ya no estoy dispuesto a aguantar más tiempo estas cosas. Tal vez algunos hayan confundido mi prudencia y mi silencio durante estos más de dos años con algún tipo de temor. Hasta hace poco me limité a facilitar la actuación de la justicia porque creí que era lo que tenía que hacer, y de paso me impuse callar muchas cosas. Esto último ya no va a ser así durante más tiempo. He sufrido por este asunto lo que a nadie deseo, y ya estoy harto de aguantar sandeces. No voy a permitir que se ponga en duda la integridad de mi comportamiento, ni mucho menos que se me presente ante la opinión pública como culpable de un asunto del que yo soy la víctima. Y por eso, porque ya no voy a tolerar más ataques, quiero contar ahora algunas de las razones -no todas- de por qué Cordovilla hace lo que hace.
Parte de la familia cívica
En muchas ocasiones -más en los últimos años- me han pedido que explique lo sucedido con la desaparición de Caja Navarra. Al margen de los detalles (algunos conocidos y otros todavía no), el caso se resume en dos conceptos esenciales: inicialmente hubo un quebranto económico culposo y luego la venta de un saldo. Lo primero tuvo con el modo en que se desempeñó la parte directiva de la entidad, que se dedicó a la megalomanía y al medro personal. Para hacer eso, era imprescindible contar con el beneplácito de los órganos teóricamente encargados del control de la entidad, a los que esa dirección hinchó de parabienes. En esto, el caso de Caja Navarra es idéntico al de Bankia. Si en aquella caja había tarjetas “black” para cargos políticos diversos, aquí hubo reuniones de un órgano “black” en los que otros políticos cobraban dietas triples incluso sin asistir a las reuniones. Y tanto fue el daño patrimonial causado (Comptos hablaba esta semana de una merma de valor patrimonial cercano a los 1.000 millones de euros) que al final no se pudo evitar la venta de los restos a precio de ocasión. Aunque sería más preciso decir que a Caja Navarra / Banca Cívica la tuvo que rescatar La Caixa, igual que a Bankia la rescató el Estado. La caja antaño más solvente de España, la nuestra, acabó trajinada en un saldillo.
Pero para que todo esto ocurriera sin que hubiera una relevante reacción social era imprescindible contar con la participación del todavía primer medio de comunicación de Navarra, el diario editado en Cordovilla. Así se constituyó en un interviniente más dentro de todo este proceso, como ahora diré. Un miembro más de la familia. Había motivos para ello. Veamos.
No hace falta remontarse al año 2001, cuando se intentaba vender la empresa Tenaria (operadora de cable en la que era accionista la editora de Cordovilla) a la operadora Ono. El proceso fue complejo porque el comprador inesperadamente rebajó el precio ofrecido, después de que la junta de Tenaria hubiera aceptado una oferta previa. En ese accionariado estaban juntos la Caja (a través de su corporación industrial) y la editora. Ya en aquello hubo quien allanó su camino hacia el beneplácito mediático de una manera tal vez no muy ortodoxa.
En tiempos recientes, que es lo que más nos interesa, las cosas se han ido sofisticando. Ya no se trataba de poner más o menos publicidad en el periódico como forma de moldear su actitud, aunque todo sea bueno para el convento. Es posible hacer las cosas de un modo más sutil, menos evidente para la mayoría. Con una apariencia más empresarial. Por ejemplo, mediante la cooptación de directivos.
Cooptación significa, en este caso, aunar para los mismos intereses a determinadas personas. Y así ha ocurrido entre la extinta Caja y el todavía editado períodico. El caso obvio es el del Director General de La Información S.A., Luis Colina, que ha sido también consejero de la Caja en los últimos tiempos, los tiempos que condujeron a su definitiva desaparición. Y no ha sido un consejero más. La prueba es que fue uno de los del repertorio de incondicionales que acompañaron a Goñi en su ya famosa comparecencia parlamentaria hace algo más de un año. Y no porque tuviera nada que decir, sino como muestra y representación ante los representantes políticos del pacto de hierro que existía entre los presentes, incluído Asiain. Todos ellos son responsables de lo que pasó, todos ellos intentan mantenerse a flote mediante el apoyo mutuo. Ninguno ha respondido ante la sociedad navarra por su responsabilidad en el final de nuestra Caja.
Y no ha sido Colina el único cooptado. También lo fue aquel presidente de turno del consejo de administración de La Información al que se reclutó para determinadas funciones relevantes y al cabo de unos años, cuando llegaron las vacas flacas, se despidió sin más explicación. O el notable caso de ese otro consejero de la Caja amigo íntimo de Goñi, el mismo que compró los relojes con los que se obsequió a los políticos, que compartió sus funciones en la Caja (alguna muy peliaguda) con la asesoría de negocios (algunos desastrosos, como El Universal) en el mismísimo corazón de Cordovilla. Incluso, con asistencia a las Juntas de Accionistas.
Otro caso notable fue el préstamo que por valor de más de 16 millones de euros concedió la Caja a La Información en 2008 (cuando ya empezaba a secarse el crédito para otras empresas) para adquirir ni más ni menos que un millón de acciones del grupo Vocento. Préstamo por el que se pagaron sólo intereses durante la mayor parte de su periodo de vigencia, el mismo periodo en el que tales acciones pasaban a valer un 85% menos del precio por el que se compraron. El resultado fue que los muy maltratados accionistas del periódico tuvieron que ver liquidada la Sicav de la sociedad para poder afrontar pérdidas por valor de 17 millones de euros. Al margen de la genialidad de quienes decidieron esa inversión -el otro día un accionista me decía que si se encontraba por la calle con el responsable la cosas acabaría a palos- lo que cabe preguntarse es si una entidad financiera cualquiera hubiera ofrecido su respaldo a una operación tan calamitosa. Yo creo que no. El roce entre la extinta Caja y Cordovilla hacía el cariño. Para los negocios ruinosos y para lo que fuere menester.
Fruto de todo ello ha sido el manejo informativo que el Diario dispensó a la situación terminal de nuestra entidad finaciera. Y no podrán decir ni la señora Artajo ni el señor Riezu (Miguel Ángel) que algunos no se lo advertimos. A ellos les pareció bien la salida a bolsa del engendro de Banca Cívica, siempre apoyaron esa opción, y ahí feneció definitivamente la Caja. Recuerdo un artículo que escribió Riezu (Miguel Ángel) pocos meses antes de esa salida a bolsa, en el que hablaba del “futuro de Caja Navarra”, y se refería a una fundación bancaria propietaria de acciones por valor de 1.000 millones de euros cuyos dividendos permitirían disponer de 70 millones para obra social todos los años. Qué bonito. Tan bonito que cuando se inició la cotización tales acciones apenas valían la cuarta parte de la cantidad afirmada. Eso pasa cuando se escribe al dictado.
Y si eso fue antes de la muerte de Caja Navarra, a día de hoy las mismas huestes se dedican a pagar los innumerables favores recibidos apoyando sin ambages a quienes me acusan de chantajear a Asian. Por eso perseveran en la actitud de machacarme todo lo que pueden, con mentiras o sesgos informativos de la peor clase. Siguen teniendo razones pecuniarias para ello, amén de afinidades personales bien conocidas. Veamos más.
La taquilla de Brandok
Hace unos meses conocí algo que sucedió tras verme implicado en el episodio de la muralla. Para entenderlo, quiero mostrar un documento. Se trata de una página del propio Diario publicada el día 26 de febrero de 2012, en la que se informaba de la presentación en Madrid de la empresa Brandok, perteneciente al grupo La Información. Contaba ese texto, que se puede ver en http://goo.gl/YiKRhO, que el entonces presidente del grupo Eugenio Arraiza (hoy metido de lleno en la plataforma de influencias de Goñi llamada red Co.Ciudadana) se refería a la creación de Brandok como una oportunidad “que tiene el valor añadido de formar parte de un grupo de interés capaz de forjar o destruir la reputación de cualquiera, y la reputación es un intangible sobre el que toda empresa, persona, entidad u organismo oficial asienta su futuro”. Lo que se interpreta claramente de una única manera: tú pagas servicios a Brandok y ellos, a través de su terminal mediática (el Diario) te crean la reputación o destruyen la que sea menester. Brandok, la taquilla fraterna del periódico. Dicho por ellos mismos.
Y ciertamente he sufrido por efecto de este mecanismo perverso. Hace meses me facilitaron un acta de la Comisión de Control de Caja Navarra en la que se acreditaba la contratación de trabajos por valor de 60.000 euros a Brandok para “consultoría e implantación de un plan de comunicación”. En el acta se indica que el consejero señor Colina (arte y parte) se había ausentado de la deliberación, y que a los presentes les parecía de “escasa relevancia” hacer ese contrato por ese precio apelando a que el grupo La Información había facturado el año anterior tanto como 34,2 millones de euros.
Pero el asunto no terminó ahí. He conocido que posteriormente a suscitarse el asunto de la muralla desde la Caja se encargó un informe especial relativo a “gestión de comunicación del caso Cervera” cuya factura se abonó en febrero de 2013 también a Brandok. La constatación de ello me la ofreció el mismísimo presidente de la Fundación Caja Navarra mediante carta del pasado 16 de septiembre, y en respuesta a un burofax que le remití unas semanas antes pidiéndole explicaciones.
Queda claro que desde la Caja se pagaron informes a Brandok sobre mis actos, y tengo que entender que, de acuerdo con lo que ellos mismos dicen de sí mismos, eso habrá servido para “forjar o destruir la reputación de cualquiera”, según palabras de Eugenio Arraiza. Por cierto, Asiain solicitó a lo largo del procedimiento instructor copias de determinadas declaraciones mías a los medios de comunicación. No quiero pensar que para ello se haya valido del informe que pagó la Caja y le hizo Brandok. No, no quiero pensarlo.
El periódico en su mismidad
Después de cómo ha deambulado Diario de Navarra en el tema de la Caja, lo mínimo sería pedirles que publicaran un editorial pidiendo perdón a la sociedad navarra por la responsabilidad indirecta que indudablemente tienen en la desaparición de la entidad financiera. Pero no lo harán. Al contrario, llevan tiempo muy preocupados por la mera posibilidad de que el tema se investigue. Algunos domingos llegan a publicar hasta cuatro artículos en los que critican que el Parlamento se pueda dedicar a ello. Son un caso muy peculiar en la prensa occidental: el único periódico que no quiere que las cosas se sepan.
Pero además de por los intereses que deben ocultar, tampoco son capaces de reconocer el daño que le han hecho a la sociedad navarra por una razón de orgullo. Reconozco la profesionalidad de la media docena de buenos periodistas que en esa casa he conocido, pero me temo que el modelo imperante es el de aquel redactor que hace unos años llegó para cubrir una sesión parlamentaria y antes de empezar mandó un tweet con una foto del hemiciclo y el comentario “ya van llegando los críos”. Decía Jesús de la Serna, maestro de periodistas fallecido recientemente, que las tres virtudes que exigía su profesión eran “humildad, humildad y humildad”. En Cordovilla no gastan de esto.
El periódico al que libremente dedico este artículo (ya no me llama Carmen Martínez Castro para que me modere en mis apreciaciones al respecto) no sólo es cómplice del peor acontecimiento de la Navarra reciente, la desaparición de la Caja, sino que da pena verlo en sí mismo. Basta ver el panorama de opinadores que han sacado en la edición del domingo pretendiendo hacer un periódico con más empaque, para que al final te quieran hacer leer lo que unos señores apoltronados en la redacción dicen que debe pensar la sociedad y hacer los políticos. Es raro el día en el que no hay una falta semántica, gramatical o tipográfica en un titular. Cuando lo leo suelo dedicar unos tres minutos a tal menester -ahorro al lector el detalle de en qué momento del día lo hago-, y sin embargo a cualquiera de la media docena de digitales a los que suelo acceder le dedico más del doble de tiempo y de manera más recurrente. La caída de ventas les acerca peligrosamente al umbral de rentabilidad, y de ahí llegó el serio problema laboral que tuvieron el año pasado, cuando el Diario fue el primero de los periódicos españoles en aplicar el Convenio Estatal de Prensa Diaria, lo que supuso bajadas salariales del 50% a sus trabajadores. Alguien debió pensar que hacer un periódico era como hacer tornillos, que no hacía falta disponer de buenos profesionales y decentemente pagados. La maquetación sigue igual desde el siglo pasado, y basta ver periódicos como el Heraldo o Las Provincias para apreciar en ellos un esfuerzo gráfico y de contenidos que aquí ni siquiera saben imaginar. Los accionistas, que años atrás podían llevar sus acciones a un banco y dejarlas como garantía de un préstamo para comprarse una casa, hoy ya no saben qué hacer con ellas. Y así todo.
Este año pasado ya no se editó el tradicional Anuario del Diario. El horno no estaba para bollos, por el conflicto laboral y por la caída de rentabilidad. Gracias a eso nos ahorramos las no menos tradicionales palabras de la directora cuando antaño se refería a la función del medio de “controlar mejor al poder y criticarlos sin remilgos cuando lo que está en juego es la ética pública”. Cuánta desvergüenza.
15 respuestas
Pesada exposición de conjeturas sin pruebas y,sobre todo,sin citar porqué fue a recoger el sobre del dinero en vez de denunciarlo a la policía.También Bárcenas se proclama inocente, y Granados,y Fabra y Matas y el marido de la Mato etc etc
¡Dios mío!
Y lo que es peor… Todos estos siguen luciendo palmito por nuestras calles caminando con aire de perdona vidas.
Está claro que criticar el poder establecido siempre ha sido arriesgado, pero aquí… ¡Ay aquí!
Primero la Caja (Carlos III), luego la Hacienda (Carlos III), luego Osasuna (Sadar)… ¿Qué será lo siguente? ¿Por dónde sigue la carretera?
¡Ay! Ojala.
De mojados al río.
Después de hacer desparecer 1000 millones de euros, machacar a los que dieron la voz de alerta les debe parecer un juego de niños.
Renovación, Esparza, o estos de Cordovilla serán tu tumba y la de Navarra, con todos los navarros de bien como sardinas en lata.
El diario es un cetáceo arponeado. Y los coletazos de su agonía pueden matar al que se acerque demasiado. Basta ver el contenido para darse cuenta de que esta de recortes. Refritos de agencia, noticias tristonas de toque humano, fotos enormes para ahorrar texto, promociones (sartenes, perolas), lamidas de suela a Maya (para algo cena semanalmente con un lejano pariente mío que esta en la redacción) y Osasuna, mucho osasuna.
No hay anuario, hay cada vez menos anuncios, los de imprenta se ponen en huelga…
En fin , a seguir viendo como se hunde desde esta isla de libertad que es NC
(Consejo personal de la máxima prioridad para SC STOP. Si le llega un correo ofreciendo información sobre Osasuna y le convoca en la muralla no acuda STOP. Puede ser una trampa STOP)
Al margen del contenido, se aprecia un tremendo rencor en sus palabras, Sr. Cervera, y eso no es propio de una de las cabezas mas válidas de Navarra. Le oigo a usted atacando al diario entrando en los detalles, y me recuerda al “y tu mas” del colegio.
El diario está muriendo. No se ponga usted a su altura. Busque nuevos horizontes -que los hay-, en la política, y pase página.
Ubaldo, no tengo rencor alguno, pero sí la determinación de no tolerar más infamias. Lo de la muralla ha sido una tragedia para mi, pero al menos he ganado una libertad para decir las cosas que antes no tenía. Estoy deseando situarme en esos nuevos horizontes, dejar atrás tanta mezquindad y dedicarme lejos de aquí a las cosas que más me gustan, en ningún caso la política. Pero me temo que todavía me quedan unos pocos meses para poderlo hacer. Mientras tanto, como te digo, no pienso aguantar más infamias, y menos de esa gente.
Tienen que cambiar las cúpulas de los partidos, la forma tradicional de organizarse en torno al hombre fuerte (ay, la “devotio” hispana!). Tiene que cambiar la operativa, los estatutos, los órganos de garantía controlados por las ejecutivas. Tiene que cambiar la mentalidad de todo vale en pos del poder, o el poder pal pueblo, pero sin el pueblo, o dales caña Arfonzo!, o “Montesquieu ha muerto” y el final “quien se mueva, no sale en la foto”, foto de autoritarismo cañí, con uniforme verde oliva o con traje de pana, da igual.
La gente tiene que querer dejar de ser “el pueblo” terrible en su cólera, pero pasivo y dirigido que cree que necesita del Poder del estado para defenderse del vecino y poder medrar, y empezar a ser ciudadanía exigente y que se autotutela porque se sabe unica y al mismo tiempo, interdependiente de su vecino.
Tienen que cambiar, desde luego, y mucho, los medios de comunicación, extendidos en la conquista del poder, o agazapados y heridos en su desesperada defensa.
Entiendo al Sr.Cervera ya que todo lo que dice es verdad pero habrá que recordarle que cuando disfrutaba de poder en Navarra se apoyaba todo lo posible en sus entonces amigos del DN.Como ejenplo la Ley de Farmacias que iba a aser un ejemplo para toda España y que por cierto nadie a aplicado.Sr Cervera hay que estar a las duras y a las maduras.
Sr. Cervera entiendo su drama personal por el episodio de la muralla y de verdad que lo lamento.Vd.podía ser en estos momentos el candidato válido para estas elecciones en las que personajes de segunda van a llevar al partido, hasta los infiernos
Dado el amor demostrado que tenemos el Sr. Cervera y yo a una marca de ordenadores, etc. (Apple, perdón por la publicidad) hemos de aclarar que Parallels -que es la denominación correcta- es un paquete informático que sirve para que programas diseñados para Windows corran o se ejecuten en OX Yosemite (última versión de del S.O. de los distintos modelos de Mac (excluidos teléfonos y tablets). Desde luego, para “ocultar” correos electrónicos y otras zarandajas no sirve. Y, para esta misión, hay programas tanto anti como detectores. La Guardia Civil cuenta con un programa bastante sofisticado para la detección. Esto último lo conozco no por mi formación sino porque mis vástagos (hacen bien) son Ingeniero de Telecomunicaciones e Ingeniera Informática, respectivamente.
En fin, no saben ustedes el suplicio que es estar en un despacho viendo enfrente El Sadar y el Navarra Arena y explicando que los impuestos sirven para financiar gastos en base a los principios de eficiencia y economía.
Por donde sigue Vecino…yo te puedo decir…hay mucha Mier da en los sindicatos y la Patronal,y alguno ya puede ir santiguándose….perdón que son sociatas y comunistas,si si incluido alguno en la Patronal….Soziatas de dinero ajeno…sueldazos y ……………..y……………..
Bienvenido Santiago por descubrir (aunque un poco tarde) lo que es el rotativo de Cordovilla. El nivel de los murugarren, sanchez, l. sanz y compañía deja mucho que desear, artículos de muy baja calidad, tendenciosos y, muchas veces, repletos de mentiras.
Santiago, deberías haber controlado mejor a tu ex-compañero Eloy, un personaje sobre el que sigue callando NC o Cordovilla.
El nerviosismo se denota en cada una de sus palabras. El titulo de esta entrada debería de haber sido “Santiago Cervera se suicida mediaticamente a tres meses de su juicio”. No se quien le asesora pero desde luego, muy mal asesorado. No hay mas que ver la estrategia de casos muy parecidos (los hay en todos los lados) en Alemania, Italia o Reino Unido y hacer una estrategia similar.
Que en redes sociales solo le hagan RT los vasquitos, nacionalistas y demas, deja mucho que decir.
No creo que sepamos lo que realmente ha ocurrido nunca, pero lo que es cierto es que el tiempo, pone a cada uno en su sitio.
la visión del Diario que hace Santiago Cervera es muy acertada y la llevamos diciendo algunos desde hace bastante tiempo.
La única duda que tengo al respecto del asunto de la muralla es que papel tiene el lustroso Eloy
Sigo pensando qu el nerviosismo se denota en cada una de sus palabras. El titulo de esta entrada debería de haber sido “Santiago Cervera se suicida mediaticamente a tres meses de su juicio”. No se quien le asesora pero desde luego, muy mal asesorado. No hay mas que ver la estrategia de casos muy parecidos (los hay en todos los lados) en Alemania, Italia o Reino Unido y hacer una estrategia similar.
Que en redes sociales solo le hagan RT los vasquitos, nacionalistas y demas, deja mucho que decir.
No creo que sepamos lo que realmente ha ocurrido nunca, pero lo que es cierto es que el tiempo, pone a cada uno en su sitio.