Séptimo aniversario del 11-M

 

Siete años después del atentado más grave de la historia de España, muchos son los análisis y las interpretaciones que han intentado arrojar luz sobre un asunto tan doloroso. Además de la clave humana, que dejó 193 personas muertas y 1.858 heridas, el atentado ha dejado una cicatriz adicional en la sociedad española por su innegable clave política. Esta clave política resulta tan evidente que, tras una unanimidad inicial, desde las primeras horas y durante años e incluso hasta la actualidad, la autoría del atentado la decidían la mayoría de las personas más por su propia adscripción ideológica que por el peso de las pruebas.

El testimonio de Zapatero durante la Comisión del 11-M

Durante la comparecencia del presidente del gobierno en aquella comisión, se le preguntó directamente: “¿Cree usted que la masacre del 11-M fue por nuestra decisión de Irak?”. Zapatero respondió asegurando que, aunque no se podía atribuir la responsabilidad del atentado a ningún partido, “el apoyo a la guerra elevó un riesgo ya conocido”.

¿Cuál pudo ser el detonante del atentado?

Lo cierto es que el atentado del 11-M es un atentado insólito. No por tratarse de un atentado islamista indiscriminado contra un país occidental, pero sí por llevarse a cabo en las 72 horas previas a unas elecciones generales con la previsible intención de influir sobre ellas. ¿Pero por qué querría el terrorismo islámico influir sobre unas elecciones en España? La respuesta tal vez podamos encontrarla en un hecho que sucedió el 13 de febrero del 2004, y que fue el compromiso público de Zapatero durante una entrevista de retirar las tropas de Iraq si el PSOE ganaba las elecciones. Hasta ese momento, y a este respecto cabe citar sus propias palabras en el Congreso el 2 de diciembre del 2003 cuando, el entonces líder de la oposición -que se había opuesto a la guerra de Iraq-, reconocía sin embargo la necesidad de mantener las tropas para no provocar un caos que dejara pequeña la guerra en los Balcanes: “Quiero que nuestros soldados puedan regresar cuanto antes, pero si abandonamos Iraq a su suerte el desastre humano en ese país puede tener proporciones gigantescas, porque las rivalidades históricas entre chiítas, sunitas y kurdos, entre otros, darán lugar a enfrentamientos que podrían hacer pequeña la guerra civil en los Balcanes“. La promesa de retirar las tropas un mes antes del atentado, por consiguiente, supuso un novedoso cambio de criterio.

Conclusión hipotética sobre la elección de la fecha y forma del atentado

A partir de febrero del año 2004, en consecuencia, la promesa de retirar las tropas de Iraq razonablemente pudo provocar que el terrorismo islámico ya no fuera indiferente a quién resultara el ganador de las elecciones en España. A partir de ese momento, parece lógico que el terrorismo islámico comenzara a preguntarse cómo podía influir en los resultados de esas elecciones para que ganara el PSOE y que la respuesta a esa pregunta fueran los atentados del 11-M. Es lógico que aún hoy los ciudadanos nos preguntemos por qué los atentados fueron de aquella manera o tuvieron lugar el 11 de marzo y no otro día, y la hipótesis expuesta puede ofrecer una respuesta lógica.

Como declaró Rodríguez Zapatero ante la comisión de investigación del 11-M, “eso no significa atribuir la responsabilidad a ningún partido. Los terroristas islamistas son los responsables”. Aunque aplicando su propia teoría del “riesgo”, tal vez su propuesta de retirar las tropas acaso concretó o “elevó un riesgo ya conocido”.

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2 respuestas

  1. La mayor vergüenza para nuestro Ejército y la culminación del despropósito de la postura de la izquierda con respecto a la guerra de iraq.
    Había que estar, pero hubiéramos tenido que continuar, al menos un tiempo prudencial.
    De los atentados los culpables los terroristas sin lugar a dudas.

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