La presidencia de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona no es un asunto menor. No lo es económicamente, porque implica la gestión de un presupuesto de más de 100 millones de euros. Y tampoco es un asunto menor políticamente, porque indica qué tipo de equilibrios y compensanciones se establecen entre las formaciones que apuntalan el gobierno de toda la Comunidad Foral de Navarra.
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La dispersión del voto podía haber favorecido la elección del candidato de Navarra Suma, aunque de hecho todo el mundo daba por supuesto que algo sucedería para que Navarra Suma no alcanzara la presidencia como formación con más votos. Y efectivamente es lo que sucedió en el último momento. Lo sorprendente fue la fórmula utilizada, pero no que alguna fórmula se utilizaría.
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En la primera votación los socialistas votaron por sí mismos, mientras que Bildu retiró a su candidato para votar a un candidato independiente, o “independiente”, como prefieran. De este modo, había 3 candidatos (el del PSN, el de Navarra Suma y el “independiente”) ninguno de los cuales obtuvo mayoría absoluta en primera vuelta. En la segunda vuelta, la socialista Esporrín retiró su candidatura y los socialistas apoyaron al candidato independiente al que había apoyado Bildu. De este modo el candidato “independiente” se alzó con la presidencia.
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Pese a la pirueta de última hora, parece bastante obvio que ha habido un acuerdo previo. De entrada porque el hasta ahora presidente Aritz Ayesa, de Bildu, reconoció antes de la votación haber mantenido reuniones con los representantes de todos los grupos menos con Navarra Suma. El pacto de los socialistas con Bildu se parece cada vez más al bosón de Higgs, que mucho antes de que pudiera observarse se sabía ya perfectamente de su existencia por los efectos que provocaba.
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Un comentario
¿Pirueta?
Pero ¿cuándo se van a dar cuenta que es que el PSN es esto? Es esto. No hay más…
¿O es que no se saben el chiste del oso y el cazador?… Pues eso: «A ver si tú no vas venir a cazar»