Por los datos que recibía quizá debía saber más que los propios socialistas navarros, a quienes sus jefes de Ferraz les informaron tarde y mal de sus últimas decisiones. Y, por tanto, Sanz igual estaba más seguro que otros sobre el hecho de que iba a repetir Gobierno, aunque ello le supusiera ponerse algunas inyecciones del famoso "talante" y parecer el nuevo amigo de los socialistas. Como señala con cierta malicia el periódico autoproclamado progresista El Plural, Miguel Sanz "da la impresión de haber sabido con antelación todo lo que iba a suceder". El diario digital duda de que el idilio con el PSOE aguante muchos meses, sobre todo teniendo en cuenta la cercanía de las generales. "Pretende lo imposible: mantener su discurso previo a las elecciones municipales y seguir dando la impresión de un presidente transigente y abierto al diálogo".