El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha presentado un plan de 20 puntos para poner fin a la guerra en Gaza. Este marco, respaldado ya a estas horas por varios países árabes, europeos y la Autoridad Nacional Palestina, busca un alto el fuego inmediato, la liberación de rehenes y la reconstrucción de la Franja. Netanyahu lo ha aceptado y ahora se espera la respuesta de Hamás, a quien se le ha dado un plazo de 72 horas. El plan no obliga a nadie a abandonar Gaza y enfatiza la no ocupación israelí. A continuación, los puntos principales, sintetizados, de la propuesta oficial de la Casa Blanca:
- Gaza será una zona desradicalizada y libre de terrorismo, que no represente una amenaza para sus vecinos.
- Gaza tendrá un nuevo desarrollo en beneficio de su población, que ha sufrido más que suficiente.
- Alto el fuego inmediato.
- Liberación de rehenes en 72 horas: Hamás debe entregar a todos los rehenes israelíes vivos (incluyendo mujeres, niños y ancianos) y sus restos mortales en un plazo de tres días tras la aceptación del acuerdo. Intercambio de prisioneros: Israel liberará a 250 prisioneros condenados a cadena perpetua y 1.700 gazatíes detenidos después del 7 de octubre de 2023.
- Retirada israelí por fases: Las Fuerzas de Defensa de Israel se retirarán de Gaza en etapas, condicionadas al cumplimiento de la liberación de rehenes y avances en seguridad, sin anexión ni ocupación permanente.
- Desmilitarización de Hamás: Hamás debe renunciar a su control político y militar de Gaza, destruir sus capacidades bélicas y entregar todas las armas. Los militantes que no acepten podrán salir de Gaza con salvoconducto hacia terceros países.
- Ayuda humanitaria inmediata: Al aceptar el acuerdo, entrará ayuda completa a Gaza, con al menos 600 camiones diarios (como en el pacto de enero de 2025), incluyendo rehabilitación de infraestructuras (agua, electricidad, alcantarillado), hospitales, panaderías, retiro de escombros y apertura de carreteras.
- La entrada de distribución y ayuda en la Franja de Gaza se llevará a cabo sin interferencias de las dos partes a través de las Naciones Unidas y sus agencias, y la Media Luna Roja, además de otras instituciones internacionales no asociadas de ninguna manera con ninguna de las partes. La apertura del paso fronterizo de Rafah en ambas direcciones estará sujeta al mismo mecanismo aplicado en virtud del acuerdo del 19 de enero de 2025.
- Apertura de pasos fronterizos: El cruce de Rafah se abrirá en ambas direcciones bajo el mecanismo del acuerdo de enero de 2025, regulando la entrada y salida de personas y provisiones.
- Se establecerá una zona económica especial con aranceles preferenciales y tasas de acceso que se negociarán con los países participantes.
- Gobierno transitorio en Gaza: Se creará un comité palestino tecnocrático y apolítico (sin Hamás) para gestionar servicios públicos y municipios, compuesto por palestinos calificados y expertos internacionales.
- Supervisión internacional: El comité estará bajo control de la «Junta de la Paz», un organismo de transición presidido por Trump, con participación de Tony Blair y otros líderes por anunciar. Esta junta manejará la financiación y marco para la reconstrucción.
- Reconstrucción y desarrollo económico: Financiación internacional para reurbanizar Gaza, crear una zona especial de desarrollo y restaurar condiciones de vida básicas, hasta que la Autoridad Palestina complete reformas internas.
- Estados Unidos colaborará con socios árabes e internacionales para crear una Fuerza Internacional de Estabilización (ISF) temporal que se desplegará inmediatamente en Gaza. La ISF entrenará y prestará apoyo a las fuerzas policiales palestinas seleccionadas en Gaza, y consultará con Jordania y Egipto, que tienen una amplia experiencia en este campo. Esta fuerza será la solución de seguridad interna a largo plazo. La ISF colaborará con Israel y Egipto para ayudar a proteger las zonas fronterizas, junto con las fuerzas policiales palestinas recién entrenadas. Es fundamental impedir la entrada de municiones en Gaza y facilitar el flujo rápido y seguro de mercancías para reconstruir y revitalizar Gaza. Las partes acordarán un mecanismo para evitar conflictos.
- Reformas en la Autoridad Palestina: La Autoridad Nacional Palestina debe implementar un programa de reformas (basado en planes previos como el de Trump de 2020 y la propuesta saudí-francesa) para recuperar el control seguro de Gaza.
- Camino hacia la autodeterminación palestina: Una vez completadas las reformas y la reconstrucción, se abrirá una vía creíble hacia un Estado palestino, reconociendo la aspiración del pueblo palestino.
- Diálogo interreligioso: Proceso para promover tolerancia y coexistencia pacífica entre palestinos e israelíes, enfatizando los beneficios de la paz.
- No desplazamiento forzado: Nadie será obligado a abandonar Gaza; quienes deseen salir podrán hacerlo libremente y regresar.
- En caso de que Hamás retrase o rechace esta propuesta, lo anterior, incluida la ampliación de la operación de ayuda, se llevará a cabo en las zonas libres de terrorismo que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) hayan entregado a las Fuerzas de Seguridad Interna (ISF).
- Estados Unidos establecerá un diálogo entre Israel y los palestinos para acordar un horizonte político que permita una coexistencia pacífica y próspera.
El plan presentado por la Casa Blanca abre por tanto la puerta a un alto el fuego inmediato. Quien tiene ahora que tomar una decisión es Hamás. O Gaza es un territorio autónomo, libre, pacífico y democrático, o es un campamento terrorista de Hamás. La elección es entre la paz o que Hamás siga usando Gaza como campo terrorista. No demostraría mucho amor Hamás a los gazatíes si por no renunciar a usar Gaza como base elige que siga la guerra y el padecimiento del pueblo gazatí. Basta ya además de identificar a todos los gazatíes o todos los palestinos con Hamás.

Pedro Sánchez y ha mostrado su apoyo al plan de paz del malvado Trump, el peligroso fascista al que el PSOE tenía que parar. En este caso no tiene sentido sin embargo reprocharle a Sánchez este cambio para bien de opinión. Mucho peor es la coherencia criminal de los socios de Sánchez. Las mismas Montero y Belarra que vociferaban en medio de la kale borroka contra la Vuelta a España, rasgandose las vestiduras por el genocidio gazatí, ahora resulta que no quieren poner fin a ese genocidio gazatí. Para ellas es más importante que Gaza siga siendo una base militar de Hamás o que desaparezca Israel. Asumen por tanto, aunque después hagan como que se escandalizan, todos los bombazos sobre Gaza que puedan caer a partir del momento en que se rechazara el plan de paz.
Es terrible que el presidente del Gobierno dé la bienvenida al plan de dominación colonial para Palestina anunciado por Trump. Es una humillación al pueblo palestino que tiene derecho a ser libre. De nuevo Sánchez colocándose en el lado incorrecto de la historia. https://t.co/7VrckngLvT
— Ione Belarra (@ionebelarra) September 30, 2025
Trump le ha dejado sin Premio Nobel de la Paz a Sánchez y Montero tendrá que empezar a hablar de pulseras
Evidentemente Trump, aunque no estaba en esto sino en la paz, ha tumbado de un plumazo como efecto secundario toda la estrategia política y propagandística de la izquierda en España. Se acabó la cortina de humo. Gaza ya no es algo que divide a la derecha sino a la izquierda. A estas horas todos los países, incluyendo China y Rusia, los propios palestinos, y todas las fuerzas políticas razonables, apoyan el acuerdo de paz. Los socios de Sánchez están haciendo el ridículo. Sólo se oponen al plan de paz Hamás, las organizaciones yihadistas y los socios de Sánchez. Al menos Sánchez ha sabido entender el giro de los acontecimientos y se ha colocado en el lado que apuesta por el fin de la violencia bajo unas condiciones realistas. ¿Cuál es la apuesta de Podemos, Sumar, Bildu y compañía? ¿Una victoria militar de Hamás? ¿Esperar que cuando la flotilla de la Colau llegue a Gaza en 2087 se instaure mágicamente la paz? ¿Tirar más ciclistas al suelo hasta matar a alguno? ¿No jugar el mundial?
Es la hora de retratarse. Es la hora de asumir los hechos en el mundo real.