Cada día Esparza se mete en un charco. Parece que no pueda evitarlo, o en realidad igual es que a estas alturas y en este caso ya está buscando deliberadamente el enfrentamiento con el PP. O sea, Navarra Suma como aquella coalición electoral que se firmó con Albert Rivera está tan muerta (políticamente) como el propio Rivera y el partido de Rivera. A lo mejor lo suyo sería incluir a VOX, o dejar sólo a UPN y el PP, o como seguramente anhelan los nostálgicos del quesito dejar sola a UPN. El caso es que, por patosa adicción a los charcos o por estrategia, Esparza no perdió ayer ocasión de generar un nuevo pequeño lío a cuenta del apoyo de Cayetana Alvárez de Toledo a Sayas y Adanero.
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Esparza, a Álvarez de Toledo: "Me hubiera gustado verla defender sin escolta la libertad en Navarra" https://t.co/WuiTj7gFR6
— Europa Press Navarra (@EPNavarra) February 14, 2022
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Además de sugerir que siendo alcalde sin escolta en Navarra doña Cayetana Alvarez de Toledo hubiera colocado la ikurriña en su ayuntamiento, Esparza ha declarado que “parece mentira que a Álvarez de Toledo, que se caracteriza por ir de cara, le parezcan bien la cobardía, la mentira y el engaño del que hicieron uso estos dos diputados, que en lugar de decir abiertamente que estaban en contra y por tanto que iban a votar no a la reforma laboral, manifestaron en público y en privado, ahondando en la deslealtad, que aunque no compartían el criterio del partido iban a votar si siendo ellos conocedores de que su voto iba a ser no«. O sea, que Esparza les reprocha a Sayas y Adanero no saber que con su voto se cargaban el pacto secreto que Esparza no les había revelado de cara. Qué escándalo. Qué secretismo taimado el de Sayas y Adanero. Qué vergüenza para Navarra.
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Añadiendo nuevos despropósitos a su paso por el último micrófono, Esparza declaraba que «quienes han sido y son un dique de contención en la defensa de la autonomía de Navarra y la unidad de España no son el señor Sayas y el señor Adanero, sino los centenares de alcaldes y alcaldesas, concejales, parlamentarios, miembros de los comités locales, afiliados de UPN, que durante décadas han estado defendiendo y estamos defendiendo una Navarra foral y española». O sea, que Adanero y Sayas nunca en el pasado han defendido la foralidad y la españolidad de Navarra. Menos mal que han votado en contra de la reforma laboral y le han dado una excusa a Esparza para intentar echarlos, o los hubiéramos tenido ahí cuatro años conspirando contra la españolidad y la foralidad de Navarra y sin que Esparza nos lo contara. Hombre, nadie duda del compromiso de los alcaldes y alcaldesas de UPN con la defensa de España y la autonomía de Navarra, pero resulta un poco ruin negarles ese mérito a Sayas y Adanero más allá de que se pueda estar de acuerdo o en desacuerdo con su última actuación.
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Es un lujo tener a @inaki_iriarte en el grupo parlamentario y, además, poder leer sus magníficos artículos, con rigor y conocimiento.
Por el contrario, hay quienes pretender dar lecciones desde el desconocimiento más absoluto.
Muchas gracias Iñaki. pic.twitter.com/TfWaslWEK0— Javier Esparza (@JavierJesparza) February 14, 2022
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Iriarte al rescate
En una nueva prueba de que hay tormenta y preocupación dentro del espectro político de UPN, Iñaki Iriarte ha tenido que salir al quite escribiendo un artículo en defensa de Esparza y justificando las mayores represalias contra Adanero y Sayas. Para Iriarte el caso y sus circunstancias están muy claros y se circunscriben a que “dos diputados votan lo contrario de lo que les ha ordenado su partido; comprensiblemente, éste considera que ya no puede confiar en su trabajo y les reclama el acta”. En definitiva, concluye Iriarte: “nada que no sucediera en cualquier otra formación política”.
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Pues no necesariamente, por más que lo diga Iriarte. La propia Cayetana Alvarez de Toledo, citada por Esparza, rompió la disciplina de voto respecto a la renovación del Tribunal Constitucional y ni se le exigió el acta de diputada ni se le intentó expulsar del partido ni se le impuso una suspensión de militancia de dos años y medio, sino una multa de 500 euros. En otro caso que recientemente citábamos, 15 diputados del PSOE rompieron la disciplina de partido votando contra la investidura de Rajoy y el PSOE simplemente les impuso una multa de 600 euros. Una de aquellas sancionadas era Meritxell Batet. Otra Margarita Robles. Por tanto la brutal represalia contra Sayas y Adanero no es en absoluto lo necesario ni lo habitual en otros casos y en otros partidos políticos.
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Iriarte reflexiona por lo demás sobre la disciplina de voto, el caos y la representatividad de los diputados la cual debe venir determinada por el partido. No es sin embargo el fondo del asunto. Es decir, a lo mejor tiene razón Iriarte. Si el partido ordena de acuerdo con sus órganos que se vote a favor de castrar a los pelirrojos, el diputado que vote en contra seguramente deba ser sancionado severamente porque es intolerable que un diputado vote en conciencia por su cuenta, se salte la disciplina, se arrogue la representatividad de sus votantes por encima del partido e instaure el caos. Tampoco que es Sayas y Adanero se hayan pasado la vida votando en contra de las directrices del partido sino que ha sido una cosa excepcional, pero podría aceptarse que merecen un castigo. Otra cosa es que ese castigo consista en machacarlos e incluso negarles su compromiso biográfico y su historial. Pero vayamos un poco más allá.
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Da la impresión de que la cúpula de UPN no ha aplicado a Sayas y Adanero un castigo proporcional, sino uno que pudiera tratar de aplacar al PSOE. No se trataba tanto de ser justos como de reconstruir los puentes. Ante quien deben responder Sayas y Adanero no es ante UPN sino ante el PSN, parece.
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Por otra parte, incluso aceptando la responsabilidad de Sayas y Adanero en el desaguisado, Iriarte limita la responsabilidad de todo lo sucedido a los diputados, lo que de nuevo es injusto. ¿O es que en todo lo ocurrido, incluyendo pactos secretos en la sombra, una comunicación deficiente y un abandono de los diputados ante una decisión crucial, incoherente y desinformada, no tiene nada que ver el líder de la formación? Para Iriarte, parece que no. Si todo el rigor que se les aplica a Sayas y Adanero se les aplicara a todos aquellos con alguna participación en la gestación del lío, empezando por Esparza, ¿cuál debería ser su castigo?
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Obviamente el castigo a Sayas y Adanero, el pacto secreto y el sorprendente voto a favor de Sánchez (¿cómo justificaban el volantazo los partidarios de Esparza cuando todavía ignoraban el pacto?) han generado una brecha entre los simpatizantes de UPN. Todo el mundo en UPN podría estar centrado ahora mismo en la derrota del bloque gobernante, tanto en Navarra como a escala nacional, en vez de dividido y discutiendo sobre si apoya a Esparza o no. Si Esparza o Iriarte tienen algún interés en cerrar esa brecha, harían bien en dejar de fustigar con una saña desmedida a Sayas y Adanero. La duda es una vez más si la brecha a cerrar prioritariamente es otra, y si hay que abrir una para cerrar la otra. Serán al menos conscientes de que eso puede tener un precio.
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Desde luego no incurriremos en el error de negar la brillantez y la inteligencia de Iriarte debido a su posicionamiento. Igual que por apretar un botón u otro no puede negarse el riesgo personal y el compromiso biográfico de Sayas y Adanero con UPN, si Iriarte era inteligente y brillante hace un mes, ahora también lo es. Si acierta o no, o incluso si es justo o no o a qué juega ahora ya es otra cuestión.
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2 respuestas
Muy buena explicación de qué es el foralismo por parte del señor Iriarte. A ver sus es capaz de explicarnos hechos consecuentes con ese foralismo realizados por UPN cuando ha estado gobernando. No se puede secuestrar el voto del tradicionalismo Navarro permanentemente. Y menos con o actos secretos con los socialistas.
Esparza evoca a Maroto y, como Sanz y Barcina, aspira a un retiro dorado. Y eso, señor Iriarte, es todo lo contrario al foralismo y al tradicionalismo.
Además, Esparza podría aprovechar para explicarnos como encaja la agenda 2030 -esa que luce en la solapa a mayor gloria de la plutocracia internacional- en el régimen foral.
Cuanto bien haría Esparza en dimitir y evitar a Iriarte y compañia recomponer una escombrera.