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El Comité Ejecutivo de UPN acordó en su sesión del lunes designar a Alberto Catalán y a Enrique Maya como representantes del Comité Ejecutivo en el Comité de Listas del partido. Con esta elección, el Comité de Listas de UPN queda configurado de la siguiente manera: los tres cargos unipersonales (la presidenta, Yolanda Barcina; el vicepresidente, Antonio Sola, y el secretario general, Óscar Arizcuren), Zeus Pérez y Pedro Ibáñez (elegidos por el Consejo Político de UPN) y Alberto Catalán y Enrique Maya (elegidos por el Comité Ejecutivo).
Como a nadie se le escapa, el poder en un partido lo da el ser quien hace las listas con los candidatos, por aquello de que quien se mueve no sale en la foto y se queda sin puesto y sin cargo.
En este sentido puede interpretarse como un movimiento trascendente que el sector de Barcina, con el control total del aparato del partido, integre a Alberto Catalán en el Comité de Listas del partido.
La inclusión de Catalán, además, se puede enmarcar en un contexto que resalta la relevancia de la elección, teniendo en cuenta que Sanz (ausente en la reunión de este Comité Ejecutivo que designó a Catalán) acaba de crear una corriente crítica dentro de UPN, que en esa corriente se desconfía de Alberto Catalán, que de hecho Catalán no está en esa corriente y que, por el contrario, más bien este se ha mostrado leal a la dirección y respetuoso con los resultados de la Asamblea del partido. Al incluir a Catalán en el Comité de Listas, el sector de Barcina está integrando a la gente de Catalán y convirtiendo a Sanz y los suyos en una fuerza quemada y residual. Pero puede haber más.
Pese a que Barcina vuelva a ser la candidata de UPN a la presidencia de nuevo, no falta quien considera que tras las elecciones, salvo resultados abrumadoramente positivos e inesperados, Barcina podría dejar paso a otra persona tanto para asumir la responsabilidad política de todo lo que ha venido sucediendo estos años como para facilitar, quitándose de en medio, un eventual pacto con el PSN en el que a su vez Roberto Jiménez ya no sería ni secretario general ni candidato.
¿Y quién podría suceder a Barcina llegado el momento?
Pues después de muchas vueltas y revueltas, dejando a Sanz al margen por revoltoso, podría acabar sucediendo que Alberto Catalán se convirtiera en algo así como un candidato de consenso. ¿Quién si no?, podrían pensar muchos. Decir que Catalán va a ser el sucesor de Barcina sería exagerado, o por lo menos precipitado. Pero a fin de cuenta todos los caminos siempre llevan a Roma; con escala Corella, por supuesto.
4 respuestas
Sólo os pido que no pongáis a Sergio. Si os queda algo de criterio entiendo que así será.
De lo contrario iré buscando piso en Tarazona.
Jugada arriesgada. Si pones a un viejo zorro a seleccionar las gallinas del gallinero, cuando vayas a por huevos, puede que te encuentres que las gallinitas todas tienen afilados dientes y espeso pelaje. Y que no te encuentres la mano y parte del antebrazo.
De todos modos queda claro que Barci juega a dos barajas, muy de fiar no se si es la cosa. Si hubiera hecho limpieza hace tiempo ahora no tendría que estar haciendo equilibrismo.
El tiempo, me temo, nos sacará de dudas.
la designación de Catalan para integrarle en el comité de listas, aunque se hizo oficial el lunes, es muy anterior al conocimiento de la corriente de opinión, asi que a partir de ahí, errais en el análisis, preguntadle a Sayas lo contento que esta por haberse quedado fuera de ese comite
Viendo como las estan gastando y apuñalando los Sozialistraidores,BATUA y nuestros bolsillos,en UPN deben ir pensando en una mayoría absoluta,y eso se consigue,con una carta ganadora,quedan meses,y pocos…la carta ganadora es limpieza,Navarra,ilusión,Navarra,el pueblo,Navarra,lealtad,Navarra,trabajar,Navarra,transparencia,Navarra,progreso,Navarra,principios………..y no fallarnos nunca,a Navarra!