Institución Futuro se hace eco en su boletín semanal de una encuesta que Young Business Talents (YBT) realiza todos los años entre jóvenes preuniversitarios y en formación profesional, sobre sus actitudes y puntos de vista respecto a su futuro laboral. Por CCAA los jóvenes más ilusionados por su futuro laboral se encuentran en Canarias (el 50,6% piensa que su futuro laboral será algo o mucho mejor en 5 años), seguida de Galicia (45,9%), y Extremadura (44,9%). Por el contrario, los jóvenes que menor confianza tienen en que su futuro profesional se encuentran en Cataluña, Andalucía y Navarra. Pero no es esto sin embargo lo que más nos ha llamado la atención.
Navarra y Castilla La Mancha destacan en esta edición de la encuesta por ser las CCAA en la que los jóvenes poseen menor vocación emprendedora: únicamente el 26,3% de los encuestados se decanta por esa opción, ya sea para crear una empresa o para trabajar como autónomos. Tan preocupante como el porcentaje en términos absolutos es que Navarra esté en la cola de la tabla en términos relativos. Para que pueda haber empleados tiene que haber empleadores. O sea, el 74% que no aspira a emprender depende o de un puesto de funcionario en la administración o del empleo que genere el 26% dispuesto a emprender. Pero sin empleo privado que financie las cuentas públicas tampoco el empleo del gobierno (que cobra de las cuentas públicas) se puede mantener. No hay por otro lado país que no haya acabado en la miseria y el colapso (además de la dictadura) con un 100% de la gente trabajando en el gobierno. Si no queremos acabar siendo la RDA hay que mimar y estimular las vocaciones empresariales entre la población.
¿Podemos esperar que en España en general o en Navarra en particular haya mucha vocación empresarial? Difícilmente cuando ser empresario es en las series, en las películas, en los discursos, en el mundo de la “cultura”, lo más bajo que puede caer en la vida un ser humano. En Navarra seguramente está mejor visto ser terrorista o prostituta que ser empresario. De hecho, seguramente mucha gente considera ser empresario una forma de terrorismo y ser puta una forma de ser empresaria. ¿Cómo esperamos que la gente quiera ser empresaria? ¿Qué pretendemos y qué se puede esperar del futuro generando un clima tan hostil para las empresas y los empresarios? Desde tiempos de los fenicios, ¿a quién le ha ido bien sin empresas, sin empresarios, sin comerciantes y sin creadores de negocio y de empleo?