En la última década, según informaba este verano La Razón, el censo electoral vasco ha tenido un descenso neto de 22.000 electores, que representa una caída de 1,2%. Por contra, el censo español en su conjunto ha crecido 3,2 puntos porcentuales. Lógicamente, partiendo de estas cifras habría que hablar también de algunos miles de exiliados navarros. Según este mismo diario, los datos del INE nos dicen que en la actualidad aún quedan residiendo en otras regiones españolas 72.022 electores vascos. Precisamente una encuesta de NC Report para La Razón entre estos electores señala que las preferencias políticas de este colectivo resultan significativamente distintas de las del conjunto del electorado vasco. La primera diferencia es que se encuentra más movilizado: el 71,1% de los emigrados participaría en esas elecciones, frente al 64,2% de los que habitan en el País Vasco. Otro rasgo característico es que la primera opción política es el PP (51,2%), seguida del PNV (21,1%) y PSOE (18,1%), mientras que EHB recibiría únicamente el 2,7%. Datos que contrastan con la intención de voto en Vascongadas en el mes anterior, que sitúan en primer lugar al PNV (30,6%), seguido de EHB (25,1%), PSOE (19,5%) y PP (16,7%), en cuarto lugar. El resultado de aplicar estos parámetros del voto exiliado a las últimas encuestas es que el PSE seguiría perdiendo 10 escaños, PNV y Bildu perderían uno cada uno y el PP podría ganar hasta 3 escaños. Pero de hecho nada de todo esto va acabar pasando.
Los exiliados vascos y navarros no votarán próximamente
Al menos, en lo tocante a los vascos, no en las próximas elecciones en la CAV. El subdirector del Centro de Estudios Políticos Constitucionales, Ángel Sánchez Navarro, ha reconocido la dificultad de establecer las condiciones objetivas para determinar el carácter de exiliado. El Centro de Estudios Políticos Constitucionales, Organismo dependiente del Ministerio español de la Presidencia que está llevando el peso jurídico de la resolución del problema, barajaría los requisitos de haber vivido previamente en Alaba, Gipuzcoa, Vizcaya o Navarra durante cinco años así como la firma de una declaración asegurando que el cambio de domicilio se produjo como consecuencia de la intimidación y las amenazas. No obstante, el gobierno popular evita otorgar el voto a los exiliados por los etarras y sus paramilitares para, con mejor o peor fortuna, evitar que la medida pueda ser interpretada en clave electoralista. Bien podría interpretarse sin embargo que lo electoralista es dejar que el censo electoral permanezca una vez más alterado cuando de lo que se está tratando es de restaurarlo.
Unos sacuden el censo y otros recogen las nueces
Evidentemente no se trata de alterar un censo sino, muy por el contrario, de restituir los derechos de todos los vascos y navarros en un censo que es ahora cuando se encuentra democráticamente alterado. Otra cosa es que a muchos vascos, según lo que piensen, no interese contarlos. Paradójicamente, los vascos que viven en Argentina o en Venezuela, donde pagan sus impuestos, pueden votar en las elecciones de la CAV mediante el censo de residentes ausentes (CERA). En cambio, no pueden votar en la CAV los vascos que viven en Madrid o en Andalucía exiliados por el terrorismo de ETA. El nacionalismo alega que incluir en un instrumento similar al CERA a los vascos del exilio que viven en España sería reconocer que España es el extranjero respecto a Euskadi, pero en ninguna parte está escrito que no pueda arbitrarse un instrumento similar al CERA en el que los no residentes en la CAV tengan que residir necesariamente en el extranjero. Para los afectados, por el contrario, el problema puede radicar más bien en la posibilidad de tener que inscribirse en un censo a través del cual Bildu pueda conocer mediante las instituciones en las que participa su nueva residencia y sus nuevos datos. Parece que tenemos censo alterado para rato, pero bienvenidos sean todos los pasos democráticos para restaurarlo.
2 respuestas
En Colombia el buenismo frente al narcoterrorismo llegó a dejarles campo libre en zonas donde construyeron un estado narco paralelo.
Eso felizmente acabó y hoy la economía colombiana sube como la espuma.
En España hay zonas donde la Constitución y la Justicia no funcionan. Acabar con esas lacras ayudará a salir de este marasmo paralizante.
La ultima gran idea del PP, la de hacer votar en Euskadi y en Navarra a los miles de millones de exiliados es un dislate de tales proporciones que es difícil encontrar algo parecido en un país normal.
Por que?
1. Porque si alguien se ha ido por esas razones, lo lógico es facilitarle la vuelta, no hacerle votar en un territorio en el que ya no vive (Euskadi/Navarra) en vez de votar en el que en estos momentos vive (otra CCAA).
2. Porque es muy difícil probar la razón por la que se fue uno, en esta ley basta con afirmarlo para que se le crea a uno.
3.Porque presuponer que todo aquel que se fue de Euskadi o de Navarra (sobre todo teniendo en cuenta el envejecimiento y jubilación de tantos que habían inmigrado unas décadas atrás y que ahora vuelven a sus pueblos) ha sido por la amenaza de ETA es tan tonto como…. no se me ocurre nada TAN tonto.
Resultado: en España los votantes ultras del PP encantados.
En Euskadi y (parcialmente) en Navarra, el victimismo nacionalista es alimentado.
Conclusión: al PP le da igual las víctimas del terrorismo, Euskadi y Navarra con tal de ganar las elecciones asegurandose su electorado ultra.