Anda con razón preocupado el PNV porque no es que el PSOE haya decidido cruzar las líneas rojas que anteriormente se autoimpuso y pactar con Bildu, es que de esa unión ha surgido un romance apasionado y desenfrenado. Bildu no es un socio, es EL socio. A tal punto ha llegado el romance que el nuevo secretario general del PSE se ha mostrado abierto a pactar en la CAV el gobierno con Bildu indicando que “el tiempo dirá si estamos preparados para cosas grandes”.
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El PSE abre la puerta a pactar con Bildu en próximas elecciones: el tiempo dirá si estamos preparados para cosas grandes https://t.co/tzq1cHBnzx
— 20minutos.es (@20m) November 16, 2021
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Lo cierto es que para pronosticar futuros y más profundos acuerdos entre el PSOE y Bildu salta a la vista que lo primero que debemos hacer es dejar de lado cualquier consideración moral al respecto. La moral es totalmente irrelevante tanto para el PSOE como para Bildu. La cuestión por consiguiente se ciñe tan sólo a la aritmética. ¿Quién le puede dar en un momento dado la presidencia al PSOE? ¿El PNV o Bildu? Y a su vez, ¿le puede reclamar Bildu al PSOE en contraprestación el gobierno vasco? ¿Por qué no si encajan los números? Hay que tener en cuenta además que todos los socios del PSOE, desde Podemos a ERC, prefieren como socio a Bildu que al PNV. Un gobierno con Bildu en el fondo es más homogéneo. Por supuesto todo esto resulta bastante descriptivo de la clase de gobierno que tenemos, de sus apoyos y componentes, de sus perfiles y de la clase de partido que es el PSOE.
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Irónicamente, la derivada navarra de un pacto con Bildu podría arrojar a Geroa Bai a los brazos de Navarra Suma. Es decir, ¿iba el PNV a permitir que le trolearan en la CAV y en Madrid y sin embargo dejar a los socialistas que gobernaran Navarra?
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El puzle, por no decir el caos que podría generar en Navarra un escenario de ruptura entre el PSOE y el PNV sería sin duda interesante. Entre el caos y el gobierno actual, o el anterior, sin duda es mejor el caos. Cualquier cosa es mejor que el gobierno actual o el anterior, salvo acaso el gobierno siguiente, si es una continuidad de los anteriores. Poniéndonos en lo peor de lo peor, puede que esto fuera un entendimiento entre Navarra Suma y Geroa, o entre UPN y Geroa, lo que al menos a corto plazo haría imposible una alternativa al gobierno en la que no hubiera nacionalistas.
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Lo que parece claro es que el PSN no va a cambiar su apuesta de pactar como socios preferentes con los partidos más ultras y radicales. Ayer mismo en el parlamento foral el PSN le advertía a Navarra Suma por boca de Alzórriz que los viejos pactos con UPN no volverán: “les recuerdo, por si no lo he repetido suficientes veces, que por mucho que lo pidan el pasado no volverá”. El desahogo de Alzórriz resulta revelador porque igualmente repite con la misma convicción que Navarra Suma se autoexcluye. El pacto presupuestario del pentapartito, sin ir más lejos, incluye una clausula la cual estipula que para aprobar una enmienda presupuestaria de Navarra Suma deberían aprobarla todos los miembros del pentapartito por unanimidad. O sea, que no resulta nada descartable que a Navarra Suma no le aprueben ni una sóla enmienda a los presupuestos. Navarra Suma se autoexcluye. Transversalidad, diálogo y pluralidad es lo que queda tras cancelar al 40% de navarros y los diputados que los representan. El diálogo no existe más que de pentapartito para adentro. Que casi seguro es lo lógico, pero que no presuman de plurales y dialogantes cuando son incapaces de tender ningún tipo de puente en ningún asunto a la oposición.
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Un comentario
Bildu-ETA-Batasuna o como se llamen ahora y PSOE son dos partidos con una historia criminal, es lógico que se entiendan entre ellos. Que se vayan tentando las ropas en Neguri y destruyendo todos los documentos de las corruptelas de estos últimos 40 años que ha llevado a cabo el Partido de los Negocios Vascos. Las vascongadas se merecen un lehendakari de la ETA, es lo mejor que nos podría pasar en Navarra.