VOX tiene problemas. Como todo el mundo, por otra parte. Un problema que VOX sin embargo no tiene en este momento es que no se hable de VOX. Por el contrario, el sanchismo ha decidido que las elecciones europeas giren en torno a VOX. Hasta ahí bien para VOX. Si la elección es sanchismo o VOX todo el voto no sanchista, tal como se plantea el debate, se redirige hacia VOX. Obviamente no todo el mundo compra esta disyuntiva, ni en la izquierda ni en la derecha, pero la disyuntiva que propone el sanchismo le favorece a VOX, aunque diga que quiere frenar a VOX.
El escollo de que no se hable de VOX ya lo ha superado por tanto la formación de Abascal. El segundo problema, sin embargo, resulta más difícil de resolver. Porque efectivamente se habla mucho de VOX, pero mal. Si todo el mundo te conoce no le vas a caer mal al 100%. Así que si todo el mundo te conoce y habla de ti, aunque sea mal, seguramente puedas conseguir un 10% de apoyo, por poner un porcentaje. Hasta ahí bien. Sin embargo, si todo lo que se dice de ti es malo se convierte en un problema pasar de ese 10%. Llegar ahí es más fácil que si nadie habla de ti pero pasar de ahí hablándose tan mal de ti es más difícil, lo que nos lleva al cogollo del asunto.
VOX tiene en contra a todos los medios de la izquierda y el nacionalismo y a buena parte de los medios de la derecha, en la medida en que sus lazos son más o menos estrechos con el Partido Popular. Eso le deja un espacio mediático estrecho a VOX, por lo menos uno en el que ser tratado sin abierta hostilidad. Una de estas ventanas es El Toro TV, en una de cuyas tertulias ayer participaba Miguel Ángel Quintana Paz, el cual relataba una curiosa anécdota con Abascal.
Antes de las elecciones generales del pasado 23 de julio, justo en la semana anterior a la votación, Quintaba Paz contó lo sucedido en un desayuno de trabajo-entrevista entre Abascal y Europa Press, en la que el presidente de Europa Press, como primera pregunta, le propuso al líder de VOX exponer su principal propuesta para el país. En ese momento Abascal señaló los problemas hidrográficos y energéticos proponiendo toda una batería de medidas para garantizar el abastecimiento de agua y energía a los españoles. Quintana Paz subraya entonces la perplejidad del presidente de Europa Press, primero por ser ese el plantemiento más importante de VOX, frente a otros más previsibles y polarizados como la amnistía o la inmigración, y segundo por desconocer totalmente las propuestas de VOX en materia energética e hidrográfica. Pues bien, este es a juicio de Quintana Paz el núcleo de la cuestión, el problema fundamental de VOX, y es su dificultad para colocar su propio mensaje y sus propias propuestas. Un mensaje y unas propuestas que podrían calar muy bien en gran parte de la población pero, aunque VOX tiene a su favor que se hable mucho de él, tiene en contra que se hable de él muy mal, y que en vez de hablarse de sus propuestas se hable de los peligros imaginarios que representa. Si nada menos que el presidente de Europa Press desconoce las principales propuestas de VOX, como para esperar que las conozca el votante promedio español.
Obviamente VOX tiene una baza a su favor que son algunos medios como El Toro TV, los digitales cuya existencia tanto detesta el sanchismo, y las redes sociales a través de las cuales se informa en buena medida la juventud. Por lo menos la juventud que se informa. No es por ello casual, como también señala Quintana Paz, que sea entre los jóvenes entre quien mayor porcentaje de apoyo suscita VOX. Pero hay un problema, y es que mientras que unos llegan al 100% de la población con su mensaje, VOX o no llega más que a un porcentaje mucho menor o no llega con su mensaje, sino con el mensaje de terror y la caricatura que le coloca encima el sanchismo. Es por esto que cuesta tanto derrotar al nacionalismo y la izquierda. Quien tiene más estructura mediática a su favor no tiene asegurada la victoria, pero esa estructura hace mucho más difícil el avance del contrario y la derrota. Esto no quiere decir que el sanchismo no sufra por cuestiones como la amnistía, las mentiras de Sánchez, la inseguridad, el empobrecimiento de la población o el caso Begoña, pero con sólo la mitad de esas cargas en su contra un gobierno de derechas ya hubiera sido barrido en las urnas.
