El Leonardo da Vinci de Guenduláin

¿Quién inventó la máquina de vapor? En general, todos responderíamos que James Watt y anotaríamos el tanto en la cuenta del imperio británico. No obstante, como de costumbre, la verdad puede resultar un tanto más complicada. La idea de hervir agua para utilizar el vapor como fuente de energía data ya de la Grecia clásica. Naturalmente de lo que estaríamos hablando sería de la máquina de vapor moderna. A pesar de todo, Watt no las tiene todas consigo. James Watt patentó su máquina de vapor tan tardíamente como en 1781. De hecho, el también británicoThomas Savery ya había patentado una máquina de vapor para bombear agua de las minas en 1698. Pero es que casi un siglo antes, en 1606, ya se había patentado una máquina de vapor para bombear el agua de las minas, sólo que en aquella ocasión el inventor no fue ningún británico, sino un peculiar español llamado Jerónimo de Ayanz y Beaumont, navarro y oriundo de Guenduláin para más señas.

Jerónimo de Ayanz y Beaumont nace en 1553 en Guenduláin, hijo de Carlos de Ayanz y de Catalina de Beaumont. Pasó la infancia en el Señorío de Guenduláin hasta que en 1567 fue a servir al rey Felipe II como paje, con tan sólo 14 años.

En la corte de Felipe II, Jerónimo se convierte en todo un personaje que destaca por su inteligencia, su fuerza física, su personalidad, su habilidad en los lances de toros a caballo y hasta su voz de bajo.

Por un lado se convierte en un héroe militar, que combate en Túnez, Lombardía, Flandes o Las Azores, éxitos que le convierten en Caballero de la Orden de Calatrava en 1579 y le otorgan las encomiendas de Ballesteros y Abanilla. Por otro lado se interesa por el arte, la pintura y la ingeniería.

En 1587 es nombrado regidor de Murcia (de donde era su primera esposa) y unos años más tarde gobernador de Martos.

En 1597, Felipe II le nombra administrador general de minas del reino de España, pasando a depender de él las 550 minas imperiales registradas en la Península e Hispanoamérica.

Jerónimo de Ayanz, personaje singular toda su vida, ya era por aquel entonces una especie de celebridad nacional.

Felipe III asiste en Valladolid a orillas del Pisuerga a un curioso espectáculo. Un hombre, embutido en un extraño traje, permanecerá sumergido en el río durante casi una hora. Al cabo de ese tiempo el hombre sale del agua como si tal cosa. Naturalmente se trata de Jerónimo de Ayanz con el primer traje de buzo registrado en España.

La popularidad de Ayanz es tal que Lope de Vega lo cita en su obra “Lo que pasa en una tarde”.

Siendo el administrador general de la minas del reino, Ayanz pone su ingenio y sus conocimientos de ingeniería al servicio de su cargo, patentando en 1.602 la primera máquina de vapor moderna, destinada a bombear el agua de las galerías inundadas.

No se trata de un invento aislado. El “privilegio de invención” le reconocía a Jerónimo de Ayanz 48 inventos patentados en 1606, incluyendo la citada máquina de vapor, una bomba para achicar agua en los navíos, un precedente del submarino o el citado traje de buzo.

El perfil de don Jerónimo desmiente la idea de la España oscurantista y barroca de la España del siglo XVI. Jerónimo de Ayanz era pionero y visionario al punto de recomendar a Felipe III la privatización de las minas reales, el carácter subsidiario de las explotaciones estatales, e impuestos bajos para los empresarios:

Que no se les obligue a pagar a los dueños de las minas diezmos sobre los salarios de los trabajadores. (…) Hay que moderar el rigor de las leyes y pragmáticas referentes a las minas. Hay que modificar, en particular, los puntos referentes a los impuestos, que deben ser más bajos y facilitar la privatización de las minas reales. (…) Solamente en el caso de que no se encuentren particulares para la explotación de las minas de interés, debe hacerse cargo de ello la Hacienda Real.”

Enfermó gravemente muriendo en Madrid en 1613. Sus restos descansan en la Catedral de Murcia, ciudad en la que vivió y de la que fue gobernador.

Alguien podría extrañarse de que un personaje tan singular no sea más conocido y reconocido. Desde luego no es probable a estas alturas que se pueda quitar a Watts la paternidad de la máquina de vapor, aunque si alguien busca la historia de la máquina de vapor en Wikipedia, incluso en la versión inglesa, encontrará citado a Jerónimo de Ayanz como un precedente de Watts. Pero qué más se puede pedir a los de fuera si Jerónimo de Ayanz y Beaumont ni siquiera tiene dedicada una calle en Navarra.

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7 respuestas

  1. Es que Jerónimo no estaba afiliado al PNV ni había sido etarra pasado por la cárcel, entonces cómo se le va a tener en consideración…con tan poquitos méritos, y encima siendo un traidor españolazo.
    Por contra, con el tiempo igual se le dedica una calle hasta a Longás. Al lado de la «Avenida Malabaristas Sin Fronteras» esquina «c/Aborto Libre y Obligatorio».

  2. Si ahora que gobiernan supuestos gobiernos proEspañoles,la historia se manipula y no se contesta,se desconoce en colegios,personajes Navarros como Jeronimo,de Ayanz,que debieran estar fijos en todos los libros de Cono o historia de Navarra,prepárense si ( espero que los Navarros despierten a tiempo) se forma un tri o cuatripartito con Sortu ostentando Educación o en la sombra,las barbaridades que se van a inventar y modificar en los libros de Editoriales Vascongadas que van a meter en colegios.Navarra….en guardia!

  3. ¿Qué tienen que ver Sortu,Pnv, el aborto.. con todo esto? Entre la locura de unos y vuestras obsesiones esto es una jaula de grillos.

  4. Me parece que se riza el rizo con el titular. Nuestro intrépido paisano probablemente fuese un precursor, entre muchos, de esas invenciones luego llevadas a cabo. Una cosa es intuir o incluso realizar una maquina que aprovecha la fuerza del vapor (como Herón de Alejandria hace xx siglos), y otra idear una maquina operativa y útil (un invento, vamos). Mi matización no pretende quitar ni un apice de merito a este gran sujeto, y desde luego secundo la queja por el escaso reconocimiento de personajes así es nuestra Navarra. En algún sitio leí que el padre de Severo Ochoa era pamplonés… ¿hay algún homenaje a ese científico y premio Nobel en todo el callejero de Navarra?

  5. como se enteren de esta noticia nuestros vecinos Castellanos Vascongados y su mundo abertzale,cambiaran la noticia por la de que era un pescador de ballenas de Cantabrico,y que buceaba con una ikurriña en su espalda.

  6. Si no me equivoco, tiene un Centro de I+D+i en la Universidad Publica de Navarra, aunque estoy de acuerdo en que esta muy poco reconocido a nivel población.

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