La crisis ha puesto de manifiesto que nuestros bienamados gobernantes pueden poner en marcha iniciativas sin cuento en tiempos de bonanza, pero que son totalmente incapaces de cerrarlas cuando llegan las vacas flacas. Nuestros políticos pueden “recortar” las ramas del bosque de gasto público pero son incapaces de talar un solo árbol. El resultado, lógicamente, es que el gasto público final apenas baja, que casi todo el esfuerzo lo hace el sector privado vía impuestos y que todo el gasto público se convierte en estructural, ya sea un circuito de velocidad, una ciudad agroalimentaria o un centro de esquí nórdico en el Roncal. O un SODENA entendido como Botín nunca arriesgaría en esta inversioncica el preciado dinero de sus clientes, pero total a nosotros nos da igual arriesgar el dinero ajeno de los contribuyentes.
Si no queremos que nos vuelvan a arruinar, los ciudadanos no deberíamos elevar al poder a políticos capaces de abrir líneas de gasto que luego no puedan cerrar, eliminar o si es preciso dinamitar. Y si alguien se pregunta cuántos puestos de trabajo se perderían liquidando el entramado, que se pregunta antes cuántos se pierden actualmente para mantenerlo abierto. Porque todo parche que va hacia un agujero, hay que recortarlo de algún otro paño.
El fiasco de la restructuración del sector público empresarial
En 2010, el Gobierno de Navarra anunció con notable alharaca que reduciría el número de sociedades del sector público empresarial de 38 a 13.
La noticia no suponía, ni de lejos, dar por hecho que las pérdidas se iban a reducir a un tercio.
El tamaño de una tarta es el mismo lo partamos en 38 o en 13 pedazos. Lo que cambia no es el tamaño total de la tarta sino el tamaño de los pedazos. Es decir, que afirmar que las sociedades del sector público empresarial iban a pasar de 38 a 13 podía no significar absolutamente nada si al final el tamaño de la tarta era el mismo. ¿Pero qué es de hecho lo que ha pasado?
En el año 2010, cuando eran 38, las empresas públicas perdieron 28,7 millones de euros.
En el año 2011, cuando ya sólo eran 19, las pérdidas ascendieron a 56,8 millones de euros.
En el año 2012, las pérdidas ascendieron a 115,8 millones de euros.
Hemos tomado las cifras de los informes anuales sobre las Cuentas Generales de Navarra de la Cámara de Comptos: http://camaradecomptos.navarra.es/informes.html?i_search=Cuentas+Generales+de+Navarra%2C&i_type=&i_year=
11 respuestas
El problema no es de número de trozos de la tarta, sino del elefantiásico tamaño de la tarta que se sigue comiendo el Estado, ese gordo seboso con glucosa por las nubes contadas por Zparo, ese panzón grasiento lleno de transaminasas y ácido úrico, que se niega a adelgazar y se zampa lo que no es suyo. Y el nacionalismo, más estatista aun que socialistas y comunistas, ante el probable peligro que el ciudadano se de cuenta que el tamaño del estado SI importa, quiere cortar amarras para construir sus propios estaditos Feber donde seguir mangando para la casta….perdón, en este caso concreto, «la kasta kastuza».
Y Yolanda? Dónde está Yolanda?
Y el Gobierno?? Dónde está el gobierno??
Luego dirán que vienen los vascos, pero ese cuento ya no nos lo creemos.
Vuestros complejos están muy por encima de nuestras posibilidades. Los favores políticos que tenéis que pagar manteniendo esa sangría -a costa de nuestros impuestos- empiezan a ser muy por encima de nuestras posibilidades.
Cerradlo todo. Todo. Y a los que les debáis favores, que se apunten en una lista.
Ya basta! Ya basta!!
Queréis empezar a gobernar de una puñetera vez? Queréis empezar? Que lleváis dos años. Dos años. Dos años.
Y si no, irsen. Irsen. Si me queréis. Irsen.
Sois unos incomprensivos: La familia es grande y hay muchas bocas que alimentar. Los Upenini, los sociolistos, los Vascobay (aunque alguno puede sorprenderse también pillan cacho) y todos los pepini y los sindicalistonez.
Yo por mi hija ma-to!!!
Mas vale perder que masperder, que diria la refranera madre de algun compañero de esta pagina. Soluciones rapidas y tajantes. Despidos, cierres y demoliciones. Lo que se pueda arrendar se arrienda con tal de no perder. Hay dinero extranjero deseando gangas, y se trata de llegar a un acuerdo. Por cierto, recuerdo a todos que hay una entidad privada que debe aproximadamente el equivalente a la mitad de las perdidas de todas esas sociedades. Se llama OSASUNA. Por supuesto la incluyo en la lista de entidades subastable o vendibles a cambio de sus deudas. ABRAMOVICH, SLIM, GATES, VENID CUANDO QUERAIS!!!!!
Hacen falta guevos Yolanda,y como dice mi madrecica de Tierra Estella,» a las pruebas me remito» Debes mirar por Navarra,no por los enchufados.Navarra está por encima de los CHUPOPTEROS,que se busquen las castañas.Ahora,ya!hay que gobernar con las cifras en la mano.Viva Navarra siempre PALANTE,pero con lealtad,con rigor.
Sr Vecino para gobernar hay que ser capaz y el gobierno navarro actual es incapaz. Lo único que saben hacer es repartirse el pastel entre ellos mismos.
Por otro lado en Navarra no se le puede echar la culpa a Zapatero ni a nadie que no sea UPN. Ellos llevan en el gobierno 20 años y todos los desmanes se han hecho con su VºBº.
Y lo peor siguen haciendo lo mismo, tirando dinero en el TAV o en el Canal de Navarra.
Compredo y hasta comparto el cabreo de Vecino etc., pero creo que falla el tiro cuando reclama a Barcina que actúe para acabar con esta situación. Barcina, respetado «vecino», es parte de «la familia» (creo que con esta expresión se dice todo). ¿Quién se pega conscientemente un tiro en el pié?. Bueno llámese pié o, mejor dicho, bolsillo. Debería más bien apuntar y reclamar actuación a quienes siguen haciendo posible que esta casta política siga viviendo de nosotros para ningunearnos gracias al voto que unos llaman «util» pero que en realidad es un voto cautivo (sin entrecomillarlo). Yo, gracias a Dios, corté mis cadenas hace tiempo y disfruto de mi libertad plenamente pero, sobretodo, duermo con la conciencia infinitamente más tranquila. Es una experiencia ciertamente liberadora y libertadora.
Ante un Estado omnipotente, pocos españoles desean ser empresarios. Y menos aún desde la chapuza de accesión en 1986 a las Comunidades Europeas. Se desmanteló entonces el sistema proteccionista sin devaluar compensatoriamente la peseta. Prácticamente toda la industria se abandonó por ello en manos de las multinacionales y el empresario español puso su inversión sólo en los sectores donde no hubiera competencia internacional (construción, inmobiliario y servicios).
Para colmo, la adopción del EURO con una moneda sobrevaluada encareció irresponsablemente nuestros costes, empeorando nuestra competitividad.
Pocos españoles quieren ya ser empresarios en los sectores de riesgo (donde hay competencia internacional).
Solamente el sector público quiere ser «empresario privado» por su afán de elefanteasis.
Ver “ESPAÑA, una economía asfixiada” http://www.lebrelblanco.com/articulos/
Gobierno de Navarra inútil,oposición destructiva,agentes sociales acomodados en el pesebre y la sociedad civil anestesiada.Navarra necesita urgentemente una reactivación.
Un poco mas de rigor. Las Empresas se deben medir por algo mas que la ganancia/perdida CONTABLE, y el verdadero impacto sobre el contribuyente será la perdida OPERATIVA y el resultado financiero. Hay gran parte de esas perdidas que viene de amortizaciones que no son salidas de caja. No hay duda que la situación de partida era tremenda, pero el Señor San Miguel hablo de EBITDAs (resultados operativos=ingresos-gastos) positivos en todas ellas en 2.014. En tal caso, el avance seria muy significativo. No trato de defender a las Empresas Publicas per se, ni los favores, ni inversiones injustificables, pero creo que el análisis es bastante incompleto, en un medio al que se le suponen conocimientos económicos. Por otro lado, las EEPPs consumen menos de un 2% del presupuesto, creo que es un problema magnificado en comparación con otros gastos de la Administración.
Señor Sanchez-Marco, referente a su comentario, gran parte de estas Empresas se dedican a sectores non-tradable, y por lo tanto no serian objeto de su reflexión. Por otro lado sus análisis sobre la sempiterna sobre valuación de la peseta desde el año 1956 y el efecto sobre la competitividad y selección del non-tradable vs tradable me han parecido admirables y de deliciosa lectura.