De entre todos los análisis de las elecciones andaluzas con los que los distintos observadores saturamos ayer la actualidad, uno de los más perspicaces y diferenciales nos ha parecido el de Julio Ariza, diseccionando el resultado de VOX.
https://youtu.be/jJkP03bHmvw
Para empezar, Ariza felicita sin ambages por su extraordinario resultado a Moreno Bonilla y a Feijóo. A partir de ahí, con toda calma, toda paz y toda serenidad, llama a los simpatizantes de VOX que se puedan haber sentido defraudados por el resultado a reflexionar sobre el tipo de sociedad y las condiciones sobre las que se ha producido ese resultado.
Efectivamente este es un punto crucial. Para poder evaluar el resultado de uno u otro partido deberíamos pararnos a pensar cuáles son las fuerzas de cada partido antes del resultado. Por ejemplo, tras el PSOE y en apoyo del PSOE tenemos por un lado todo el aparato del gobierno, desde las televisiones y medios públicos bajo su control al Ministerio de Educación. El discurso del PSOE, además, recibe el apoyo mediático y cultural de todo el mundo del cine y de la televisión. Incluso a escala internacional, toda la visión del mundo que recibimos desde las series extranjeras a las películas de Disney reafirman y apuntalan el discurso del PSOE. Después de meses o años viendo programas de entretenimiento de cualquier TV controlada por el lobby LGTB, o todo el repertorio de series y películas dirigidas al gran público inspiradas en el discurso y los valores del pensamiento progresista dominante, lo que cualquier persona genera en una cita con las urnas tras haber sido lentamente empapada por esos mensajes durante años no es el impulso de salir a votar a VOX.
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El gran atractivo de VOX es al mismo tiempo su gran lastre. Presentar sin complejos un discurso alternativo al discurso dominante sin duda es el gran atractivo de VOX, pero por otro lado no llamamos dominante por nada al discurso dominante. Enfrentarse al discurso dominante implica partir de una situación de minoría y de conflicto frente a una maquinaria de un poder inusitado. Cuando tratamos de valorar lo que le cuesta a un partido como el PSOE sacar 30 diputados, o incluso 5 a la marca blanca podemita de Yolanda Díaz, seguramente se nos escapa lo difícil que es obtener un resultado tan malo con todo a su favor. Por la misma razón, se nos escapa la dificultad de obtener 14 diputados con todo el poder institucional y mediático en contra. Corremos el riesgo de quedar defraudados al valorar como si todos compitieran en igualdad de condiciones un resultado que en realidad es un pequeño milagro. Y de hecho no tan pequeño. Unos corren en un coche de 500 caballos lleno de alerones y dotado de un mando para poner verdes todos los semáforos a su paso mientras otros corren en un coche de 50 caballos, en el que como no hay para gasolina se rellena el depósito de gazpacho. ¿Qué es un buen resultado para el bólido de 500 caballos? ¿Llegar 5 minutos antes a la meta que el coche propulsado por gazpacho? ¿Es un mal resultado para el coche del gazpacho llegar sólo una hora más tarde o en realidad es una proeza extraordinaria? Cuando analizamos los resultados de cada uno, ¿valoramos adecuadamente los recursos y los apoyos que tiene cada uno y lo buenos o malos que son los resultados si los relacionamos con el poder y los recursos de todos esos apoyos? A lo mejor VOX estaba consiguiendo una progresión tan buena y unos resultados tan llamativos que olvidamos el tipo de coche con el que estaba compitiendo con el resto.
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Dicho esto, no cabe sino insistir en que los 14 diputados de Olona podían haber sido un resultado buenísimo para VOX si Moreno Bonilla hubiera obtenido 54 diputados, que por otro lado ya hubiera sido para el PP un resultado buenísimo. El problema es que el conjunto de la derecha ha tenido un resultado demasiado bueno como para que VOX haya podido ser determinante. Con 44 diputados del PP y 12 de VOX la derecha hubiera tenido muchos menos apoyos, tanto el PP como VOX hubieran tenido un peor resultado, la derecha hubiera sido menos fuerte y sin embargo, irónicamente, hubiera habido un gobierno mucho más marcadamente de derechas o, si preferimos llamarlo así, mucho menos progre y mucho más combativo con el discurso y las leyes dominantes. Un exceso de voto a la derecha ha dado lugar a un gobierno menos de derechas que aquel al que hubiera dado lugar un resultado más ajustado entre los bloques izquierda-derecha. El PP puede gobernar con 3 diputados más de los que le hubieran hecho falta para la mayoría absoluta y a la derecha todavía le quedan otros 14 diputados de reserva en el bloque de la oposición. Desde aquí hacemos un llamamiento a los andaluces para que por favor la próxima vez no voten tanto a la derecha si quieren un gobierno más de derechas.
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Lo cierto es que pese al resultado en Andalucía, más allá de que efectivamente la campaña de Olona pudiera haber sido más o menos atinada, el planteamiento de VOX es correcto. Teniendo en cuenta todo lo anterior, que vivimos en una sociedad mayoritariamente penetrada por el discurso dominante, y en la que incluso Moreno Bonilla lleva un pin de la Agenda 2030, VOX no puede aspirar a corto plazo a conseguir por sí mismo el 51% de los votos. La estrategia de intentar hacerse imprescindible (y por tanto ser influyente) obteniendo la cifra de diputados que le pueden hacer falta al PP para llegar al gobierno no es sólo que sea correcta, sino que no hay ahora mismo otra estrategia posible. Lo que no estaba en los pronósticos era que, de estar todos contando diputados a ver si con suerte la suma PP y VOX daba para alcanzar la mayoría absoluta, hayamos pasado a un escenario en el que, pese a mejorar VOX sus resultados, el PP pueda conseguir la mayoría absoluta en solitario y todavía sobrar todos los diputados de VOX, que son más de un cuarto de todos los diputados de la oposición. Es que la derecha ha conseguido 2 de cada 3 diputados en Andalucía. VOX no ha sido determinante porque el resultado del conjunto de la derecha no es la típica victoria por los pelos, sino que nos encontramos ante un resultado abrumador.
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Dicho todo lo anterior y ya que hemos mencionado el pin de la Agenda 2030 de Moreno Bonilla, la pregunta relevante es si el voto útil para una persona que quiere un cambio real es el PP o VOX. O sea, ¿qué va a cambiar un gobierno del PP respecto a un gobierno del PSOE? ¿Qué cambiaría en cuestiones tan trascendentales como el derecho a la vida, las leyes de ideología de género, la memoria histórica, la inmigración, la okupación, la política energética, la garantización de los derechos de los castellanohablantes, la hipertrofia del estado o la batalla cultural? Si el resultado de votar en este caso a Moreno Bonilla, más allá de algunas mejoras fiscales, es un gobierno casi idéntico a un gobierno del PSOE, ¿el voto realmente útil era votar a Moreno Bonilla? ¿El voto útil para cambiar qué? Moreno Bonilla ha recibido un gran poder, por tanto una gran responsabilidad también. Si Bonilla se convierte en algo indistinguible del PSOE corre el riesgo de defraudar a todos los que, en vez de votar por el candidato del PSOE, o por el de VOX, decidieron que el voto útil era votarle a él.
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Volviendo al principio, el resultado de VOX hay que valorarlo teniendo en cuenta las fuerzas que tenía enfrente y los recursos que tenía detrás. En este sentido puede que hasta el propio VOX haya perdido de vista en Andalucía la enormidad de las fuerzas a las que se enfrentaba y haya sido víctima de una cierta exageración de sus expectativas después de varias citas con las urnas rompiendo esa expectativas. El error sería ahora pensar que el resultado es devastador cuando un sólo diputado en cualquier cámara occidental que se oponga a la Agenda 2030 ya es un milagro electoral. El camino es el correcto. La estrategia es la adecuada. Pero siendo realistas, teniendo en cuenta el nivel del que partimos, el poder al que nos enfrentamos y el punto al que se quiere llegar, resultaría ingenuo pensar que la meta será alcanzada sin esfuerzo, sin dolor o con la rapidez que a todas las personas que anhelan un cambio les gustaría llegar. Siguiendo la estela del discurso de Ariza, paz, lucidez y serenidad.
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Muchos me habéis preguntado mi opinión sobre los resultados de las elecciones de Andalucía.
Os dejo el editorial en vídeo que he colgado en mi canal de Telegram:https://t.co/gPBIvRnaRT
— Julio Ariza (@Julio_Ariza_TV) June 20, 2022
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4 respuestas
brillante y lleno de sentido común. Vox es un milagro. No es flor de un día y va creciendo aunque los progres de izquierdas y derechas no lo quieran ver. Es impresionante y el análisis muy bueno.
Muy buen análisis. A ver si la gente se da cuenta.
Un punto fallido de VOX fue poner a Macarena Olona como candidata.
Hubiera sido mucho mejor buscar a un andaluz, aunque no fuera tan brillante.
Un «paisano» habría tenido muchisima mas fuerza de atracción para los andaluces al poder hablar en primera persona de los problemas y espectatívas de Andalucía.
bueno… no estoy de acuerdo con eso. poner a uno por ser nacido allá no es necesariamente mejor opción, no lo es. Es discutible si fue un acierto o no poner a Macarena. Quizá con otro vox no hubiera mejorado en votos y %, pero nunca lo sabremos. En cualquier caso fue un éxito de vox también. 500 mil votos y el psoe andaluz no llegó a 900 mil.. y el pp 1.500 mil..
PP el voto realmente inutil