¿CUPCHERAZO?

Para que una mentira realmente sea una buena mentira tiene que sonar bien, de hecho muy bien. Si no, será una mentira con escaso recorrido, por lo poco atractivo. No es que todo lo que suena bien tenga por qué ser mentira, pero las grandes mentiras que todo el mundo creyó o a las que todo el mundo se abrazó tuvieron que sonar bien. O sea, que como hábito hay que desarrollar, particularmente en política, cierto escepticismo respecto a lo que suena demasiado bien. Por ejemplo respecto al derecho a decidir.

Empate a 1.515. ¿Casualidad?

En un momento clave para España, para Cataluña, para la estabilidad política en el gobierno autonómico y el central, para la economía… muchas cosas pasaban ayer domingo por una asamblea de la CUP. El resultado de la asamblea seguramente ya lo conocen ustedes: un abracadabrante empate a 1.515 votos tras tres estrambóticas votaciones. Se da la circunstancia de que España tiene 46,4 millones de habitantes, Cataluña tiene 7,5 millones, de los que votaron en las últimas elecciones catalanas 4,1 millones. La CUP ha reunido para decidir a 3.030 militantes. Y al final, el derecho a decidir depende de un voto. El derecho a decidir de 46,4 millones queda reducido a 1 voto, que es un poco lo que por otros cauces sucede en una dictadura. Por un camino distinto, paradojas del derecho a decidir y la democracia asamblearia, llegamos al mismo sitio.

Debemos aclarar que esto ya no es la inocentada del día, que lo del empate a 1.515 es verdad. O por lo menos es lo que dice la CUP, a falta de observadores internacionales que lo corroboren. Eso sí, crea cada cual lo que quiera respecto a un resultado tan insólito como oportuno. Matemáticamente, ¿qué probabilidades hay de empatar tan oportunamente una votación en la que participan más de 3.000 personas? ¿Hay alguna explicación alternativa más probable que el azar? ¿Cuál sería la hipótesis más verosimil según la cuchilla de Ockham?

El derecho a decidir de quita y pon

Todo esto tiene mucho que ver con el derecho a decidir porque, aparentemente, lo que ha pasado es una consecuencia del escrupuloso respeto de la CUP con el derecho a decidir y los más sublimes principios de la democracia asamblearia. En teoría.

Porque si ustedes rebobinan el desarrollo de los acontecimientos hasta el pasado mes de noviembre, ya entonces la asamblea de la CUP reunió en Manresa a sus militantes para resolver esta misma cuestión, resultando vencedora la opción de votar en contra de investir presidente a Mas. En aquella ocasión acudieron a votar 1.200 militantes y se votó a mano alzada.

En resumen, da la impresión de que el derecho a decidir se estira y se encoge a voluntad. Que cuando un resultado no gusta se ignora y se repite la consulta hasta que aparezca el resultado deseado. Y que si los votantes no votan lo que deben, el sujeto de derecho también se estira y se encoge hasta que se encuentra un sujeto de decisión que al fin decide lo deseado. De este modo, la votación de ayer superó los 3.000 votos y acudieron militantes hasta de las CUP de Valencia para decidir la elección del presidente de Cataluña.

Todo lo anterior invita a pensar que el sujeto y el objeto del derecho a decidir, es decir las asambleas, las votaciones, las repeticiones, el número de votantes, el recuento y el resultado de la votación no son más que un teatrillo que al final se tiene que acomodar a un resultado previamente fijado, aunque por medio hayan de suceder cosas tan pintorescas como un empate a 1.515 votos.

El separatismo es un proceso de demolición

Parafraseando a Scott Fitzgerald, la asamblea de la CUP escenifica perfectamente que el separatismo es un proceso de demolición. Es el inicio de un ilimitado proceso de disgregación, a través de la autodestrucción, cuyo límite es un solo individuo. En democracia, el derecho a decidir consiste en que todo el grupo asume la decisión de la mayoría. En el separatismo, el derecho a decidir consiste en que la minoría se separa de la mayoría cuando no está de acuerdo con ella. En cuanto se produzca una discrepancia dentro de esa minoría, el proceso puede seguir hasta la demolición completa del grupo. Es extraño que no teniendo que elegir nadie entre querer a papá y a mamá haya gente empeñada en ponerse a sí misma y poner en esa tesitura a todo el mundo para obligarse a sí misma a una automutilación.

O catalán o español, o vasco o navarro, o vasco o español, o Maiorga o Ramírez, o Bakartxo o Ruiz. Salta a la vista que el separatismo es un proceso que condena a las personas a restar y a renunciar continuamente a una parte de lo que son. En el caso de Cataluña, ya está dividida entre independentistas y no independentistas, entre leridanos y gerundenses por un lado y barceloneses y tarraconenses por otro. Hasta los propios nacionalistas están divididos entre el Junts pel Si y la CUP, y la CUP a su vez ya está también perfectamente dividida en dos.

Llamar derecho a decidir o democracia asamblearia al fraude electoral

Se da además la circunstancia de que la CUP se presentó a las elecciones asegurando que no investiría presidente a Artur Mas. Si resulta que al final vota sí a la investidura de Mas, seguiría siendo un fraude electoral por más que los militantes de la CUP, a la segunda, o a la tercera, ampliando o reduciendo a conveniencia el sujeto de decisión, apoyaran ese cambio de criterio en una votación. La única diferencia es que ese fraude electoral a los votantes, no a los militantes, vendría respaldado por la mitad más uno de ese sujeto de decisión creado a voluntad, formado por la mitad más uno de los militantes de la CUP, ni siquiera todos ellos catalanes.

El derecho a decidir depende

Otro ejemplo llamativo del derecho a decidir de quita y pon es el que rescata de la hemeroteca Libertad Digital, recordando el caso de la región de Santa Cruz en Bolivia durante la presidencia de Evo Morales. Monedero y otros líderes de Podemos, los mismos que ahora reclaman la autodeterminación de Cataluña, firmaron en 2008 un manifiesto titulado «Denunciemos la conspiración para dividir Bolivia». Por aquellas fechas la citada región de Bolivia, una de las más ricas del país y menos partidaria del presidente Evo Morales, demandaba un régimen autonómico al gobierno central boliviano. Se ve que la idea de Podemos respecto a la autonomía, no digamos la independencia, es que esta depende de respecto a quién. En palabras de Errejón: «Otra legislatura de Rajoy y se querrá independizar hasta Valladolid». Vamos, que con una dictadura de izquierdas no habría independentistas, o eso habría que concluir de la tesis de Errejón. Por si a alguien le quedaba alguna duda de que esto del derecho a decidir no consiste tanto en respetar la democracia como de evitar la decisión de la mayoría, cuando no nos gusta, separándose de ella.

Los «barones» del PSOE, a todo esto, han dado luz verde a Pedro Sánchez para pactar con Podemos, sin otro límite inicial que la renuncia al derecho a decidir. Es decir, que en todo lo demás los socialistas se pueden entregar a Podemos y, respecto al derecho a decidir, como el PSOE con Podemos e incluso con IU no suman más que 161 diputados (menos que PP+Ciudadanos), quedan expensas de la Esquerra y de Convergencia. En definitiva: feliz 2016 a todos aquellos españoles que están viviendo en el extranjero.

Compartir este artículo

Un comentario

  1. El teatrillo de la CUP no es sino el enésimo acto de esa pantomima que consiste en hacer lo que sea pra que en el Oasis Dorado Catalán, ese inmenso embalse de pis macerado y maloliente, los de siempre acaben enfangados y meada su oreja mientras diz que llueve, y los otros de siempre se sigan llevando el dinero público a cuentas privadas en las Caimán.
    Háganme caso. MAS será investido si o si pel 3% o pel 5%, da igual el porcentaje, llegarán a algún acuerdo beneficioso para ambos chorizos, perdón, fuets, que se me enfadan si no tienen su hecho diferencial catalán.

  • Navarra Confidencial no se responsabiliza ni comparte necesariamente las ideas o manifestaciones depositadas en las opiniones por sus lectores. Cada usuario es único responsable de sus comentarios
  • Los comentarios serán bienvenidos mientras no atenten contra el derecho al honor e intimidad de terceros, puedan resultar injuriosos o calumniadores ,infrinjan cualquier normativa o derecho de terceros , empresa, institución o colectivo, revelen información privada de los mismos, incluyan publicidad comercial o autopromoción y contengan contenidos de mal gusto.
  • Se procurará evitar en lo posible los comentarios no acordes a la temática publicada
  • Navarra Confidencial se reserva el derecho de eliminarlos

Información sobre protección de datos

  • Responsable: Navarra Confidencial
  • Fin del tratamiento: Controlar el spam, gestión de comentarios
  • Legitimación: Tu consentimiento
  • Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  • Derechos: Acceso, rectificación, portabilidad, olvido.
  • Contacto: info@navarraconfidencial.com.

Suscríbete a nuestro boletín