Es posible a estas alturas que muchos navarros echen de menos las famosas declaraciones de bienes y rentas de los altos cargos y miembros del gobierno que suelen dar juego durante un par de días a todo tipo de comentarios y chismorreos. ¿Qué pasa con las declaraciones de bienes del nuevo gobierno? ¿No hay nada que comentar? ¿Han sido esta vez despreciadas por los medios?
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En absoluto, lo que sucede es que pasados los 4 meses desde la formación del gobierno seguimos sin noticias de las famosas declaraciones. El asunto empieza a ser llamativo porque la Ley Foral 11/2012, de 21 de junio, de la Transparencia y del Gobierno Abierto, establece un plazo de dos meses desde los nombramientos para presentar las correspondientes declaraciones, esto significa que las declaraciones de bienes y rentas deberían haberse presentado a primeros de octubre, y estamos casi a mediados de diciembre.
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A primera vista podríamos encontrarnos por tanto ante un incumplimiento de la obligación legal de los miembros del nuevo gobierno en cuanto a sus deberes de transparencia. Cabe no obstante la posibilidad de que las declaraciones ya hayan sido presentadas aunque aún no hayan sido todavía publicadas y estén siendo objeto de alguna verificación por parte del Registro.
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El gobierno anterior presidido por Uxue Barcos, conocida por lo demás por el jugo dado por sus declaraciones a lo largo de su carrera, publicó las declaraciones el 16 de octubre de 2015. Es decir, aunque Barcos fue investida un 22 de julio y Chivite un 6 de agosto, llevamos ya mucho retraso en este ejercicio de transparencia en comparación con el anterior ejecutivo.
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Desde luego habrá quien ponga en cuestión la utilidad de este tipo de declaraciones, pero o se quita la obligación de declarar o se cumple, lo que no cabe es crear el compromiso para luego saltárselo.
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Desde un punto de vista más irónico, sin embargo, podría entenderse el retraso atendiendo al desenfrenado aumento de consejerías y altos cargos que caracteriza a la nueva etapa de gobierno de Chivite. Es posible que la cantidad de información de tanta gente resulta abrumadora, el Registro haya colapsado o no haya gigas en los discos duros a medida de la nueva burocracia pentapartita.
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Por lo demás da la impresión de que el nuevo ejecutivo parece encaminado a batir un récord de tardanza en una cuestión que no es una concesión graciosa a la ciudadanía y a los medios, sino un deber legal al que están obligados. Si la noticia no es aún el contenido de las declaraciones, lo empieza a ser la tardanza y la desidia de este nuevo gobierno.
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Un comentario
Tengan ustedes paciencia. Cambiar la titularidad de bienes inmuebles y demás es un trámite que lleva su tiempo.