“Es la primera noticia que tengo”. Tal fue la respuesta de Uxue Barcos el jueves cuando le preguntaron por la noticia de que la familia de una de las novias de los guardias civiles agredidos en Alsasua, harta del hostigamiento, había puesto en venta su piso y abandonaba la localidad. La ignorancia de la presidenta Barcos pone de manifiesto la desatención, el abandono, la lejanía y la incomunicación del Gobierno de Navarra hacia las víctimas de la agresión. Una lejanía que contrasta con la cercanía, la atención, la solidaridad y la movilización permanente del Gobierno de Navarra con los agresores. La equidistancia entre los agresores y los agredidos ya sería despreciable, pero la política del Gobierno de Navarra no es la equidistancia, es mucho peor.
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Informada de la noticia por los propios periodistas que le preguntaban, Barcos declaraba que “si es así estaremos como hemos estado siempre, yo con el alcalde muy interesados en que algo de estas características no se produzca nunca, de ninguna manera”. Fuese y no hubo nada, que diría Espronceda.
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Y exactamente, ¿en qué se diferencia lo que ha hecho este gobierno de un desinterés total en evitar que algo de estas características se produjera? O dicho de otro modo, ¿en qué hubiera sido distinto el comportamiento de un gobierno sin ningún interés en que esto no se produjera?
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Porque efectivamente, la noticia está plenamente confirmada. La familia de María José, hostigada por los defensores de la manada de Alsasua, se marcha. Los padres de María José venden su piso y el padre, incluso, ha escrito una carta publicada por elindependiente.com dirigida a los habitantes de Alsasua, explicando la situación por la que han pasado y que les ha llevado a tomar esta decisión. Literalmente ahora son refugiados, gentes expulsadas de su hogar por las amenazas y las políticas de odio. Los gobiernos del cambio no acogen refugiados, de momento los están produciendo.
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Ninguna ayuda a las agredidas
UPN ha registrado en el Parlamento de Navarra una pregunta dirigida a la consejera Ollo, para saber qué recursos de los previstos en la Ley Foral 14/2015 para actuar contra la violencia hacia las mujeres ha puesto a disposición de las dos mujeres brutalmente agredidas en Alsasua. Para los regionalistas es público y de sobra conocido que tanto el Gobierno de Navarra, de modo institucional, como el Departamento que dirige Ana Ollo y la propia consejera han prestado apoyo a la defensa de los agresores. Sin embargo, consideran, “no se conoce ninguna acción de la consejera responsable en materia de igualdad para disponer los recursos que prevé la Ley Foral para actuar contra la violencia hacia las mujeres”.
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El nacionalismo, el nazismo y la mafia
Donde empieza el nacionalismo, acaba la libertad. En los pueblos controlados por el nacionalismo hay menos libertad. Del pasado etarra mejor ni hablar. En Pamplona, ante las amenazas, los comerciantes tuvieron que retirar los carteles protestando contra los planes de “amabilización”. En Alsasua, como denuncia el padre de María José, “sólo se vive bien si piensas como ellos”. Enfrentarse al nacionalismo y sus imposiciones es como enfrentarse al nazismo o a la mafia. Si alguien intenta vivir fuera de la alambrada mental nacionalista se le hace la vida imposible, cosa que resulta mucho más sofocante en una pequeña localidad como Alsasua. Y así se construye una mayoría nacionalista. Y funciona.
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2 respuestas
Para la extrema izquierda los humanos no se dividen en hombres y mujeres, sino en hombres, mujeres de extrema izquierda y el resto de las mujeres que son igual de malas que los hombres.
Siento que la realidad sea así de dura. Pero, mírese al espejo y pregúntese si los fascistas nacionalistas le ven como a uno de su tribu. No, lo siento, para ellos usted siempre será un extranjero, alguien de una raza inferior, una amenaza y lo intentarán expulsar. Para ellos la raza, las costumbres «ancestrales», los mitos originarios e identitarios pasan por delante de la igualdad de los seres humanos y de sus derechos. Es la misma respuesta fascista que se ha paseado por europa en el último siglo y medio y que ahora se materializa en España en forma de nacionalismos identitarios obviamente violentos.