Siguen sin hacer lo correcto, o por lo menos no hay manera de saber si lo hacen. El problema es que hacen lo que les interesa en vez de lo correcto. Si lo que les interesa hacer coincide con lo que es correcto hacer, entonces hacen lo correcto, pero es pura coincidencia. Si mañana vuelve a interesar lo incorrecto, sin duda volverán a las andadas. No han cambiado ellos, ha cambiado lo que interesa hacer ahora. Por eso no puedo felicitar al gobierno o a Garzón, valga la redundancia. Naturalmente les apoyo en la lucha contra ETA, como no podía ser de otra manera, pero de felicitarles nada de nada. No me fío. Lo cual nos lleva a la segunda cuestión. Durante meses y meses hemos tenido que soportar que nos llamaran enemigos de la paz a quienes pedíamos que se hiciera lo que están haciendo ahora. ¿Se han vuelto ellos también enemigos de la paz ahora? ¿O es que intentaban hacernos pasar por amantes de la violencia a nosotros? Yo por lo menos no pienso olvidar cómo he sido tratado por este gobierno por oponerme a su proceso trampa. Y por cierto, ya sabemos que las serpientes cambian de piel. Cuidado con los espejismos, Batasuna es un pellejo amortizado.