La Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Foral están recibiendo en las últimas horas unas felicitaciones navideñas muy peculiares, en las que se les invita a marcharse de Navarra, irse a su casa y no volver más. Todo un mensaje navideño de amor y concordia, como corresponde a estas fechas. El tipo de mensaje repetido una y otra vez, por otro lado, que una noche en Alsasua les lleva a unos sanos “txabales” de la localidad a agredir a dos guardias y a sus parejas y producir un acoso posterior sobre ellas por el que todas han tenido que abandonar la entrañable localidad. Sin embargo, en virtud de los sabios y celebrados razonamientos de nuestra Justicia bienamada, no merece la pena preocuparse demasiado si la familia de María José tuvo que huir de Alsasua porque la Guardia Civil no es un colectivo vulnerable ni por tanto susceptible de ser defendido de supuestos delitos de odio. Como además, lejos de realizar ninguna autocrítica, el nacionalismo se ha volcado en defensa de los agresores, las campañas de acoso contra las fuerzas de seguridad siguen gozando en el entorno abertzale de su habitual popularidad.
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Alguien podría preguntarse por qué en esta campaña rebosante de odio se incluye a los policías forales. Se nos ocurren dos posibles respuestas. La primera sería por algo así como lo del “chiste” del que dice que habría que gasear a todos los judíos y a 300 taxistas, que todo el mundo pregunta por qué 300 taxistas (como no llamándoles la atención lo de los judíos). O sea, que si alguien cae en la trampa de extrañarse por lo de los forales es como que lo de echar a los policías nacionales y a los guardias civiles no le parece anormal. La segunda es que si echamos de Navarra a la Policía Foral, a la Guardia Civil y a la Policía Nacional, ¿quién haría entonces de policía? Pues casualmente eso es algo que nos aclara perfectamente el nuevo estatuto vasco, que a la par que prevé la incorporación de Navarra a Euskadi, otorga a la Ertzaintza las competencias policiales en todo el territorio vasco:
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“La Ertzaintza ejerce en el ámbito territorial del (NOMBRE) todas las funciones propias de un Cuerpo de policía integral en materia de seguridad ciudadana y orden público”.
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Tan sólo recordar que ni todos los policías nacionales ni guardias civiles que hay en Navarra han nacido fuera de Navarra (hecho que por otro lado resulta curioso tener que considerar relevante para gentes tan progresistas y antifascistas), ni todos los txabales que pretenden decidir quién puede y quién no puede vivir en Navarra tienen 8 apellidos vascos precisamente.
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