A la luz de todo lo que se ha descubierto, y con todo lo que parece que queda por descubrir, empieza a proliferar en la izquierda el mensaje de que mejor ladrones que fascistas, o el de que entre que roben los otros o que roben los nuestros, que roben los nuestros. Con gente así bajo tus pies, que sabes que te van a apoyar aunque robes, que difícil deber ser resistir la tentación de robar. El incentivo es robar.
No pueden decir que el PP o VOX no son fascistas porque se les acaba el cuento. La defensa política del PSOE es que tienes que dejarme robar todo lo que quiera o vienen los fascistas. O dicho de otro modo: se han inventado el rollo de que el PP y VOX son fascistas para poder robar.
La lógica de mejor los nuestros aunque roben te lleva a una descendente deriva perversa en la que se puede acabar justificando, por esa misma regla de tres, que mejor los nuestros aunque maten, o ya puestos que mejor una dictadura que una democracia en la que puedan ganar los otros. De hecho al final todo se reduce a eso, a que puedan ganar otros y cómo impedirlo. Así funciona la izquierda.
En el delirio de todo el espectro mediático de la izquierda para justificarlo todo, probando todas las teclas, no se excluye ni el recurso a recuperar los casos pasados de corrupción del PP. ¿Pero alguien cree que hablando a estas alturas de Bárcenas se pueden defender? ¿Es una estrategia de defensa inteligente igualarse a aquel PP que decían que había que incinerar?
La lógica de mejor ladrones a que venga la derecha resulta bastante ridícula, cuando en realidad la derecha va a llegar a gobernar precisamente por ser ladrones. No le digáis a la gente que os siga votando aunque robéis para que no venga la derecha, sino no haber robado. Y no penséis en no robar sólo para que no venga la derecha, sino porque robar está mal. Porque si no parece que os inventáis lo de que viene Mussolini sólo como excusa para poder robar. A ver cuánto tarda la sociedad española, pese a las Nebots, los Broncanos o las Intxaurrondos, en descubrir que se os puede echar tranquilamente del poder y que encima de echar a los ladrones no va venir Mussolini.
En medio de toda la avalancha constante de noticias hasta Podemos dice ahora que el PSOE es un partido corrupto y que se desmarca de la corrupción del bipartidismo. Lo dice muy enérgicamente, pero manteniendo la corrupción del PSOE en el poder. Por otro lado, a lo que se ha dedicado Podemos respecto a la corrupción del PSOE, es a decir que quienes la perseguían desde la Justicia eran lawfare y quienes la denunciaban desde el periodismo eran medios basura. No sólo es que Podemos atacaba con todas sus fuerzas a quienes denunciaban la corrupción del PSOE, sino que amparándose en que todo eran bulos de la fachosfera y prevaricación de los jueces pretendía imponer una mordaza bolivariana a los medios libres y asaltar desde el gobierno la judicatura. Podemos ha defendido el bipartidismo, la corrupción y la cloaca del PSOE con todas sus fuerzas durante años. Sus pequeñas recompensas bien conocidas han sido ministerios, vicepresidencias, mansiones y salarios cienmileuristas.
Tanto en el caso de Pedro Sánchez, como en el de Abalos o Cerdán, un aspecto inquietante y no menor es el poder ver actuando en todo su esplendor al mentiroso que te mira a los ojos. La hemeroteca de este triplete de personajes es abrumadora, tanto da que pensemos en el que si queríamos nos repetía veinte veces que no iba a pactar con Bildu, como en el putero que aseguraba sin pestañear que “no me da satisfacción que estén conmigo por dinero”, o en el que mientras negociaba con Koldo sus mordidas presumía muy dignamente de que el PSOE era un partido en el que no había corrupción y no como otros.
Pensar que los socios de Sánchez van a romper, por lo demás, es como pensar que después de pactar con los nazis, y descubrirse que han mandado a un millón de judíos a las cámaras de gas, van a romper si se enteran de que han mandado a las cámaras de gas a un millón doscientos mil. O como pensar que los socios le van a perdonar al PSOE haber robado 200 millones, pero que de ninguna manera le perdonarán que robe 300 millones. Una vez que te has comido el primer euro, ya te comes el millón y el trillón.
