Entre todas las informaciones que se van publicando en relación a la cada vez más escandalosa y sospechosa adjudicación de los túneles de Velate, una de las casualidades más llamativas es la de la prórroga en su puesto, cuando ya por ley le tocaba jubilarse, del famoso presidente cuyo voto decantó la adjudicación.
Chivite maniobró para no jubilar al cargo clave de las adjudicaciones de Cerdán.
— THE OBJECTIVE (@TheObjective_es) May 25, 2025
Una noticia de Ketty Garat (@KettyGarat) y Pelayo Barro (@pelayobarro)https://t.co/txRzZtjnEW
El presidente de la mesa de contratación era director del servicio de Nuevas Infraestructuras, un cargo de libre designación en el Departamento de Cohesión Territorial. Esta persona, que se retiró este mes de enero a los 73 años, por ley tenía que haberse jubilado a los 70 años, ¿cómo es entonces que aún seguía en activo? ¿Cómo es que la adjudicación irregular de la obra de los túneles dependió de una persona que ya tenía que estar jubilada y cuyo voto decantó el resultado?

Pues resulta que el gobierno de María Chivite introdujo en la Ley de Presupuestos de 2021 una disposición final tercera bajo el epígrafe «excepción permanencia en servicio activo», en virtud de la cual “se autoriza la permanencia en el servicio activo por encima de los 70 años de edad del personal adscrito al Departamento de Cohesión Territorial dentro de la Dirección General de Obras e Infraestructuras que ocupen la Dirección de Servicio, por un periodo de un año por necesidades del servicio, falta de profesionales, complejidad técnica de los proyectos u obras de ejecución inmediata que es preciso acometer, de suma trascendencia para el desarrollo territorial de la Comunidad Foral de Navarra, razones en todo caso debidamente justificadas». O sea, se creó una excepción legal específica para que una persona concreta, la que acabó decantando la obra a favor de Acciona y la empresa que se anunciaba en el muslo de Koldo García, no tuviera que jubilarse. Con esta excepción legal creada para una persona concreta, casualmente la que decidió las obras de los túneles, el beneficiario pudo retrasar su jubiliación en 2022, 2023 y 2024. No está quizá al nivel de lo de Extremadura, pero no quedamos los últimos en Eurovisión tampoco.
Dos letrados y el interventor ven indicios de arbitrariedad en la adjudicación de los túneles de Belate por supuestas anomalías y negligencias. 👀 #ObrasPúblicas #Contratación https://t.co/FwYufHa2YJ pic.twitter.com/TbOmVzIzMY
— Diario de Navarra (@DiariodeNavarra) January 16, 2024
Recordemos que en la adjudicación de las obras de Velate se producen diversas anormalidades, incluyendo que el voto del presidente de la mesa de contratacion, el no jubilado excepcional, no sólo decantó con su voto la adjudicación, sino que lo pudo hacer con la ventaja de saber lo que habían votado los demás. Esta es una de las irregularidades denunciadas en el procedimiento porque, para que sea objetivo, precisamente se debe garantizar que los miembros de la mesa voten sin poder saber lo que vota el de al lado.
El principio de igualdad y transparencia "no estuvo garantizado en Belate". https://t.co/IKlf9Is5JP
— Diario de Navarra (@DiariodeNavarra) November 27, 2024
Así pues nos encontramos ante una nueva casualidad, pero sin la cual y junto a muchas otras casualidades que se han dado en este caso, no habría habido caso. O dicho de otro modo, si alguien deliberadamente hubiera querido llegar al resultado que se produjo, tendría que haber evitado dejar a la casualidad todas las extrañas coincidencias que sucedieron.