Se dice pronto, pero en estas elecciones elecciones municipales y autonómicas faltan 180.000 votantes. O si no faltan por lo menos no están donde sería natural que estuvieran viviendo y votando. Se trata, según un estudio recién presentado por el Centro de Estudios, Formación y Análisis Social CEU-CEFAS, del número de personas que han tenido que salir de su tierra huyendo de la violencia nacionalista vasca. Se trata de un éxodo acumulado durante décadas que incluye no sólo a los directamente afectados sino también a sus familias, las que les siguieron o las que han formado exiliados por otras tierras.
Elecciones vascas amañadas https://t.co/Hgmi1yPipL vía @eldebate_com
🔴Carlos Urquijo, director de Proyectos de la Fundación Villacisneros ha colaborado en el estudio de @CEFAS_CEU "El éxodo vasco como consecuencia de la persecución ideológica".
— Fundación Villacisneros (@FVillacisneros_) May 25, 2023
Este estudio pone el dedo sobre dos llagas que cuestionan totalmente la normalidad democrática en nuestro país, particularmente en algunas comunidades.
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El primer motivo de cuestionamiento es que ETA no mata, pero sigue sin haber normalidad. Para vivir tranquilo en muchos lugares tienes que ser nacionalista, y no significarte de otro modo ni en el colegio de tus hijos, ni en los lugares de ocio, ni en las fiestas, ni en el deporte, ni en la comunidad de vecinos, ni en tu comercio, no digamos que ni se te ocurra presentarte públicamente como candidato de las siglas de un partido no nacionalista y no ultraizquierdista. Si para vivir sin problemas tienes que ser nacionalista, el nacionalismo juega con una increíble ventaja. El nacionalismo ha conseguido introducirse en las instituciones y convertirse en una fuerza determinante sin haber tenido que renunciar a esa ventaja consolidada que tiene como fundamento un cierto grado de violencia, presión o amenaza.
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El segundo motivo de cuestionamiento es el estudio al que nos referimos. El censo en diversos territorios se encuentra gravemente mutilado. Haber sacado a 180.000 votantes del censo de ciertos territorios no puede arrojar en las urnas un resultado verdaderamente democrático. El PP y el PSOE obtienen en el País Vasco unos 180.000 votos. Faltarían otros tantos. El nacionalismo una vez más vuelve a gozar de una ventaja enorme, injusta y antidemocrática, pero también en este caso absolutamente consolidada. ¿Nos extrañaremos el domingo de los buenos resultados que previsiblemente va a tener otra vez el nacionalismo?
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