Con una mano el gobierno presenta planes y promesas para mantener la industria del automóvil, pero con otra trata de destruirla. Que parezca que no se está acabando con el futuro de la industria del automóvil y toda la industria auxiliar hasta un minuto antes de hacerla desaparecer. Dicho de otro modo, se trata de no perder votos mientras la elimina, de ir salvando elecciones hasta que se haga evidente la realidad.
Ford necesita un 40% menos de mano de obra para fabricar coches eléctricos, lo que afectará a Almussafes, con 6.000 trabajadores https://t.co/6QwuvwPgmQ
— El País Valencia (@elpais_valencia) November 18, 2022
En otras ocasiones nos hemos referido a que es un designio explícito del Foro de Davos reducir en un 90% los automóviles en circulación, pero la publicidad institucional del gobierno español no resulta mucho menos explícita en este sentido. Se trata, dicen, de sustituir los vehículos con motor de explosión por vehículos eléctricos, pero después reducir el uso del vehículo eléctrico a su mínima expresión.
La electrificación del parque automovilístico no es suficiente
✅ Necesitamos una transformación profunda del modelo de movilidad en nuestras ciudades
🚲🚎🚲🚶🏻♀️🚌🛵
🚌🚶🏻♀️🚶🚎🚗👩🦽 pic.twitter.com/AHVAXLfqi3— Transición Ecológica y Reto Demográfico (@mitecogob) February 27, 2023
En realidad, aunque el tercer cuadro del gráfico oficial ya resulta bastante explícito, el segundo cuadro va a tener mucho más el aspecto del que ofrecemos a continuación que el que presenta la propaganda institucional. Los precios de los coches en general, y los eléctricos en particular, han sido llevados a unos precios a los que no puede acceder la mayor parte de la clase trabajadora. Por otro lado, no hacen más que ampliarse las zonas restringidas y las limitaciones a la circulación y el aparcamiento de los coches. Se pretende convertir el coche en algo muy caro que además casi no se pueda usar. O sea, en un producto exclusivo, en un lujo.
X
x
Goodbye car ownership, hello clean air: welcome to the future of transport https://t.co/ReROAqCIiB pic.twitter.com/QFU5RyEWHr
— World Economic Forum (@wef) March 19, 2017
No sólo se trata de que los automóviles vayan desapareciendo, sino que los coches en circulación no sean de propiedad particular. El coche será tan caro y se podrá usar en tan pocos sitios y en tan raras ocasiones que, los pocos coches que haya, serán multipropiedad o vehículos de alquiler. Nadie tendrá coche. Apenas habrá propiedad privada. Ni intimidad. Nadie tendrá nada. Y serás feliz.
https://twitter.com/wef/status/808328302213689344
Aunque el objeto de esta reflexión podría limitarse a señalar sólo el negro futuro de todos los empleos relacionados directa o indirectamente con el mundo de la automoción, el hecho es que no tener nada es un designio que va mucho más allá. Si bien es cierto que el materialismo ciego es algo que empobrece a los hombres a escala moral, llegar al extremo de que nadie tenga nada o se niegue el derecho de propiedad es, aparte de generar uno sociedad desmotivada y sin alicientes materiales a su esfuerzo, generar una población totalmente dependiente. Si todo pasa a ser propiedad del estado o de grandes y oscuras corporaciones que florezcan a la sombra del estado, dependeremos para todo del estado y de esas corporaciones que serán las propietarias de las casas que habitamos, de los vehículos que usamos y de todo lo que necesitamos. O dependencia o libertad. O propiedad o libertad.
X
x