Se suceden las malas noticias para Navarra en el terreno laboral y empresarial. Si las empresas y los empresarios son un mal, y los países y territorios en los que hay menos empresas y empresarios son a los que mejor les va, entonces estaríamos de enhorabuena. Luces rojas en Landaben, luces rojas en Gamesa y ahora luces rojas en Arcelor.
El golpe a Navarra del separatismo: tras Gamesa y Volkswagen llega el ERTE de 7.000 personas de Arcelor Mittal.
El Gobierno foral sigue empeñado en una política pactada con comunistas separatistas.
— Benita dos Carallos (@criaturina) January 9, 2024
Donde empieza el gobierno, sin embargo, acaba la realidad. De hecho, el gobierno foral presume de las cifra de empleo al terminar 2023. Tenemos en Navarra, según los datos de paro registrado, 29.988 personas en paro. Todo un motivo, por lo visto, de orgullo y celebración.
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El problema, como siempre, es el contexto. En junio de 2019 había en Navarra 30.376 parados. O sea, que apenas hemos recuperado las cifras pre-pandemia. Tras cuatro años y medio de estar aplicando las políticas más progresistas del mundo, acaso tan sólo por detrás de Venezuela y la Argentina kirchnerista, sólo ha bajado el paro en 388 personas. Para esto tantos y tantos millones (que habrá que pagar) de estímulo. Y todavía hay quien duda si el motor de la economía navarra está gripado.
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La cosa se pone mucho más fea si retrocedemos al año 2007, cuando los datos del paro registrado nos dicen que en Navarra sólo había 19.938 personas en paro. Es decir, estamos en un nivel de paro un 50% del que teníamos en 2007. Apenas hemos recuperado los niveles previos a la crisis de 2020 y ni remotamente hemos recuperado los niveles previos a la crisis de 2008. Habrá quizá que esperar otros 17 años y plantarse en 2041 para soñar con… volver al pasado. Claro que dentro otros 17 años, aplicando las mismas políticas y con la Agenda 2030 en todo su esplendor, la pregunta es si de Navarra quedará algo, a nivel económico o siquiera político. Por este camino el AVE seguirá sin llegar, el Canal de Navarra sin terminar, las navarras tendrán que ir a dar a luz a Logroño o a Zaragoza, los escolares navarros serán incapaces de entender nada fuera del lenguaje de emitoconos y sólo sabrán contar con los dedos, y únicamente quienes no hayan fallecido en el plazo de espera de una consulta médica, como no tendrán nada, serán sostenibilísimos y felicísimos en nuestro frío y pequeño páramo empresarial y foral.
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