Nos tropezamos hoy con una noticia aparentemente buena, pero en el fondo indignante y escandalosa. La noticia es que la Audiencia Nacional embarga el sueldo a una exconcejal de Bildu con al menos cinco condenas por terrorismo en su haber, incluyendo delitos de asesinato, secuestro, estragos y ecubrimiento. El embargo del sueldo viene reclamado por la responsabilidad civil frente a las víctimas, todavía pendiente de pago, por los actos terroristas de la concejal.
La Audiencia Nacional embarga el sueldo a una exconcejal de Bildu condenada por terrorismo https://t.co/ZBs0DtUHp5
— Diario de Noticias (@NoticiasNavarra) January 9, 2024
Aparentemente estamos ante una buena noticia, pero el hecho que destapa una realidad escandalosa. Las pasadas elecciones autonómicas y municipales se produjo un gran debate ante la presencia en las listas de Bildu de terroristas condenados, incluidos terroristas con delitos de sangre. Pero esta sentencia pone en evidencia que aquella práctiva no era novedosa ni excepcional. La etarra a la que ahora se le embarga el sueldo, Miren Arantzazu Karrera, fue concejal de Bildu durante la pasada legislatura en el ayuntamiento guipuzcoano de Amezketa.
Bildu es legal porque en España no se cumple la ley.
Ley Orgánica 6/2002, de 27 de junio, de Partidos Políticos.
Artículo 9. Sobre los motivos para que un partido político sea declarado ilegal.
Apartado 3.c pic.twitter.com/FtjMbejO4r
— Cayetana Álvarez de Toledo (@cayetanaAT) May 11, 2023
Es decir, aunque las pasadas elecciones hubo un gran escándalo, lo cierto es que no se trataba de nada inhabitual. Lo inhabitual, al parecer, es que se hablara de ello. Bildu, empezando por Otegui, viene incluyendo terroristas en sus listas de forma habitual. Bildu llama presos políticos a los etarras en vez de asesinos porque no los condena. Bildu exige la excarcelación de los etarras o avala los ongi etorris porque no le parece que se deba castigar lo que hicieron. Las víctimas, en el fondo, merecían lo que les pasó. Por eso reclaman la impunidad de los verdugos. Si se cumpliera la ley, Bildu debería ser ilegal. Pero ahora ellos no son aquellos a los que se les aplican las leyes sino que el PSOE les ha convertido en aquellos que las dictan. Todos esos nuevos socios del PSOE no son gente de paz. No son la gente gracias a la cual ahora tenemos paz. Son la gente por culpa de la cual hubo violencia. Es la gente por culpa de la cual sigue sin haber plena normalidad.
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