Los trabajadores de Landaben no se enteran: el coche eléctrico o las baterías, aunque llegaran, no son solución

¿Cómo vas a desmantelar el sector de la automoción sin perder votos? Prometiendo fabricar baterías y coches eléctricos. Desde el punto de vista político la cosa está bastante clara, pero parece que en Landaben los trabajadores y los representantes de los trabajadores no lo perciben. No está claro que en el conjunto de la industria auxiliar de Navarra se entienda tampoco. A lo mejor es que los sindicatos no se lo explican. ¿Para quién trabajan los sindicatos? ¿Para los trabajadores o para las agendas de algunos partidos? Aunque a estas alturas deberíamos hablar más de los partidos de una Agenda que de la agenda de unos partidos.

Comités de empresa de automoción piden al Grupo Volkswagen que la planta de Landaben siga siendo "estratégica" https://t.co/uMuEVWADoW

— Pamplona Actual (@Pamplonaactual) April 24, 2023

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La electrificación es el fin de Landaben, así de sencillo. Que se fabrique un modelo de coche eléctrico, o dos, y además baterías, puede marcar sólo una pequeña diferencia. Lo que parece que no entienden ni los trabajadores de Volkswagen ni los de la industria auxiliar es que el parque de vehículos de combustión no va a ser sustituido sin más por un parque equivalente de vehículos eléctricos.

Nearly 70,000 parking spots are set to disappear by 2025. 🔎 Learn more about how cities are becoming more sustainable: https://t.co/JQkSl4Mmby pic.twitter.com/wuvVNAEkxS

— World Economic Forum (@wef) December 28, 2020

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Lo que se busca, y no es ningún secreto, es diezmar el parque de vehículos. En el futuro sólo habrá un 10% de los vehículos particulares actuales. Es un objetivo confeso de la Agenda 2030 y del Foro de Davos. Los coches en propiedad casi van a desaparecer. Se van a establecer restricciones draconianas a la circulación y al aparcamiento de vehículos particulares. Por no mencionar que el coche eléctrico va a ser un bien de lujo. Si ya todos los coches han disparado sus precios debido a la inflación de un lado, y a las econormativas antieconómicas y la fiscalidad por otro, encima resulta que un mismo vehículo, si es la versión eléctrica, tiene un sobreprecio del 50%. Véase como ejemplo el Jeep Avenger, recientemente elegido como coche del año.

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Por tanto no va a haber (ni se busca) una sustitución del coche de combustión por parte del coche eléctrico. Primero porque la mano de obra para fabricar eléctricos es mucho menor y segundo porque se va a penalizar, encarecer y restringir salvajemente la propiedad y el uso de vehículos eléctricos particulares para que el parque automovilístico se reduzca a la décima parte. O sea, no para que se reduzca una cuarta parte, o la mitad, sino para que se reduzca el 90%. El futuro del actual sector automovilístico es por tanto absolutamente inviable. Carecen por completo de sentido ni credibilidad las reuniones entre el gobierno, la empresa y los sindicatos. Unos por evitar conflictividad, otros por no perder votos y otros por sumisión eluden la cruda realidad.

Goodbye car ownership, hello clean air: welcome to the future of transport https://t.co/ReROAqCIiB pic.twitter.com/QFU5RyEWHr

— World Economic Forum (@wef) March 19, 2017

Por supuesto existe una alternativa pero no es ni el segundo modelo eléctrico ni la ubicuidad de la fábrica de baterías, sino volar por completo la agenda de la transición energética. Si el que esperas que te salve lleva un pin de la Agenda 2030, es que no te das cuenta de que confías tu salvación al mismo que te condena. Por supuesto el fin del sector del automóvil no será descrito en su verdadera crudeza sino envuelto en una preciosa verborrea ecosostenible que quedará preciosa en la lápida. No hay rebelión posible sino hechos consumados porque 2030 controla todo, incluyendo la información. Menos mal que cuando no quede nada nos prometen alcanzar la felicidad. Si ser feliz va a consistir en no tener nada, Navarra va a ser una tierra de mucha felicidad.

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