Jenni Hermoso ha presentado finalmente denuncia contra Rubiales por el caso del pico. El hecho pasa por tanto a estar judicializado por la vía penal como un delito de agresión sexual. Rubiales se enfrente a penas que pueden llegar, si aplican agravantes, hasta los 8 años de cárcel. La jauría exige la aplicación de todos los agravantes posibles y una condena ejemplar.
Jenni Hermoso formaliza en Fiscalía su denuncia contra Rubiales por agresión sexual https://t.co/rj82BsrfKS
— ABC.es (@abc_es) September 6, 2023
Para muchas personas el caso del pico de Rubiales a la futbolista es una cortina de humo, un asunto menor con el que los medios, por supuesto al servicio del gobierno, tratan de tapar cuestiones mucho más importantes como los tratos y las claudicaciones con Puigdemont o el desmantelamiento del campo español. ¿Pero es realmente el pico de Rubiales un asunto menor?
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Lo malo de este gobierno es `precisamente que no utiliza cortinas de humo. No hay asuntos menores tapando asuntos mayores. Este gobierno no tiene asuntos “menores”. Lo que sí sucede es que el gobierno tiene abiertos al mismo tiempo tantos casos “mayores” que dispersa la indignación. Dentro de dos meses, por otro lado, estaremos ocupados por otros dos o tres asuntos tremebundos que nos harán olvidar los dos o tres asuntos tremebundos que nos ocupan en la actualidad. Pero no hay asuntos menores. Esto sólo significa que el desastre al que se va asomando la pobre España no puede ser cuando todo estalle un desastre menor.
🚨⚖ Los agravantes, claves a la hora de juzgar la supuesta agresión sexual de Rubiales a Jenni Hermoso: 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲 𝗮𝘂𝗺𝗲𝗻𝘁𝗮𝗿 𝗹𝗮 𝗽𝗲𝗻𝗮 𝗵𝗮𝘀𝘁𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗼𝗰𝗵𝗼 𝗮𝗻̃𝗼𝘀 https://t.co/lljQfrLhvH
— Deportes Cuatro (@DeportesCuatro) September 6, 2023
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Efectivamente, el caso de “la Jenni” no es una cortina de humo ni un asunto menor. Se trata nada menos que de la forma en que la ideología dominante se está imponiendo de forma totalitaria. Lo que nos estamos jugando es que el gobierno se arrogue la capacidad de dictar sentencias extrajudiciales de las que las sentencias judiciales sean tan sólo un mero trámite confirmatorio. Lo que está en juego en este asunto es que el gobierno señale una víctima y un culpable e imponga un relato que no pueda ser cuestionado ni en los medios ni en los juzgados. Son la libertad de expresión y la independencia judicial las que están siendo violadas ante las cámaras por el poder. No es un asunto menor, es un asunto absolutamente mayor.
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¿Y qué juez se va a atrever ahora a no condenar penalmente a Rubiales? Y a que un juez por miedo no se atreva más que a poder dictar sentencia en un sentido cómo lo llamamos, ¿Justicia? De todos modos resulta que el juez que se va encargar de instruir el caso de Rubiales va a ser Pedraz, uno de los jueces estrella de la izquierda. O sea, la izquierda y el feminismo acumulan tal poder que para hacerles frente haría falta Gary Cooper, pero hasta tal punto llega su dominio que quien tienen enfrente (más bien al lado) es Santiago Pedraz.
¡Uy!, esto sí que no podía salir mejor. El juez encargado para llevar la acusación de Jenny Hermoso contra Rubiales es Santiago Pedraz. ¡Más circo! #Rubiales #JenniHermoso pic.twitter.com/1ZIPJ7e9Og
— Gema Lendoiro (@gemalendoiro74) September 6, 2023
Irónicamente, si Rubiales en vez de darle un pico a Jenni Hermoso le hubiera dado una bofetada sin provocarle lesiones seguramente se podría enfrentar a una pena mucho menor, lo cual forma parte de todo el sinsentido de la situación. El hecho sin embargo es que queriendo o sin querer el discurso dominante ha encontrado en Rubiales la brecha perfecta por la que establecer su poderío. O sea, defender a Rubiales es muy difícil porque Rubiales es un sujeto abyecto. No podemos oponernos a la apisonadora ministerial de Igualdad diciendo que todos somos Rubiales, porque ni remotamente somos todos Rubiales. El caso se parece más bien al del marshall de una película del Oeste que trata de defender a un ladrón de ganado de una turba que pretende lincharle. No se trata de defender el robo de ganado. No se trata de decir que el ladrón de ganado obró bien o es un ser de luz. Se trata de defender una serie de principios. La libertad de expresión. El pluralismo mediático. La proporcionalidad del derecho. La presunción de inocencia. El principio acusatorio. El derecho a un juicio justo. Esto es siempre difícil de defender frente al poder incluso cuando el acusado es un ser angelical, pero es que encima aquí el acusado es Rubiales. Por eso han elegido muy bien. O les ha salido muy bien. O hemos tenido muy mala suerte los que intentamos defender no a Rubiales, sino una serie de evanescentes principios fundamentales sin los que un estado de derecho justo no puede existir.
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2 respuestas
Ya es casualidad que el “juez” encargado de acabar con el Rubiales sea Santiago “Mendaz” , de la reconocida banda mafiosa de Garzón y sus garzonitas, la mafia del estado profundo narcojudicial.
Veremos por TV cómo cortan la cabeza de Rubiales y en directo en horario de máxima audiencia. Ahora las sentencias las dictan los políticos de izquierda y sus tentáculos mediáticos, el Estado de Derecho ha muerto de cobardía aguda.
1.- A Rubiales le puso el PSOE
2.- Rubiales aprovechó la caída inesperada del impresentable de Angel María Villar. Lo del hijo de Angel Maria Villar es para enmarcarlo también.
3.- Rubiales cobraba una nómina que diez años antes no se le habría pasado ni por la cabeza.
4.- Fíjense en las imágenes de todo el partido, el comportamiento de Rubiales da la sensación de que Rubiales se había metido una rayita
Lo más gracioso de todo esto es que actualmente todos los clubs de futbol están en quiebra financiera excepto el Real Madrid tras la caída del Barcelona, sin embargo en la Federación de Futbol se barajan unos sueldos que ni los de un neuro cirujano o un médico que es capaz de operar a un neonato o a corazón abierto